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Dynastie by Princesse Marina de Bourbon

Esta fragancia de finales del 2010 aparece en el mercado en compañía de una segunda versión también femenina llamada Dynastie Mademoiselle, diferenciándose ambas entre sí por el público objetivo, teniendo Dynastie un enfoque más clásico y elegante, y con Mademoiselle teniendo una inclinación a un uso más juvenil y fresco. El envase de la fragancia vuelve a hacer referencias a ideas de monarquía de la Princesa Marina de Bourbon al igual que en otros perfumes de la marca, con un envase con forma de rombo y un tapón que recuerda una corona, ambos dando la idea de un cojín usado en coronaciones, con decorados de perlas grabados en el borde de la botella y dibujadas en la caja que hacen referencias a las perlas de la corona de la dinastía Borbón, diferenciándose de Dynastie Mademoiselle por el líquido en su interior de color morado. En el sitio de Marina de Bourbon sólo muestran imágenes de la fragancia sin describir su composición, por lo que no se cuenta con un listado oficial de notas.

La fragancia tiene una partida floral y frutal centrada en ideas de violetas con moras y grosellas oscuras, con una variación de parte de los frutales oscuros hacia frutos rojos ligeramente sintéticos tipo saborizante de alimentos, con florales imprecisos al fondo pero dando características clásicas que van entre fresias con jazmín. En fase media a 40 minutos la fragancia se inclina más hacia los frutos rojos, rozando la frambuesa en líneas artificiales sin llegar a un estilo adolescente, retornando luego a mora con frutos neutros densos entre damascos y duraznos con un dejo a polen, registrando estos frutos rojos un carácter muy dominante a 1 hora y media de la partida y generando una alta estela ambiental que gira en torno a guindas de jugo en polvo cercanos a uva y que a las 2 horas dan una nota muy breve que recuerda a chocolate graso con leche. A las 4 horas las líneas frutales rojas se mantienen estables y bastante lineales, agregando en este punto capas tibias secundarias de ámbar y granos de tonka con rasgos de clavel y especiado de tallos, sumando un punto ácido no cítrico e indefinido a la porción frutal, registrando a las 5 horas una evolución del punto de guinda que deriva hacia peonías y con el alimonado abriéndose hacia fresias y flor de azahar, manteniendo como base una capa de ámbar con cercanía a musk, bajando las frutas a las 10 horas y sosteniendo un ámbar con vainilla y grosellas azucaradas que nuevamente tienden a uva sintética hacia las 15 horas. En fase final a 24 horas la fragancia mantiene la línea frutal que retorna de uvas a grosellas y guinda con más inclinación a frambuesa no ácida, con más presencia de flores en la línea de las peonías con fresias seguidas de una tercera flor limpia y jabonosa, mesurando su intensidad y densidad con respecto a la fase anterior y volviendo a líneas más clásicas.

La fragancia muestra un aroma con gran personalidad, en principio clásico pero luego apuntando hacia un estilo más joven a medida que evoluciona, con líneas frutales densas que en un estilo de diario se sienten atemporales, aguantando situaciones cotidianas no deportivas y destacando en exteriores de clima fresco a nivel social. En oficina el perfume presenta momentos de alta intensidad que se escapan de las manos volviéndose muy intrusivo en espacios cerrados, siguiendo un enfoque personal destacado pero que a nivel laboral puede malinterpretarse como un individualismo excesivo. En el campo nocturno el aroma tiene su punto fuerte, superando olores ambientales en fiestas informales y semiformales sin requerir sobreaplicación, tendiendo a sentirse más lineal y cotidiano a medida que aumenta la formalidad. En lo romántico la fragancia presenta lineas llamativas a distancia, pero tiende a resultar molesto y ahogante a corta distancia. Rango de edad entre 20 y 50 años.