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Quartz Addiction by Moyneux

Esta fragancia del año 2013 es la tercera variante masculina de Quartz pour Homme de mediados de la década del noventa, después de Modern Quartz Men del 2000 y Quartz Silver pour Homme del 2011, con Addiction siendo el cuarto producto creado por el Groupe Berdoues como poseedor de la licencia de Molyneux y mostrando lo que parece ser una reactivación de la marca al tener 2 años de separación con su predecesor inmediato y sólo 1 año con la última fragancia femenina. El envase repite la forma de botella ancha usado por Quartz pour Homme y por Quartz Silver pour Homme, mostrando diferencias en el tapón que sigue siendo plateado pero careciendo de la textura que recordaba la corona de un reloj de pulsera, con el vidrio tomando una tonalidad opaca oscura que impide ver el decorado con forma de cono en la base que ha caracterizado a la serie desde Quartz pour Femme en los años setenta, con la caja manteniendo un color oscuro sin decorados extras y con el nombre eliminando la denominación "pour Homme". En el sitio de Parfums Molyneux no figura esta fragancia, sin que se tenga un listado de notas oficial que la describa.

En partida la fragancia muestra una nota dominante de granos de tonka tibios y con efectos turbios cruzados que lo acercan por momentos a resinas, con un punto licoroso que va en aumento y evoluciona hasta quedar en paralelo a la tonka al cabo de 10 minutos acercándose a efectos de coñac de perfumería, con cruces mínimos que dan la impresión de especias al mismo tiempo pero sin tener suficiente definición como para establecer una familia especiada. En fase media sobre los 20 minutos la fragancia define de mejor manera el grupo especiado acercándolo a canela y nuez moscada que se combinan de manera cercana con el coñac, profundizando al mismo tiempo la nota de tonka que mantiene su efecto tibio pero ahora en un formato más seco que recuerda a resinas inciensadas tipo olíbano con apariciones de madera de sándalo, mostrando un mayor dulzor en el tono de tonka que escapa hacia el lado de los frutales maduros absorbiendo parte de la canela y dando una idea de duraznos que pronto se abren a apariciones de bergamota complementaria con cáscaras de naranja a 1 hora de aplicado. Al aproximarse a las 2 horas el aroma comienza a presentar un ácido secundario que recuerda una rosa oscura de los años ochenta que se combina con una naranja amarga y madura que abre una veta de agua complementada por canela suave, con parte de la madera aumentando en presencia y agregando puntos dulces de pachulí confitado, aumentando la densidad de la naranja que se combina con tonka y resinas dando la idea de una naranja roja, con el perfume sintiéndose como el equivalente masculino de Amor Amor de Cacharel. Hacia las 2 horas y media la fragancia comienza a profundizar la nota de tonka que se asume como el origen de las vetas de fruta madura, variando la tibieza característica en un tono más atractivo y que combina de mejor manera los tonos de naranja amarga con confitado de pachulí, generando una sensación de mentolado de bosques que no alcanza a llegar a la familia aromática verde, mostrando los especiados una evolución a las 3 horas que aumenta la sensación de agua fresca incluyendo puntos de enebro con dejos de lavanda, acercándose a la idea de una base de fragancia masculina clásica de los años ochenta de la familia oriental. A partir de las 5 horas el perfume da un paso hacia mezclas especiadas amaderadas suaves de picor leve que se sienten asociadas a madera y talco con naranjas, con el grano de tonka todavía persistiendo e inclinándose hacia licorosos de coñac que reemplazan la veta anterior de frutas maduras, llegando a las 7 horas hacia un tibio dulce de resinas turbias de menor intensidad ambiental y que reduce al mismo tiempo la veta de pachulí tanto confitado como mentolado. Al alcanzar las 9 horas la fragancia se siente más seca y trayendo recuerdos de bases de perfumes conocidos centrados en tonka y resina, con el punto de naranja volviendo a una tendencia amarga y con la mezcla dando una impresión plástica diferente a la de una flor de azahar y atribuible a inciensos, marcando a las 12 horas una impresión más balsámica que vuelve a incluir tonos de mentol suave de bosque provenientes de un pachulí fresco, con las naranjas presentando líneas de fruta madura con las que reflota la línea de tonka. En fase final a las 24 horas el perfume presenta un dominio de tonka que se complementa con versiones más plásticas de resina que recuerdan porciones de Jacomo de Jacomo Rouge con un tinte amielado extra que va por ámbar, con cruces esporádicos de especiados de la familia de la canela y de la nuez moscada a nivel complementario y con ausencia de efectos de picor, con una idea vaga de un floral solapado que no alcanza a expresarse del todo.

Por la sensación de aroma conocido y por cierta nostalgia clásica, el aroma parece enfocarse a nivel de diario hacia un público semiformal y atemporal con momentos más relajados en invierno, sin apuntar a situaciones de deportes muy dinámicos y teniendo un comportamiento que está en un punto medio entre la fragancia personal relajada cotidiana y una de corte social. En oficina el aroma se siente pulcro y correcto, con un efecto memoria discutible al sentirse como una base de fragancia conocida relativamente común pero por momentos teniendo puntos de tonka con fruta madura destacados a corta distancia y que llaman la atención a nivel subjetivo, funcionando la mayoría del tiempo como un perfume personal y cotidiano de invierno. En el caso nocturno el aroma se inclina hacia el informal pulcro y el semiformal relajado, alejado de fiestas adolescentes donde proyecta una idea más madura y con cierto carácter para ir a pubs y juntas con amigos, quedando corto en proyección y complejidad al usar en eventos de corte formal. En lo romántico la fragancia funciona a corta distancia proyectando líneas acogedoras a partir de las 3 horas, en ambientes invernales y con baja aplicación para no marear. Rango de edad entre 25 y 50 años.