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Nilang by Lalique

Esta fragancia del año 2011, asociada a la marca de la casa de cristales francesa Lalique, reedita una fragancia del mismo nombre creada en 1995 conservando la misma estructura aromática pero cambiando su envase que se alinea con el resto de las botellas de perfumes de esta marca, apelando a una recuperación de los estándares de elegancia clásica de la perfumería en un formato más moderno y manteniendo una inspiración común con la edición original en torno a una flor de loto. El envase sigue una forma que recuerda la botella de Amethyst también de Lalique, con una forma rectangular de vidrio grueso en la base y tapón transparente con un centro en tonos dorados, manteniendo los surcos verticales del frasco original que ahora aparecen impresos en lugar de estar tallados en el vidrio y que representan las texturas de un capullo de flor de loto. En el sitio de Lalique Parfums destacan que las notas principales de esta fragancia son: loto, durazno, mandarina, melón, fresias, jazmín acuático, flor de clavo de olor, arándanos silvestres, ámbar, vainilla, praliné, sándalo y musk.

En partida el perfume muestra un inicio floral neutro con trazas de inciensos tenues que comienzan una evolución constante, pasando por brillos de chocolate y madera para llegar antes de 5 minutos a la idea de un pachulí limpio y discreto, sin rastros verdes y con un pequeño dejo confitado que se compensa con las flores y con puntos discretos de la familia de las mandarinas. En fase media a 20 minutos la fragancia comienza a aumentar la profundidad del pachulí, acercándose a tonos más oscuros cercanos a Angel de Thierry Mugler que solapan a los florales, con retornos de inciensos suaves y aires de grosellas oscuras ligadas a rosas, llegando antes de los 45 minutos a una capa dominante y marcada de pachulí sobre una base de bergamota alimonada con aires más ácidos de peonías, complementando esta veta a 1 hora y media con rasgos de ámbar con puntos especiados mesurados en la base que traen aires de una colonia masculina, con el pachulí volviéndose un poco más agresivo y denso. A las 2 horas el cuerpo de pachulí reduce su densidad y se vuelve más sucio y terroso, incorporando vetas frutales densas que recuerdan a mangos, damascos y maracuyá acercándose al aroma de Angel de Mugler en su formato Eau de Toilette, afinando el punto especiado que da un paso por clavo de olor y luego hacia canela, con el pachulí con los puntos tropicales manteniendo una evolución en torno a líneas densas que se inclinan a ámbar y resina con dejos de granos de tonka y un aire a cuero al fondo, con las flores todavía manteniendo un carácter secundario y neutro cercano a fresias por un aumento de tintes alimonados afines con las frutas que se hacen más notorios a las 3 horas. Sobre las 5 horas el punto de pachulí absorbe a las frutas dando una nueva variante que trae de vuelta los puntos de chocolate con vestigios verdes ligeramente mentolados y un dejo de vainilla como en TL Pour Lui de hombre de Ted Lapidus, manteniendo el carácter femenino por porciones de damascos todavía presentes que incluyen flores neutras que ocupan más espacio a las 8 horas. A las 10 horas el pachulí vuelve a dividirse en una veta de vainilla y chocolate con verdes más cercanos a vetiver con mentol, sumando variantes de especiados cercanos a vainilla que dan un picor breve en nariz a las 12 horas. En fase final a 24 horas se siente un pachulí dominante y dulce que ahora se siente menos agresivo y con trazas de madera y cardamomo, con los grupos frutales fundiéndose en una vainilla también dulce y ambarada con un efecto de chocolate picante con un dejo de clavo de olor y comino con eneldo.

El perfume por su centro de pachulí y el complemento frutal parece mostrar una oscilación con respecto a la ocasión de uso, inicialmente dando ideas de una fragancia de diario primaveral de días no demasiado calurosos y luego inclinándose hacia un estilo social de invierno mucho más recargado que da preferencias de uso en exteriores por su densidad, oscilando también en la edad aparente de uso y dando saltos entre un juvenil con personalidad y un maduro exótico, en todos estos casos teniendo en común una imagen algo reposada que evita dinamismos y situaciones deportivas informales. En oficina el aroma destaca y sale del promedio, teniendo un efecto memoria de alto a mediano por confusiones momentáneas con perfumes de la familia de Angel de Mugler, proyectando una imagen con personalidad por momentos intimidante y agresiva, pudiendo resultar intrusivo en espacios cerrados pero también siendo una buena alternativa para usar en presentaciones u ocasiones que requieren imponer una idea sin dar opción a réplicas u opiniones. En el caso nocturno la fragancia adquiere un matiz artesanal correcto y elegante a la vez, con suficiente fuerza y flexibilidad para usar en matrimonios en primavera y manteniendo seriedad para cenas y reuniones de carácter pulcro, alejándose de enfoques adolescentes y de situaciones demasiado informales o dinámicas como fiestas. En lo romántico la fragancia proyecta líneas sucias a distancia que producen efectos sensuales, sin embargo a corta distancia el centro de pachulí con frutas en su etapa inicial se siente intimidante y sofocante por momentos a corta distancia. Rango de edad entre 25 y 50 años.