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Charlie Red by Revlon

Esta fragancia del año 1993 forma parte de las fragancias fabricadas por la marca estadounidense Revlon, una empresa fundada en 1932 cuyo nombre proviene de la mezcla del apellido de los dos hermanos fundadores Charles y Joseph Revson con la "L" inicial del apellido del químico Charles Lachman, quien les ayudó a crear la primera línea de productos consistente en una versión más estable de un esmalte de uñas basado en pigmentos, creando esta empresa en 1973 el perfume Charlie, que revolucionó el mercado de la época ofreciendo la visión de una mujer con iniciativa, independiente y laboralmente a la par con los hombres, con la publicidad aprovechando el movimiento feminista iniciado en los años 60. En particular Charlie Red es el primero de una serie de ediciones aparecidas después del éxito cosechado por Charlie en la década del ochenta, sumándose a otras versiones como White, Silver y Gold, con Red siendo promocionado como la alternativa sensual de la serie y conservando la misma forma de frasco del original, presentando algunas variaciones según el país de fabricación y que van desde tapones de mayor tamaño hasta vidrio con acabado esmerilado y botellas triangulares para frascos de menor tamaño. En el sitio de Revlon hacen referencia solamente la versión original de Charlie, pero en algunas cajas de Charlie Red describen a la fragancia con las siguientes notas: rosas, vainilla, madera y casís.

La partida es lenta, con un aroma suave que demora en evolucionar y tomar cuerpo, alcanzando a los 2 minutos de aplicado un tono de rosas frutal acompañado de un punto de canela que no alcanza a determinar un estilo especiado, mostrando un comportamiento ligeramente jabonoso que se consolida a los 10 minutos con una capa central de jabón tipo jazmín más cercano al de un producto cosmético que al de un jabón de perfumería artesanal. En fase media se mantiene la línea de jabón de jazmín joven, afinándose el grupo frutal de la rosa a 30 minutos por el lado de las mandarinas y las bergamotas pero sin sobresalir de la capa secundaria en la que se mueven, aumentando el dulzor de las flores hacia los 50 minutos cuando se agregan tonos de madreselva con miel seguida de un refinamiento de la nota de jazmín que pasa del jabón a un floral más natural con un punto dulce ligeramente cremoso cercano a gardenia que comparte espacio con el frutal de bergamota. A las 2 horas la porción de jazmín parece tender hacia lirios del valle por una impresión más vegetal de jardín, manteniendo en el fondo una mezcla mucho más frutal de duraznos con bergamota que guardan relación con una gardenia más apagada, con poca presencia de las rosas del comienzo excepto por una idea vaga de grosellas oscuras al fondo y que se confunden con los rasgos de nota de miel. A las 3 horas se siente una variación de la nota de miel que se acerca más a grosellas dulces con durazno, manteniendo una base de jazmín todavía jabonoso seguida de porciones de lirios del valle con madreselva y aportes vegetales limpios, con más presencia de musk y algunos rasgos secos de especiado de rosas con madera suave. A 5 horas se mantiene la tendencia de lirios del valle dulces y cargados a un musk vegetal con un pequeño dejo ácido proveniente del jazmín o de los pétalos de rosas polvosos dulces, con residuos de miel con ámbar y frutales explícitos más bajos. A 12 horas se mantiene el cuerpo de polvoso dulce de pétalos con musk vegetal y madreselva con miel, agregándose una capa de vainilla tenue alineada con el dulce y manteniendo una capa floral de soporte tipo jabón con savia, bajando al mínimo la presencia frutal. En fase final la fragancia se estabiliza en una madreselva ligera rodeada de capas afines por el lado del ámbar y musk que superan a la miel, con cruces vegetales de jardín por el lado de la savia y de los lirios del valle, con un punto de cedro que no alcanza a determinar un estilo amaderado y que es absorbido por el grupo del ámbar.

La fragancia, a pesar de la denominación centrada en el color rojo que lleva, se siente como un perfume suave y urbano, no explícitamente sensual y con un desplante mucho más femenino y menos agresivo a nivel ambiental que el enfoque usado en Charlie original, sacrificando algo de efecto memoria pero sintiéndose grato y no molesto en un uso de diario con preferencia primaveral y veraniega por las líneas de jardín con dulzor de miel, con una estela aromática mediana que no apunta a actividades deportivas y que se mueve entre el semiformal y el informal. En oficina el aroma destaca por tonos de limpieza y de florales correctos, sin destellar ni producir una memorización que lo saque del promedio pero abordando de buena manera unos tonos dulces no agresivos, en un estilo ligeramente superior a un cotidiano y con rasgos de aroma pulcro y clásico no denso ni intrusivo. En el escenario nocturno la fragancia pierde efectividad al moverse con una estela relativamente baja, con tonos de jardín que giran en torno a la idea de día y que son superados por los olores ambientales, tanto en un extremo formal donde se siente simple, o en una situación informal donde se queda en un pulcro suave no dinámico. En lo romántico el perfume muestra una imagen cercana al inocente, sin ahondar en vetas sensuales conquistadoras pero también moviéndose hacia un rango más bien personal y de diario sin grandes diferenciaciones o notas específicas orientadas a crear curiosidad e invitar a acercarse . Rango de edad entre 20 y 60 años.