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Born Wild for Woman by Ed Hardy

Este perfume de finales del 2010 se apega a un formato de lanzamientos pareados que ha seguido la línea de fragancias del artista gráfico estadounidense especializado en tatuajes Don Ed Hardy, apareciendo en compañía de una versión para hombre del mismo nombre y con la edición femenina distinguiéndose sólo por el decorado del envase, ambas apelando a un público salvaje y aventurero que recuerda el mundo de las motos y de las chaquetas grabadas con dibujos por el nombre del perfume que se asemeja al título de la canción "Born to be Wild" de la película "Easy Rider" de finales de la década del sesenta. El envase repite la forma de botella de su par masculino, consistente en un frasco rectangular con bordes curvos y una cubierta a modo de capucha que cubre la mayor parte de la botella, destacando una moneda grabada con las con las iniciales "DEH" y un grabado artístico tipo tatuaje con el rostro de una joven con pañuelo cuadriculado con una calavera tipo bandera pirata sobre un fondo de rosas, con el vidrio del envase teniendo un efecto en degradado que va de rosado a transparente. En los sitios de venta de productos de Ed Hardy no se encuentran referencias sobre estas fragancias, sin que se disponga de un listado de notas aromáticas.

En partida la fragancia presenta una breve combinación de grupos frutales rojos tipo frambuesas y fresas o frutillas de corte adolescente que evolucionan antes de los 5 minutos hacia una línea cercana a esta veta frutal pero centrada en una mayor presencia floral, con aproximaciones a peonías y fresias apagadas por un pequeño dejo de aporte alimonado que se abre a granadina y efectos dulces de la familia de la maracuyá y la guayaba que se afinan en damascos por encima de los 15 minutos, con un fondo floral medianamente tropical que recuerda una veta de Pulse de Beyoncé con incorporaciones de capas al lirio del valle y jazmín por un acabado tipo jabón limpio al fondo. En fase media al alcanzar los 30 minutos la fragancia presenta una mayor concentración dentro del grupo de azucarados que inclina la mayoría de las vetas rojas hacia líneas oscuras de moras y grosellas con una fragancia floral en principio de la familia de las rosas oscuras seguida de un cremoso menor a una tuberosa pero que se aproxima a gardenias y magnolias, incluyendo una variación más verde de la mora que adquiere un picor vegetal suave que recuerda a vetiver, pachulí y tallos de rosas con un acabado de madera polvosa que se mueve en paralelo al grupo frutal al llegar a 1 hora de aplicado. A las 2 horas la fragancia adquiere un matiz más verde que se intercala con los grupos de frutas que apuntan con más notoriedad hacia moras de baja acidez y poco azúcar, en principio dando la idea de brotes verdes de arbustos de groselleros pero que también da sensaciones de un jazmín o lirio del valle con una veta vegetal agregada, destacando a las 3 horas una sensación floral mucho más cercana a violetas que se complementan con las moras creando un efecto polvoso dulce, con una hebra que contiene dejos de rosas oscuras y tallos de rosas que crean un picor cercano a un estilo chiprés, aumentando la presencia de especiados de la familia de la pimienta rosada con aportes de vetiver a las 4 horas y dando más profundidad al grupo de moras al dar la idea de la reaparición de un punto de frambuesa que equipara la potencia de las frutas con los especiados. A las 6 horas los tonos frutas se funden dentro de un grupo floral de similar comportamiento, cambiando las moras por violetas mezcladas con pachulí que conservan un dulzor más áspero, abriéndose el aroma a las 9 horas a rangos más amplios que reducen las violetas en favor de jazmines más herbales con auras de lirios del valle y ascensos de musk, conservando el mismo enfoque a las 12 horas con retornos de dulce discreto no frutal unido con tallos de flores. En fase final a las 24 horas la fragancia presenta líneas que se confunden en un origen floral o frutal, con ideas de moras alineadas de cerca con lilas sobre un dulzor medianamente sintético que está a medio camino entre frambuesas y grosellas negras, con aumentos de musk y ámbar que reducen a un mínimo las presencias verdes anteriores.

El perfume comparte algunos rasgos oscuros con su par masculino, con una veta verde a la madera que baja el perfil adolescente de los frutales y combinando porciones de frutas y flores que calzan en un uso de diario atemporal al presentar aportes que se sienten bien tanto en épocas frías como medianamente cálidas, aguantando usos cotidianos aunque evitando un uso deportivo por un picor que puede sentirse molesto al transpirar. En oficina la fragancia aporta líneas serias a un aroma de frutas joven que permiten que alcance un nivel de vestuario semiformal, con un efecto memoria en general mediano que se confunde con otras propuestas basadas en moras y que se distingue del resto por momentos y a corta distancia por el picor de tallos de rosas, funcionando como aroma para reuniones y presentaciones no planificadas. En lo nocturno la fragancia tiende a inclinarse más hacia el segmento informal de fiestas que al semiformal de reuniones, con el picor especiado aflorando al bailar y con las moras sosteniéndose como capa dulce en conversaciones, dando la impresión de un perfume simple si se le exige mayor formalidad. En el caso romántico el aroma se sostiene sólo en el grupo de moras que es atractivo solo en parte, con las especies dando una impresión más bien personal que acogedora hacia la pareja. Rango de edad entre 20 y 45 años.