Green Tea Lavender by Elizabeth Arden

Esta fragancia del 2010 se suma a la serie de ediciones de temporada preparadas por Elizabeth Arden cada año, inspiradas en Green Tea de 1999 y reeditadas en forma anual conservando la base de té verde pero incorporando nuevas notas de acuerdo a un concepto que es el que determina el nombre de la fragancia. Con Green Tea Lavender se privilegia un centro de lavanda que da un enfoque más cercano al agua de colonia tradicional de occidente que se desmarca de la línea oriental establecida el año anterior con Green Tea Lotus, complementando la nota de lavanda con mezclas de hierbas de corte silvestre. El envase mantiene el uso de la botella clásica de Green Tea de corte recto y perfil ovalado con la hoja de té clásica grabada al frente en verde, pero cambiando el color del vidrio y del tapón por un tono morado cercano a las flores de lavanda, con la caja del perfume también usando un color cercano al lila y agregando ilustraciones de tallos de lavanda que provienen de los costados. En el sitio de Elizabeth Arden señalan que las siguientes son las notas principales de la fragancia: limón Meyer (una variante china de limón, más dulce y redonda), mandarina, menta tipo hierbabuena, manzanilla o camomila, té verde, té Oolong, lavanda, magnolia, musk, abedul y semilla de ambrette.

La partida de la fragancia se siente alimonada, con rasgos de té verde seguidos al cabo de un par de minutos de tonos de lavanda suave cercanos a una colonia fresca del tipo Roger & Gallet pero sin ir hacia el lado especiado o masculino, intensificándose el estilo de colonia hacia los 10 minutos. En fase media a 40 minutos los rasgos de lavanda caen en forma drástica en favor de un repunte del aroma de té verde cítrico y vegetal, incluso con puntos florales tipo té de jazmín que recuerdan la primera edición de Green Tea, ascendiendo a un nivel dominante y cubriendo posibles notas secundarias. A 1 hora y media la fragancia mantiene el centro de té verde, tendiendo a líneas más ásperas y secas dentro del ámbito vegetal, con menos flores y cruces ocasionales de bergamota y agua fría de cáscara de mandarinas, con ideas herbales al fondo más cercanas a pradera que a lavanda. A 3 horas y media la fragancia mantiene líneas rústicas de té verde con ausencia de florales e impresiones ligeramente masculinas al fondo que están entre la lavanda y el vetiver, manteniendo una intensidad similar o ligeramente menor a la edición Green Tea original. A 5 horas la nota de té verde se siente un poco más limpia y centrada en los alimonados, con los rasgos de pradera al fondo dando puntos fugaces de manzanilla o camomila, con muy poca precisión de las notas secundarias que se sienten opacadas por el té verde, sintiéndose un pequeño dulzor de fondo que podría ser una flor o un ámbar. Pasada las 12 horas el aroma vuelve a rondar la idea de colonia dulce al reafirmar un tono cítrico por el lado del té verde, con partes dulces de cáscara de mandarina y puntos fríos al fondo un poco clásicos que parecen marcar un retorno de la lavanda. En fase final el estilo de colonia cae en favor de una capa dominante de musk con dulces de bergamota y partes de hierbas de pradera, con sensación general de tallos y camomila suave, demorando unos minutos en volver el aroma del té verde con cuerpo de agua, en un punto medio entre colonia y alimonado seco.

La fragancia se apega bastante al aroma de Green Tea original, haciendo un paso rápido inicial por un estilo de colonia unisex a la lavanda y luego retornando a la veta de té verde que ahora se siente un poco más vegetal y tosca sin porciones florales considerables, sintiéndose más funcional que la primera edición de 1999 y mejor enfocada por este lado hacia un uso de diario veraniego más cotidiano, incluso ahondando más en actividades deportivas y en usos en solitario sin perder el enfoque social. En oficina el aroma va por el estilo natural, todavía con un perfil social pero acercándose a una tendencia de colonia fresca algo artesanal usada por otros perfumes de la misma época, balanceando ideas de limpieza y empatía sincera pero sin concentrarse en un estilo laboral estricto. Por el lado nocturno la fragancia todavía conserva una buena intensidad para moverse en ámbitos informales y semiformales teniendo en cuenta un objetivo funcional de noches calurosas, sintiéndose fresca al transpirar en fiestas y como aroma relajado no denso ni descolocado en reuniones íntimas. En lo romántico el aroma directamente va hacia el lado del disfrute personal, sin intenciones directas en conquistar o seducir. Rango de edad entre 20 y 60 años.