Sybaris by Antonio Puig

Este perfume del año 1988 es una de las creaciones de la casa española Puig para el público masculino, conviviendo con otras fragancias de la época como Agua Brava, Brummel, Vetiver y Quorum, con Sybaris correspondiendo al nombre de una ciudad del antiguo Imperio Griego ubicada en Italia, famosa por el lujo y estilo de vida hedonista al que estaban acostumbrados sus habitantes y de donde deriva el término "sibarita" que en la actualidad se relaciona con alguien de gustos refinados o que se relaciona con el disfrute de la vida y de situaciones de placer como comida. El envase considera un frasco similar al de Quorum pero que presenta una mayor cantidad de bordes facetados en el tapón que es de color gris con líneas doradas y con un frente más ancho y plano que lleva grabado en el vidrio el nombre de Sybaris, con esta palabra repitiéndose en varias filas en la caja de color gris con efecto plateado. En el sitio de Puig no aparecen referencias sobre la composición de este perfume, al encontrarse descontinuado en el mercado.

En partida la fragancia presenta un enfoque de base verde y centro mediterráneo, con un aroma conformado por un ámbar central dulce complementado por lo que parece un especiado de cocina ligeramente anisado que se acerca a eneldo y que contiene referencias a terrosos suaves al musk y al jengibre que dan sobre los 5 minutos una idea de estilo similar a Tuscani per Uomo de Aramís pero con menos proporción de naranjas, teniendo a los 10 minutos bajas en la parte verde que se caracterizó por ser imprecisa y con una leve inclinación a vetiver sosteniendo un conjunto de notas estable que determina el aroma característico del perfume y que a los 20 minutos se estabiliza en ámbar con eneldo y jengibre más una capa incipiente de limón. En fase media a los 30 minutos la fragancia sostiene la misma mezcla aromática, enfocando un desarrollo en el ámbar que se abre a bergamota y cáscaras de naranja más dulces y que refuerzan la veta de alimonado, comenzando a presentar vetas paralelas de aspecto jabonoso que rozan los florales neutros y dejan ver inserciones de lavanda fresca y fría que cobran fuerza y tienden a dominantes al cabo de 1 hora siendo potenciadas por una base de cáscara de limón. A las 2 horas la fragancia conserva un centro de jabón a la lavanda dando mayor protagonismo a los puntos especiados que no llegan a niveles picantes pero que adquieren mayor cuerpo acercándose a variantes de madera y retomando un punto breve de vetiver propuesto en los primeros minutos de aplicado el perfume, resaltando un musk con ámbar que apoya la idea de agua de lavanda y dando pie a un desarrollo de madera de bosque al pachulí que se aprecia mejor a las 3 horas del inicio y que da amplitud para que se muestren más tonos verdes asociados al limón que tienen puntos comunes con vetiver y el pachulí, presentando un punto breve y ocasional de aspecto animal tipo civeta que luego pasa a cuero y se estabiliza en cedro y sándalo con jengibre, teniendo a las 4 horas una baja en intensidad que favorece un acabado más tibio y con rasgos atalcados que cambian el ámbar por musk con una menor presencia de limón y manteniendo el enfoque de tierra en madera con jengibre que se abre a nuez moscada y eneldo, teniendo nuevas apariciones en el fondo de civeta. A las 6 horas la fragancia sigue bajando la capa principal de ámbar enfocándola a musk y madera reduciendo el aporte de los grupos verdes y resaltando el picor de jengibre que se acerca a pimienta no negra, volviéndose más suave a las 9 horas y destacando un cuerpo cercano a musgo que domina esta etapa con retornos de civeta que se funde con el jengibre y el ámbar al musk reduciendo la lavanda a un mínimo conservando un aire de bergamota baja, tomando a las 12 horas un acabado parcialmente atalcado que se enfoca en cáscaras de naranja secas con musk destacando en la línea de lavanda que se aleja en parte del acabado de jabón incluyendo un agua fría especiada a la madera donde el jengibre apunta a terrosos de cardamomo con un mínimo mentolado con eneldo mezclado con trazas de comino y semillas de cilantro con un aire de limón. En fase final a las 24 horas el perfume vuelve a un ámbar tibio dominante complementado con madera de sándalo, teniendo un menor efecto de talco al musk y consiguiendo un brillo similar al del inicio presentando menos verdes y favoreciendo especiados que se mezclan con semillas de cilantro y comino mesurado al eneldo con restos de lavanda y un fragante de cáscara de naranja con jengibre que se acerca a vainilla.

La fragancia sigue un enfoque que evita el uso de verdes tradicionales destacando un centro característico de ámbar con bergamota matizado con eneldo y jengibre que se sostiene a lo largo de la evolución del perfume, teniendo un punto de civeta cercano a orina que puede corresponden a un defecto por la antigüedad del perfume o ser parte de un estilo de perfumería de los años ochenta, apegándose por cercanía a un estilo mediterráneo a usos de diario veraniego no deportivos, apelando a un estilo relajado sin notas escapadas. En oficina el perfume mantiene referencias a perfumería clásica que fomentan una imagen profesional calmada y algo madura, sin buscar dinamismos extremos y con una imagen conciliadora entre colegas o en reuniones, con un efecto memoria que va de mediano a bueno al conseguir un grupo característico que se puede recordar y se sustenta por varias horas, que se sostienen a un nivel semiformal al escapar de una imagen informal descuidada o casual pero que no llega a la complejidad de un traje formal estricto. A nivel nocturno la fragancia destaca en las primeras horas bajando en intensidad y sugiriendo el uso de sobreaplicación o el apuntar a eventos semiformales íntimos de espacios limpios, dejando la idea que es un perfume que tiene un mejor potencial de uso en el día por el enfoque mediterráneo. En lo romántico el perfume puede descolocar si se presenta la nota de civeta, a rasgos generales teniendo un comportamiento terroso relajado grato para estar con una pareja conocida o que aprovecha un público femenino que gusta de los aromas clásicos. Rango de edad entre 30 y 60 años.