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CH Eau de Parfum Sublime by Carolina Herrera

Este perfume de comienzos del 2013 se agrega a la colección de fragancias de Carolina Herrera, puntualmente dentro de la línea CH que se caracteriza por tener un enfoque más joven y cercano a vacaciones y viajes de fin de semana fuera de la ciudad, con este perfume conservando las características planteadas en la versión original del 2007 de alegría carismática, espontaneidad y buen humor pero dándole un giro de misterio e intriga de mayor sofisticación. El envase muestra una evolución con respecto a la forma de botella original, conservando las líneas cilíndricas basadas en un estuche de sombrero pero ahora con la botella asumiendo un formato horizontal más alargado que recuerda un bolso o cartera, con el envoltorio tradicional que imita un cuero tomando un color morado intenso y con colgantes de metal con las letra "C" y "H" adornadas con un lazo de tela también morado. En el sitio de Carolina Herrera señalan que las notas básicas de la fragancia son: bergamota, flor de la pasión o de maracuyá, rosas, orquídeas, pachulí y cuero.

En partida la fragancia muestra un tono distintivo de flor de maracuyá dulce y levemente azucarado que recuerda porciones de Hypnôse de Lancome, seguido de un dulzor vivo avainillado más tropical que lo acerca en estilo e intensidad a Amor Amor de Cacharel en sus versiones original y Elixir, cruzado con confitados de fondo que traen recuerdos del praliné de la versión original de CH, con la fragancia sosteniendo esta línea al menos hasta los 15 minutos cuando se siente un descenso de los tonos vivos, centrándose la fragancia en un punto de azúcar que se desliga de la idea de pachulí y se mantiene en un efecto frutal tibio. En fase media a 30 minutos el aroma sostiene una aproximación cercana a Hypnôse, con azucarados de maracuyá tibios que van complementados por mandarinas concentradas en ascenso seguidas de una veta fresca más verde que presenta rasgos de lavanda de pradera, volviendo a reflotar líneas de vainilla tropical en la base e insinuando a 1 hora una impresión de un agua floral que se acerca a rosas oscuras como una evolución del punto vago de lavanda, con la maracuyá acercándose a tonos de fruta madura suave a nivel ambiental y sintiéndose un ahumado breve de muy corta duración que es absorbido por la vainilla y la fruta, pero que a 1 hora y media comienza a perfilar un tono de canela amaderada fría. A 2 horas el perfume muestra un cambio en su estructura, bajando los tonos de maracuyá al fondo los cuales se funden con la idea de una flor polvosa que se mueve entre jazmines, rosas y violetas, resaltando un especiado amaderado que se aleja de la idea de canela y se aproxima a tonos de bosque tipo musgo con terroso de pachulí no verde, decayendo al mismo tiempo la intensidad aromática que presentaba el perfume al comienzo y manteniéndose más apegado a la piel como un chiprés terroso que conserva tibiezas dulces de vainilla con vestigios de fruta, inclinándose de manera más notoria hacia musgo y pachulí amaderado al llegar a las 3 horas y seguido de un floral neutro de baja presencia que aporta efectos de polen y que parece guardar relación con rosas. A las 4 horas la fragancia muestra un repunte de la línea de maracuyá, alejándose de los efectos de azúcar y fruta y enfocándose en un tono de flor que vuelve a recordar las notas principales de Hypnôse pero arrastrando una proporción mayor de vainilla, con la veta de pachulí bajando en presencia en favor de un especiado tipo clavo cercano a rosas clásicas, ocurriendo un nuevo cambio a las 6 horas cuando se sostiene una veta de madera dulce con tintes marcados de pachulí que se inclinan a confitados tibios, los que al combinarse con residuos de frutales de maracuyá dan ahora una aproximación hacia el aroma de Angel de Thierry Mugler en su versión Eau de Toilette. Pasadas 9 horas la fragancia mantiene una interferencia en torno a la base de madera que incluye especiados ligeros y crean un efecto frío que vuelve a recordar a rosas que superan los grupos frutales y recuerdan puntos chiprés característicos de perfumes clásicos de los años ochenta, complementado por capas tibias de confitado de pachulí que pasan hacia ambarados más simples y lineales que son cruzados por una traza cercana a nerolí con tintes herbales, llegando a 12 horas con efectos atalcados dulces que dejan atrás las vainillas de la partida en favor de capas de ámbar con menor proporción de madera y puntos dulces fragantes indefinidos que están entre flores y frutas bajas, con la intensidad reduciéndose notablemente y manteniéndose apegada a ras de piel. En fase final a las 24 horas la fragancia presenta una capa principal que recuerda confituras de pachulí junto con un punto floral vago de pétalos de rosa clásica, desarrollando con el paso de los minutos un fondo que contiene porciones de verdes de bosque levemente húmedas y maderas a la nuez moscada que parecen derivar del pachulí y de musgo, teniendo un aspecto de perfumería masculina pero sin alcanzar a precisar la nota de cuero declarada, en general presentando una estela e intensidad apegada a la piel.

La fragancia muestra un inicio llamativo centrado en tonos vivos y de alta intensidad que decaen con el tiempo para estabilizarse en una línea más clásica de terrosos especiados, presentando a nivel de diario una estructura de corte atemporal, con un mejor potencial de uso informal y semiformal primaveral que se inclina con el paso de las horas hacia un semiformal de invierno e interiores, evitando un uso deportivo intenso por la densidad de sus notas a ras de piel. En oficina el perfume alcanza un buen efecto memoria durante las primeras 2 horas destacando una personalidad atrevida y magnética con suficiente empatía entre colegas, pasando a luego a un clásico correcto de tipo chiprés con aires clásicos e influencia de fruta madura y pachulí que rebaja el efecto memoria inicial a niveles medianos y presentando rasgos de autoridad más calmada o elegancia menos estridente. A nivel nocturno la fragancia se apega a líneas más elegantes, apuntando a situaciones semiformales como fiestas y cenas, llegando incluso en algunos casos de media estación a funcionar en matrimonios no complejos si se aplica por primera vez al salir de casa, volviéndose más reposado y perdiendo brillo después de unas 3 horas. En el caso romántico el perfume se siente llamativo sólo al comienzo y mostrando rasgos más indiferentes y clásicos hacia el final, en general apuntando a un uso que se aprovecha mejor como fragancia personal que sensual. Rango de edad entre 20 y 50 años.