Realiza una Búsqueda

Let Them Eat Cake No.11 by Tokyo Milk

Esta fragancia del año 2008 se agrega a la colección de perfumes de la marca Tokyo Milk, denominadas por su creadora la diseñadora estadounidense Margot Elena como "objetos de deseo" y "curiosidades de perfumería", en particular con "Let Them Eat Cake" traduciéndose como una invitación a degustar por aroma de un trozo de bizcocho, pastel, tarta o torta de repostería. El envase usa la botella estándar de la colección Eau de Parfum de Tokyo Milk, con un frasco de caras rectangulares y tapón cilíndrico plateado que contiene etiquetas de papel marrón escritas con tipografía blanca tipo máquina de escribir, donde se menciona el nombre del perfume más el número 11 como identificador de la serie, destacando una etiqueta en la cara posterior del frasco que contiene las notas aromáticas del perfume y en su reverso posee la imagen de un grabado de un bizcocho decorado con crema. En el sitio de Tokyo Milk destacan las siguientes notas aromáticas: caña de azúcar, leche de coco, orquídea vainilla y musk.

En partida la fragancia presenta un aroma cercano a un bronceador con una vainilla dominante que se mantiene en el centro por los primeros 10 minutos teniendo pequeñas interferencias de aceite de coco, sumando a partir de este punto un acabado que ronda un frutal rojo ligero que deriva pronto en un agua azucarada que conserva un fondo de vainilla más seca tipo vaina con un punto de agua de coco que se confunde con resinas a los 20 minutos. En fase media a los 30 minutos el perfume gira en 2 notas principales de vainilla y coco más densas que se alejan del concepto de bronceador y tienden a resinas más plásticas, con una idea de esencia de vainillina de postres diluida en alcohol con un aire a canela que complementan el acabado de plástico a la resina que cobra más fuerza al cabo de 1 hora, menor a un ládano y sumando acabados terrosos que recuperan la idea de pulpa de coco. A las 2 horas la fragancia se mantiene en la familia del aroma de bronceador, reforzando el aroma a vainilla que se siente tibio y medianamente lineal y rebajado en parte por un dulce frutal neutro cargado al azúcar y que contiene puntos de ámbar, próximo a un durazno y aportando un desarrollo más cremoso al perfume, tomando a las 3 horas un matiz más fresco y cercano a agua que mantiene el coco con vainilla pero con un giro hacia florales neutros y ámbar, teniendo a las 4 horas un momento de balance en el que la vainilla se equipara con el dulzor de duraznos. Al pasar las 6 horas la fragancia conserva el aroma de vainilla con duraznos, con la vainilla cambiando su aspecto hacia amaderados secos que se mezclan con el aporte de coco bajando su potencia e incluyendo un punto vegetal a las 9 horas que incluye un azucarado más marcado y que se acerca a la idea de un jugo de caña de azúcar que es un almíbar fresco con turbiedades verdes y amaderadas, mostrando a las 12 horas un acabado más cremoso que parcialmente recuerda el inicio tipo bronceador pero simplificado, con la vainilla sintiéndose más frutal con la nota de durazno e incluyendo un punto similar a ámbar de acabado cristalino. En fase final al superar las 24 horas el aroma sigue girando en una vainilla que ahora es más suave y cremosa acompañada de frutales bajos ocultos en el tono de azúcar, incluyendo trazas de madera y un efecto frío en el fondo que recuerda en ambos casos a un agua de coco.

La fragancia, a pesar del nombre que lleva, se aleja de los enfoques de vainilla de repostería o bizcochos como los efectos tostados de Fantasy de Britney Spears, apegándose a aromas de bronceador que destacan un azucarado concentrado tipo jarabe que tampoco contiene acabados de caramelo o indicios de horneado, dando a nivel de diario una impresión veraniega de espacios abiertos que acepta un enfoque unisex deportivo, con una posibilidad de uso invernal por tibieza pero a nivel personal y sin proyectar tanta chispa o alegría como en épocas cálidas. En oficina la fragancia conserva un apego a líneas limpias y empáticas favoreciendo un mejor desplante entre colegas y en reuniones en el caso femenino, con un efecto memoria que tiende a mediano al balancear un aroma lineal y estable con tonos que ya existen en otros perfumes e incluso en aromatizadores. A nivel nocturno el perfume recupera el enfoque masculino por el lado de salidas tipo vacaciones en verano dentro de lo informal, con el caso femenino ascendiendo hasta niveles semiformales, pero ambos casos quedando fuer a de lo formal. En lo romántico el aroma es grato, aunque por la cercanía con olores de aromatizadores no deja una idea precisa de fragancia que aporte a proyectar una imagen sensual o conquistadora, presentándose como una propuesta de disfrute personal. Rango de edad entre 15 y 60 años.