Bobbi by Bobbi Brown

Esta fragancia del año 1998 es la primera dentro de la marca Bobbi Brown, fundada por la empresaria estadounidense del mismo nombre quien tuvo sus comienzos como maquilladora de modelos aprovechando sus estudios de maquillaje teatral, haciéndose conocida a nivel independiente y siendo llamada para trabajos de portadas de revistas, notando que la mayoría de los maquillajes daban una sensación artificial sobrecargada propia de la década del ochenta y sintiendo la necesidad de contar con productos que dieran un aspecto más natural para mujeres normales en actividades cotidianas, lanzando en 1991 una propuesta de lápices labiales que tuvo buena acogida y que la motivó a proponer nuevas ideas de productos que potenciaran la impresión de rostro ligero y de aspecto no maquillado bajo el lema "las mujeres quieren verse y sentirse como ellas mismas, sólo más atractivas y confiadas", despertando el interés de Estée Lauder quien compró la empresa a 4 años de estar operando. El envase se apega a un formato que estandariza las botellas de los perfumes de la marca Bobbi Brown reemplazando los diseños anteriores, con el frasco siguiendo líneas rectangulares lisas con un tapón negro cilíndrico, con el nombre del perfume grabado en letras negras simples en una de las caras. En el sitio de Bobbi Brown Cosmetics señalan a grandes rasgos que las notas aromáticas del perfume son: cítricos y notas verdes.

En partida la fragancia se mueve dentro de una tonalidad floral discreta y con una estela aromática mesurada y apegada a la piel, con ideas de jazmines clásicos con rasgos aldehídicos que derivan hacia un desarrollo de tallos de flores en la base hacia los 10 minutos que incorporan rasgos verdes ligeros a la mezcla. En fase media a 20 minutos se siente un aumento en la intensidad del aroma dando la impresión que las notas aromáticas comienzan a potenciarse e integrarse entre sí, con una línea mejor definida de jazmín limpio seguido de bases de lirios del valle medianamente jabonosos y complementados por una segunda flor más intensa que en este punto se mueve entre violetas y fresias, con un desarrollo alimonado de la base de jabón a los 40 minutos que recuerda a cáscaras de lima, dando puntos más frutales a 1 hora que insinúan la presencia de rosas frescas mezcladas con fresias y jabón de lirios del valle. A 2 horas y media el aroma se siente más verde y silvestre, centrado en pétalos de jazmín con referencias a peonías blancas y lirios del valle con un aire a una versión fresca de Gucci Envy pero con una base verde mayor que recuerda a flores de azahar no alimonadas, tendiendo hacia peonías no rojas de baja intensidad mezcladas con musk y polen dulce con una cercanía a mimosas y almendras a las 3 horas. Hacia las 5 horas el aroma comienza a mostrar cambios beneficiando una base en ascenso de aspecto frío de la familia del calone que se siente como una variante de jazmines hacia el verde, llegando a las 7 horas a un tono de melón sin azúcar y cayendo en este punto hacia tonos de tallos más jugosos y frescos, volviendo sobre las 9 horas a una mezcla más dulce de musk y polen que retornan la línea del perfume hacia jazmines y lirios del valle, con un punto vago de frutas verdes todavía perceptible a las 12 horas y que agrega un efecto de capa limpia al perfume. En fase final a las 24 horas la fragancia se vuelve mucho más suave en intensidad y más apegada a la piel, con nuevos tonos frutales que recuerdan a ciruelas como derivado de violetas o rosas oscuras junto con limpios de lirios del valle, con un segundo punto también frutal que reúne las vetas verdes de las etapas anteriores concentrándolas en un melón apagado.

La fragancia parece apegarse a una filosofía similar a la de la línea de maquillaje de la misma marca, con un aroma apegado a la piel que aporta confianza de manera sutil sin apelar a efectos estridentes o llamativos a distancia, beneficiando una imagen femenina y correcta semiformal que, dentro de un ámbito de diario, muestra una tendencia de uso primaveral que aguanta situaciones cotidianas sin sentirse como un producto desperdiciado en solitario, aunque sintiéndose algo extraño como perfume para situaciones deportivas. En oficina el aroma se siente correcto y por momentos discreto, apegándose a un uso más personal que social y manejando una estela discreta perceptible como aura limpia a distancia de conversación, con un efecto memoria mediano a bajo al no presentar puntos aromáticos notorios que produzcan una primera impresión que salga del promedio, beneficiando una imagen pulcra y profesional no sobrecargada. En el caso nocturno el perfume no alcanza a tener una estela con suficiente fuerza para destacar y desmarcarse de la competencia, sintiéndose como una fragancia ligera que es superada por la mayoría de los aromas ambientales, teniendo un mejor potencial de desplante durante el día. En lo romántico la fragancia alcanza a plantear líneas gratas que sustentan una imagen femenina pulcra, apuntando más a situaciones con pareja conocida que de conquista por su estela de corto alcance. Rango de edad entre 25 y 60 años.