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Lolita Lempicka L'Eau Masculin by Lolita Lempicka

Esta fragancia del 2010 aparece como una edición derivada de Lolita Lempicka au Masculin del año 2000, siendo este nuevo perfume una versión más fresca y ligada a la naturaleza al seguir un enfoque verde que gira en torno al agua, destacando una nueva nota central poco común en otros perfumes consistente en madera de violetas. El envase mantiene líneas de diseño similares al original con un vidrio con texturas que recuerdan a una corteza de árbol y rocas cristalinas con hiedra alrededor y un corazón grabado dentro de las estrías del frasco, cambiando la tonalidad de la botella de un morado lavanda a un verde claro tipo agua y reduciendo el tamaño del tapón que mantiene el acabado plateado, con una presentación que recuerda mucho a Fleur Defendue como versión de jardín del primer Lolita Lempicka. En el sitio de Lolita Lempicka señalan que las notas principales para esta fragancia son: pimienta rosada, verbena, jazmín, madera de violeta, vetiver y madera de oliva.

En la partida la fragancia muestra una base fresca cercana a bergamota no alimonada seguida de tonos terrosos más bajos que un vetiver, con un dejo vago del punto de regaliz del original moviéndose en un segunda plano, ascendiendo a los 10 minutos esta última nota y dando variaciones que se mueven entre caramelos de anís no picante y regaliz vegetal, bajando al fondo la porción terrosa que se mueve entre una madera polvosa y dejos especiados cercanos a una pimienta verde. En fase media a 30 minutos el aroma resalta la veta del anís con un aspecto sucio, con rasgos de un especiado terroso de la familia de la pimienta que da un comportamiento oscilante cercano al pomelo amargo y la salvia, con un fondo floral de jazmín antiguo que se acerca a esta impresión amarga y con restos de regaliz que aportan una sensación licorosa baja sin acercarse a la veta de violetas que suele estar asociada a esta nota. A 1 hora el aroma amargo de salvia se inclina casi por completo a jazmín antiguo seguido de porciones de violetas polvosas ásperas cercanas a un iris terroso, aumentando el fondo de bergamota hacia un alimonado vegetal y con parte del tono cercano a vetiver abriéndose a un tipo de madera verde y polvosa que podría ser la madera de oliva por una idea de Must pour Homme de Cartier en versión desodorante al asociarse con los dejos de anís. A 2 horas la fragancia comienza a concentrar varias de las notas en una veta amaderada seca y polvosa, con la línea de anís y regaliz con violetas intensificándose más hacia iris con jazmín, y con la madera de olivo variando hacia un palisandro con vetiver que roza la pimienta con salvia, en un estilo vegetal que recuerda porciones verdes de Guerlain Homme. A 4 horas se mantiene como nota principal una madera ligera seca acompañada de violetas oscuras y polvosas cercanas a talco que se alejan ahora del tono terroso de iris para potenciar la idea de jazmín clásico y antiguo, absorbiendo también el jazmín las ideas cruzadas de salvia con amargos y manteniendo al fondo un seco algo sucio que recuerda un especiado con resina. A las 8 horas la fragancia deja atrás varias de las capas terrosas en favor de un repunte del grupo floral por el lado de las violetas que se siente mucho más fresco y menos atalcado, con retornos de anís suave y jazmín que pasa del amargo antiguo al jabonoso limpio sobre una base de agua especiada suave no picante que mantiene rasgos vestigiales de madera, con algunas porciones de talco dando una idea infantil que pasa pronto a un dulce de vainilla cercano a Le Male de Jean Paul Gaultier pero en una versión mucho más rebajada. En fase final el aroma tiende a grupos tenues de vainilla, granos de tonka y cumarina con dejos de anís y madera suave al fondo que tienden a tomar predominio sobre el conjunto de vetiver con verdes, dando impresiones de algunos puntos en común de Allure Homme de Chanel, Le Male de Gaultier y Must pour Homme de Cartier, pero en un formato suavizado.

La fragancia muestra una evolución mucho más marcada hacia el lado rústico y natural en comparación con la versión original, que giraba en torno a ideas algo agresivas de anís y regaliz con lavanda y que mostraban un estilo elegante clásico e irreverente a la vez, esta vez yendo hacia líneas más verdes y frescas que rozan la idea de un desodorante en su fase media pero que luego se estabilizan en un fresco floral con base en agua especiada que se proyecta bien en un uso de diario veraniego, tanto urbano como en exteriores y aguantando un uso deportivo ligero. En oficina la fragancia maneja niveles de intensidad más bajos que la versión original consiguiendo también un efecto menos intrusivo, con un punto verde de salvia que se presta a confusión con un desodorante más sencillo pero mejorando a partir de la mitad con un tono de vainilla con florales que se siente como una buena alternativa de verano a Le Male de Gaultier sin parecer una copia, manejando un desplante que va del semiformal de camisa abierta al informal, con algunos momentos en lo que consigue un efecto memoria mediano al hacerse notar a distancia de conversación cuando repunta el regaliz con violetas y bajando a nivel de disfrute personal en la porción de vetiver con madera y verdes. Por el lado nocturno la fragancia se mueve con mayor libertad que en oficina, mostrando mayor dinamismo y mayor agresividad en la porción de verdes que aguantan una sobreaplicación para conseguir un efecto intrusivo, nuevamente en un estilo de semiformal a informal inclinado a fiestas y pubs que puede ajustarse a reuniones más íntimas con amigos al mesurar la cantidad de perfume aplicada. En lo romántico el aroma maneja grupos aromáticos poco afines a la seducción, con verdes bien mezclados para un disfrute personal y porciones de violetas con vainilla, anís y madera algo más territoriales. Rango de edad entre 25 y 45 años.