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I Love New York for Her by Bond No.9

Este perfume del año 2011 es parte de la trilogía original "I Love New York" conformada por una fragancia femenina, una masculina y una unisex lanzadas al mercado al mismo tiempo y sobre la cual se han creado nuevas ediciones que celebran hitos como el día del padre y de la madre, el día de la tierra y la legalización del matrimonio del mismo sexo en la ciudad de Nueva York, en particular con esta versión femenina rescatando la idea de aromas gourmand planteados en "I Love New York for All" que se sienten en el ambiente de la ciudad, enfocándolo en este caso hacia grupos frutales asociados a olores de pastelerías. El envase mantiene la forma de botella tipo estrella que caracteriza los perfumes de la marca Bond No.9, con el logo abreviado de la ciudad de Nueva York al centro en blanco con letras negras, con el resto de la botella cubierta de un color rosado intenso. En el sitio de Bond No.9 destacan que las notas principales de la fragancia son: cáscara de mandarina, nuez moscada, arándanos, rosas, peonías rosadas, pachulí, musk, vainilla, sándalo y cuero.

En partida la fragancia presenta una nota muy dominante de pachulí confitado, la cual agrega gradualmente una naranja que por momentos supera al pachulí, llegando el perfume a un punto dulce y concentrado de piña que recuerda el aroma de esencias usadas en brillos labiales, volviendo a un pachulí mucho más concentrado y con vetas de chocolate y resinas en el estilo de Angel de Thierry Mugler a los 10 minutos. En fase media a los 30 minutos se siente un retorno de la piña que equipara nuevamente al pachulí, variando hacia líneas más cítricas y aromáticas de pomelo y que se abren a tibios de vainilla, con un tono breve de aspecto masculino que se presenta en este punto y que se acerca a capas de madera especiada, pero que vuelve a caer a 1 hora de la partida fundiéndose con el pachulí. A las 2 horas la nota cítrica aumenta en profundidad, manteniendo el pomelo pero ampliándose hacia naranjas rojas y mandarinas con un punto ácido destacado que está entre piñas y maracuyá con durazno, con el pachulí conservando parte de su efecto confitado pero tendiendo gradualmente hacia terrosos de bosque con aparición de puntos verdes discretos, quedando relegada la presencia de pachulí al fondo a las 3 horas y conservando una idea de ensalada de frutas tropicales en la capa dominante. A partir de las 4 horas se sienten variaciones en la veta frutal ácida, sintiéndose mayor presencia de grosellas rojas y trazas de arándanos que dan una aproximación a mezclas de peonías y rosas, suavizándose aun más las frutas hacia las 6 horas y adquiriendo un carácter más dulce y azucarado que se balancea con la sensación de confitado acaramelado inicial del pachulí, conservando un cremoso de mango y piña que se hace notar como nota central. Sobre las 9 horas el pachulí reaparece combinado con puntos de madera y rosas, delegando la parte dulce a frutas de la familia de la piña y el mango, con un matiz adicional más jugoso de frutos rojos con azúcar que se agrega a las 12 horas. En fase final a 24 horas el perfume mantiene el grupo frutal con menos participación de piña y beneficiando un predominio de mango y frutos rojos que ahora se abren a frutillas e insinuaciones de frambuesas, aumentando la densidad de las frutas las cuales se comportan más como un extracto concentrado levemente sintético que como un postre o una ensalada de frutas, reduciendo la presencia de pachulí a un mínimo y conservando el tono de confitado que se fusiona con los frutales, con una leve cercanía con variantes de temporada de Angel de Mugler.

La fragancia juega con una idea central dulce común a las dos notas dominantes de pachulí y frutas que presenta el perfume, con momentos de acidez que al menos en el escenario de diario abren la posibilidad de uso en verano y que compensan la línea originalmente invernal del pachulí, en general evitando actividades deportivas intensas y apelando a un uso social que podría sentirse desperdiciado en solitario o en ocasiones demasiado cotidianas. En oficina la fragancia es llamativa en pasillos, teniendo momentos de confusión con algunos perfumes similares a Angel de Mugler o creados en la década del 2000 con un centro basado en pachulí acaramelado, mejorando su efecto memoria al aparecer las combinaciones frutales pero todavía manejando cierto riesgo de intrusividad o de intimidación en lugares pequeños o con mala ventilación, manejando un estilo semiformal que se mantiene lejos de lineamientos adolescentes. En el caso nocturno la fragancia saca provecho de su intrusividad apuntando hacia eventos de corte social y que están en el nivel semiformal, sintiéndose denso y rígido en fiestas con bailes o en un público joven, y presentando líneas algo estáticas y con poca variación en galas más formales. En lo romántico el perfume se mueve con mejor soltura en invierno, aprovechando un clima frío que permita desarrollar con mayor soltura la veta tibia del pachulí y las frutas, necesitando de pocas aplicaciones para no cansar o marear a corta distancia, con la capa de rosas dando un aire clásico un poco más atrevido capaz de iniciar una conversación desde cero. Rango de edad entre 25 y 45 años.