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Le Beau Male by Jean Paul Gaultier

Esta fragancia de comienzos del 2013 se agrega a la serie de ediciones "Le Male" de la marca del diseñador francés Jean Paul Gaultier, destacando en esta ocasión que la fragancia sigue una línea aromática diferente a la de sus antecesores con un corte mucho más verde que busca crear un enfoque sensual que combine un efecto simultaneo de frío gélido con capas tibias. El envase mantiene el diseño clásico con forma de torso de un hombre sin cabeza, piernas ni brazos a modo de un maniquí y decorado con franjas horizontales que recuerdan los diseños de camisetas en blanco y azul que han caracterizado al diseñador, cambiando el colorido en este caso a un vidrio esmerilado de color blanco que recuerda un bloque de hielo con franjas de color azul. En el sitio de Jean Paul Gaultier destacan que las notas principales de esta fragancia son: menta, lavanda y musk.

En partida la fragancia presenta un grupo dominante de bayas de enebro intensas y casi exclusivas que solapan cualquier participación de otra nota, con tintes de menta asociados a las mismas bayas que se sostienen al menos hasta los 10 minutos cuando queda sólo la línea de enebro, la cual comienza a adquirir un carácter seco alejado del estilo de Wings o Eternity de Calvin Klein, incorporando pequeños puntos de madera seca a los 20 minutos. En fase media a 30 minutos la fragancia mantiene un dominante de enebro en un formato de bayas concentradas, incluyendo la participación gradual de otras componentes herbales que van por hiedra, con una impresión de ajenjo áspero que deja espacio a aires de lavanda muy tenues al llegar a 1 hora de aplicado. A las 2 horas la fragancia mantiene una línea central verde por el lado del ajenjo que comparte algunas similitudes con Jazz de YSL por un dejo de cuero seco al fondo, acercándose más a una versión concentrada de Swiss Unlimited de Victorinox que se combina con un agua fría de vetiver áspero como la de Guerlain Homme, por momentos bordeando la idea de una salvia pero centrándose nuevamente en bayas de enebro con un aire de algas marinas a las cuales se les agrega a las 3 horas una sensación de maderas turbias al fondo y una variante apagada de una flor tipo jazmín, llegando a 4 horas con una impresión más intensa y agresiva del ajenjo que incluye referencias breves a un ciprés que todavía conserva una idea de aire frío pero que apunta a climas o situaciones más invernales y menos frescas. Sobre las 7 horas se siente un incremento de lavanda dentro del grupo de verdes que se mezcla con menta sucia y porciones de resina derivadas del punto de ciprés, sintiéndose más precisión en el mentol de vetiver con bayas de enebro junto con un picor que se confunde con pimienta a las 9 horas, sumando partes de musk con madera levemente ahumada con puntos plásticos de granos de tonka a las 12 horas. En fase final al alcanzar las 24 horas la fragancia presenta líneas más genéricas y clásicas de enebro con lavanda y jazmín, incluyendo una menta derivada de las bayas de enebro que crea un efecto de frío marino.

La fragancia se apega a un estilo verde dominante que apunta en primera instancia a escenarios de diario relajados con un comienzo veraniego y que después se mueven hacia climas más invernales, con un inicio frío que da un aporte funcional a actividades deportivas en sus primeras 2 horas y que luego apunta a actividades más sociales y semiformales. En oficina el aroma tiende a sentirse serio con el paso de las horas, con un efecto memoria que va del mediano a bueno por la impresión lineal del enebro mentolado con ajenjo pero también confundiéndose con fragancias al vetiver más maduras que reducen la impresión de personalidad dinámica, rehuyendo a la vez de una imagen formal de traje y corbata y calzando mejor con un formato de camisa abierta o camiseta polo. A nivel nocturno los tonos de ajenjo destacan a nivel agresivo, superando la mayoría de los aromas ambientales sin confundirse con fragancias más simples tipo desodorante a la salvia, aunque también quedando restringido a reuniones con amigos en pubs o al aire libre, perdiendo complejidad a eventos más formales. En lo romántico el perfume tiene un carácter que se malinterpreta como hiriente a corta distancia, con la capa de enebro tendiendo más a referencias de praderas que a una línea sensual de perfumería masculina, teniendo mejor potencial el aroma como perfume para destacar y disfrutar a nivel personal. Rango de edad entre 25 y 45 años.