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Guerlain Homme L'Eau Boisée by Guerlain

Esta fragancia del año 2012 aparece como una variante amaderada de Guerlain Homme L'Eau del 2010, que a su vez era una propuesta más fresca y ligera de Guerlain Homme del 2008, con L'Eau Boisée tomando como centro varias de las notas de sus predecesores, en particular presentando una nueva variante de vetiver de la India que se caracteriza por tener una gran fuerza y elegancia, recordando varias facetas del vetiver Bourbón que crecía en la isla de Reunión y que con el tiempo se ha vuelto más escaso de conseguir. El envase mantiene el formato de botella usado por Guerlain Homme L'Eau, cambiando el acabado del vidrio esmerilado por uno liso y reemplazando el tapón plástico transparente por un bloque de madera. En el sitio de Guerlain señalan en una descripción que se mantienen las notas aromáticas de la fragancia original, potenciando la nota de vetiver.

En partida la fragancia presenta rasgos similares a los de L'Eau en la presencia de un vetiver seco con ausencia de menta, pero dando una primera impresión ambiental de madera con resina densa y de alta estela que se aproxima a algunos rasgos de tierra de Terre d'Hermès con una variante más apagada y seca de L'Instant de Guerlain pour Homme, afinándose el aroma dentro del primer minuto hacia un iris polvoso y con un dejo fragante parecido al de Dior Homme que es perceptible a distancia y va acompañado de un rasgo de madera alineado con el punto seco de iris y que recuerda un sándalo de aspecto natural, teniendo oscilaciones pequeñas en limón que se afinan entre los 5 y los 10 minutos en una bergamota con mandarina, retornando sobre este punto a un seco de bosque más profundo que un vetiver y que pasa de un sándalo a un cedro, incluyendo a los 20 minutos impresiones de musgo de roble que aumentan la idea de madera concentrada y que lo aproximan a una nuez moscada no picante en nariz. En fase media a los 30 minutos el aroma profundiza la nota de cedro al agregar variantes mentoladas suaves propias de una esencia o extracto de esta madera, retornando el iris a los 40 minutos y teniendo giros más complejos de limón que insinúan la presencia de vetiver por un aumento de impresiones verdes, llegando a 1 hora a referencias más simples de Vetiver de Guerlain por una combinación de limón, herbales verdes de vetiver y un aporte seco de nuez moscada que reemplaza la veta de iris. A las 2 horas el perfume todavía presenta notoriedad a nivel ambiental pero con un aroma más cercano a vetiver seco, combinando tonos de raíces y verdes rústicos levemente mentolados, teniendo a ras de papel una mayor presencia de maderas frescas que vuelven a alinearse hacia sándalo con un dejo de cáscara de naranja seca y terrosos que pasan de la nuez moscada al jengibre, con la veta de mentol mostrando orígenes simultáneos desde vetiver y de un cedro más vestigial, suavizándose a las 3 horas con acabados polvosos diferentes al iris inicial pero que crean la misma sensación de un floral dulce que se sustentan sobre un vetiver menos agresivo y con inclinación a limón y madera que deja espacio a los especiados de la familia del jengibre y la nuez moscada, siguiendo el tono polvoso dulce una evolución hacia bergamota que es complementada por el lado mediterráneo clásico por un jengibre con anís a las 4 horas. Sobre las 6 horas el vetiver comienza a hacerse notar con más fuerza ocupando los matices aparentes de sándalo y con los rasgos de arbustos y raíces, con los grupos alimonados yendo a la baja y sosteniendo el grupo verde, agregando a las 9 horas una capa seca polvosa extra que aporta una sensación de tierra al perfume que va a la par con una mayor notoriedad ambiental del vetiver, alcanzando a las 12 horas un acabado similar donde se aprecian más vetas de mentol de estela destacada con rasgos de cedro y secos cercanos a papel tipo papiro con retornos de bergamota y un fondo que tiene puntos de musk con lavanda. En fase final a las 24 horas la fragancia baja su presencia ambiental centrándose en corta distancia en un vetiver dominante que sigue un estilo clásico con dejos verdes de barbería y secos de raíces con madera de arbustos, sintiéndose más seco y lineal que Vetiver de Guerlain y manteniendo una segunda veta similar a pimienta pero que parece ser un efecto secundario de la nota principal.

El aroma se siente como una propuesta más potente que L'Eau y que sigue un camino diferente a Guerlain Homme, evitando el enfoque tipo arroyo o pastizal de laguna en favor de grupos secos más tradicionales de vetiver con madera y especiados que a nivel de diario dan una aproximación todavía atemporal pero con más potencial de invierno, restringiendo su uso a nivel deportivo y dando una imagen más seria y correcta. En oficina la fragancia se apega a cánones tradicionales, bordeando el acabado de barbería clásica que es compensada por madera y apariciones de bergamotas con aires florales, con un efecto memoria que puede llegar a bueno por lo particular del aroma que se distingue a la primera olida y sale del promedio, aunque también dejando una impresión más personal y reposada que resta dinamismo en presentaciones importantes. En lo nocturno la fragancia se aleja del segmento adolescente informal, apuntando a ambientes contaminados de pubs donde la fragancia pierde su aspecto paternal o antiguo beneficiando un enfoque más sucio o tosco de salidas con amigos a tomar unas copas, asociándose a líneas más clásicas y formales maduras que cumplen a nivel social asistiendo a un evento tipo matrimonio pero sin hacer un desplante de energía o chispa. En lo romántico el efecto que produce la fragancia es discutible, ya que por un lado apela a un estilo de perfumería tradicionalmente masculina y de público más maduro para salidas con pareja conocida, dejando una impresión paternal o poco sensual en gente más joven o al comenzar una conversación desde cero, teniendo mejor potencial como fragancia de disfrute personal. Rango de edad entre 30 y 60 años.