Realiza una Búsqueda

Realities for Men by Liz Claiborne

Esta fragancia del año 2004 aparece en el mercado al mismo tiempo que una versión femenina y ambas reemplazando a un par de perfumes del mismo nombre creadas en la década del noventa, originalmente creadas bajo el alero de la marca Liz Claiborne pero posteriormente existiendo como marca "Realities" de manera independiente, al igual que otras fragancias paralelas como Curve y Juicy Couture que también estaban en la misma situación y fueron vendidas como portafolios con posterioridad al fallecimiento de la diseñadora Liz Claiborne en el 2007. El envase usa un diseño de botella muy parecido a la de su equivalente femenino, con un frasco de vidrio transparente de base gruesa, diferenciándose en un tapón gris con forma de cono invertido y en el uso de una base más estrecha que eleva la zona más ancha del frasco a la zona de las hombreras, agregando un líquido de color verde claro. En los sitios de Liz Claiborne y de Elizabeth Arden, compradora del grupo de fragancias de la marca aunque sólo distribuyendo la serie Curve, no se señalan descripciones de este perfume sin que se tenga un listado oficia de notas aromáticas.

En partida la fragancia muestra un grupo de notas especiadas que se desarrolla dentro de un formato de agua, con ideas poco picantes de canela y nuez moscada por una impresión de madera intercalada y que es complementada por una bergamota que toma fuerza y crea un giro en la fragancia después de 10 minutos, con un tono principal de cáscara de mandarina fría y limpia con cruces bajos de lavanda que sostienen especiados apagados, llegando a los 20 minutos con una idea de agua por cítrica pero que reúne una sensación fría de cáscaras de pomelo, lavanda y enebro. En fase media a los 30 minutos la fragancia comienza a presentar aportes discretos de madera y tabaco que se combinan con la lavanda cítrica en formato de enebro poco verde y con apariciones discretas de menta, sumando cruces de incienso que apuntan hacia ámbar y granos de tonka por una aparición de capas de fruta madura compacta, llegando a 1 hora con una idea de calone o veta sintética que combina plásticos de flor de azahar con un agua de limón verde fría y especiados tipo jengibre o nuez moscada. A las 2 horas la fragancia se apega a un aspecto que va entre ámbar y granos de tonka conservando un centro de agua de cáscara alimonada, manteniendo referencias de agua de lavanda y dando mayor profundidad al agua cítrica que se abre a un pomelo que produce un picor en nariz en reemplazo del grupo especiado que va a la baja, presentando nuevas variaciones de balance a las 3 horas donde se mantiene una base de agua cítrica que adquiere un carácter más neutro, aumentando las sensaciones verdes de bosque que van seguidas por aportes de sándalo y tabaco con puntos ambarados que incluyen tonka por una idea de duraznos maduros, con el pomelo uniéndose con un jengibre que resalta los amargos de una cáscara de naranja, retornando a las 4 horas a un aroma más simple de agua fría de cáscara de mandarina con un jengibre menos picante y más terroso que conserva un ámbar o tabaco dulce que se confunde con bergamota. Al pasar las 6 horas la fragancia comienza a inclinarse hacia tonos más opacos, pasando por un grupo de madera y ámbar con una componente terrosa cercana a iris que viene de una pérdida de brillo del jengibre, con la parte de pomelo bajando en presencia en favor de la cáscara de mandarina que se mantiene fría pero en segundo plano, llegando a las 9 horas con un acabado de madera que se aproxima al cuero por efecto del jengibre con tabaco y que suma un dulzor de tonka cruzada con sándalo y variantes hacia nuez moscada, dando la idea de una base dulce de perfumería clásica masculina de los años noventa con turbios plásticos verdes de flor de azahar, presentando a las 12 horas una variante verde con más menta de enebro y talco de lavanda que se independiza de la flor de azahar enfocándose a granos de tonka tibios y dulces, con rastros de vainilla concentrada a la cumarina y aires de pachulí altos como en TL pour Lui de Ted Lapidus que reemplazan a los especiados en el efecto de picor en nariz. En fase final a las 24 horas la fragancia mantiene un acabado tibio de tonka con madera suave y miel que deriva del aporte de tabaco y pachulí al combinarse con mandarinas, conservando un punto de jengibre que guarda cercanía con cáscaras secas de naranja, presentando un punto plástico polvoso derivado de lavanda con vainilla y flor de azahar que va en descenso y que trae aproximaciones breves al aroma infantil de Le Male de Jean Paul Gaultier.

La fragancia sigue un formato limpio que beneficia un centro cítrico fresco que se combina con aportes de especiado, con tonos complementarios que le dan profundidad al aroma y amplían su uso a nivel de diario de un veraniego puro a un atemporal de interiores, sin gran restricción en el enfoque informal o semiformal y admitiendo algunas situaciones dinámicas mesuradas sólo con la restricción del especiado con pomelo que al ser sobreaplicado puede molestar a quien lo usa al transpirar. En oficina la fragancia mantiene un enfoque limpio de aspecto pulcro que produce un pequeño picor que llama la atención al moverse por pasillos y que ayuda a fomentar un efecto memoria que supera por momentos el nivel mediano, apegándose a un comportamiento más relajado cercano al informal que al semiformal y que también se aproxima con mejor potencial al verano. En el caso nocturno el perfume tiende a optar por situaciones semiformales, sintiéndose rígido en el segmento informal y adolescente, presentando mayor soltura en reuniones con amigos, de familia en casa o incluso con colegas después del trabajo manteniendo protocolos laborales un poco más distendidos, quedando corto como un agua fresca si se le lleva al escenario formal estricto. A nivel romántico la fragancia tiene puntos atractivos momentáneos que se ven afectados por el agua de pomelo con especias, enfocándose con menos restricciones como un aroma de disfrute personal . Rango de edad entre 25 y 45 años.