L'Eau d'Issey Florale by Issey Miyake
Este perfume de comienzos del 2011 corresponde a una reinterpretación en paralelo del clásico L'Eau d'Issey de 1992, con un nuevo enfoque que toma el concepto original del primer perfume que era "el aroma del agua en la piel de una mujer", cambiándolo por la impresión que causa ahora "la caricia de una flor en la piel de una mujer" a cargo de una nota de rosa, con un desplante más intenso a lo habitualmente manejado antes en la línea de fragancias de Issey Miyake. El empaque usa la misma botella de L'Eau d'Issey original, al igual que lo han hecho las anteriores versiones especiales de este perfume, cambiando el acabado del vidrio que lleva un esmerilado suave en color rosado. En el sitio de Issey Miyake Parfums destacan que las notas destacadas de esta fragancia son: rosas, mandarina, lirios, flor de azahar, madera blanca y musk.
La partida presenta una nota de rosa intensa y muy dominante, en un formato que se mueve entre el agua floral de una rosa densa y clásica y una rosa de jardín rosada, con puntos amoniacales y frutales alimonados vagos abriéndose a la posibilidad de peonías secundarias, pero al menos en esta etapa opacando al resto de las notas secundarias. En fase media a 30 minutos la nota de rosa clásica tiende a apagarse manteniendo sólo el agua de rosa de jardín rosada, siguiendo la evolución hacia 1 hora y media cuando el floral apunta hacia rosas más blancas menos frutales que incluyen recuerdos del L'Eau d'Issey original por dejos secos parecidos a avena con loto y mate. A 3 horas se mantiene un punto estable y algo lineal de rosa ligeramente ácida con efecto frutal bajo hacia la frambuesa seguida de granos secos y loto de la versión original, con el punto ácido dando un dejo de agua cítrica suave y secundario que se independiza del floral pero que se alinea con la idea de acuático del loto. A 6 horas se mantiene la base de loto al agua algo astringente, con la nota de rosa volviendo a ser dominante en una variante rosada fresca más dulce cercana a berries menos ácidos con puntos especiados, agregando interiores de otras flores y partes de madera dulce y seca a la vez pero en general manteniendo un comportamiento lineal parecido al del inicio. En fase final el aroma se amplía a florales más femeninos con idea de peonías y fresias frescas por un tono alimonado suave presente en este punto, manteniendo puntos secos de loto de la versión original y rasgos de madera que aportan a la idea de tono seco tipo granos de cereal y avena, con un predominio de musk cremoso con mandarinas o naranjas no ácidas y efecto de tuberosa moderna sobre las 24 horas.
Comparado con el primer L'Eau d'Issey, esta versión es mucho más intensa e incluso clásica y agresiva al mismo tiempo, contrastando con las ideas de agua y relajo casi oriental del original, centrándose en la rosa casi como una oda a una flor manteniendo un aroma de comportamiento relativamente lineal y que se complementa a nivel secundario con pequeños recuerdos de notas acuáticas de la primera versión, con un comportamiento llamativo en el escenario de diario con preferencia primaveral y social de climas frescos, tendiendo a veranos medianamente calurosos a partir de la fase media cuando la intensidad de la rosa baja y reaparecen los tonos acuáticos más astringentes y frescos. En oficina el aroma apela a una imagen clásica con personalidad, con la rosa dando un aspecto profesional que pasa de un aspecto más maduro en la primera fase a tonos más jóvenes hacia el final, con mejor efecto memoria al comienzo y un grado de intrusividad alto también al inicio, con una tendencia a destacar en forma llamativa y personal más que apuntar a empatía laboral. Por el lado nocturno la fragancia también consigue llamar la atención en ambientes contaminados por el efecto intrusivo que produce en la primera fase, pasando a ambientes más íntimos y calmados desde la mitad de la fase media, cercano a reuniones con amigos dentro de un marco semiformal pulcro, tal vez dando momentos densos y molestos al transpirar la fragancia en una fiesta con baile. Por el lado romántico la nota de rosa muestra dos facetas, una atrevida y avasalladora apegada a la idea de escuela seductora antigua, tomando tiempo en suavizar su imagen hacia líneas más femeninas e inocentes con dejo cremoso y tibio, con momentos ácidos escapados que pueden resultar molestos con calor y a corta distancia, privilegiando situaciones calmadas en pareja. Rango de edad entre 25 y 60 años.