Encre Noire by Lalique
Esta fragancia del año 2006 forma parte de los 3 perfumes principales masculinos que destaca la casa de cristales francesa Lalique en su sitio de perfumes, junto con Lalique White y Lalique pour Homme Lion, destacándose en particular Encre Noire por haber sido concebido como un homenaje a las notas clásicas del vetiver en perfumería, dándoles aquí un protagonismo mayor en un enfoque más moderno. El empaque se inspira en un tintero cúbico de cristal de 1913 de la colección Lalique, el "Encrier Biches", lo que explica el nombre del perfume que se traduce del francés como "tinta negra", con la botella siendo fabricada de vidrio sólido coloreado de negro y con un tapón de madera grabado con la palabra Lalique. En el sitio de Lalique Parfums señalan que las notas destacadas de la fragancia son: ciprés, vetiver, madera de cachemira y musk.
La partida es intensa, con una madera muy concentrada proyectando un tono áspero y terroso, cercano a raíces y arbustos recién cortados sin puntos verdes aparentes, mostrando cruces con otras notas que recuerdan a tabaco y a humo de carbón vegetal de asados, en lo que podría ser un vetiver muy denso en mayor proporción que las habituales o un tono de bosque tipo madera resinosa con musgo de roble. En fase media la capa de bosque se mantiene intensa y casi sin variaciones, con distinciones de puntos de ciprés por una tonalidad mentolada a unos 30 minutos de la partida, e insinuaciones de primeras especies en este punto que complementan la capa áspera y dan ideas variadas y ocasionales entre nuez moscada, tabaco, pimienta y cuero. El maderoso concentrado comienza a mostrar menor presencia hacia las 2 horas y media con un repunte de la madera de ciprés, más mentolada y complementada con una pimienta negra más notoria, con puntos de clavo de olor que quedan picando en nariz y una capa de cuero amaderado. A 4 horas la fragancia comienza a mostrar mayor flexibilidad, dejando atrás algunos tonos terrosos ásperos y abriéndose a una madera fragante medianamente inciensada con un poco de picor y de cuero, con la porción mentolada del ciprés abriéndose a verdes discretos más herbales y que ahora parecen acercarse a un vetiver fresco más tradicional e incluso con un poco de cuerpo de agua, con pequeños recuerdos a porciones de Vetiver de Guerlain pero conservando el entorno de madera con cuero. A 6 horas la fragancia muestra una división en su aroma, con una veta principal con fondos de tierra y aires inciensados, y con una segunda línea especiada más picante que se separa de la pimienta y el clavo y se acerca a tintes anisados, dando la impresión de un vetiver más verde al medio que se mueve en tonalidades de agua de raíces ligeramente polvosas y que es el que está aportando una frescura extra al aroma que rebaja la estela aromática a niveles más cercanos a la piel pero sin perder intensidad. A 13 horas la fragancia sigue rebalanceándose, ahora con un dominante especiado más picante tipo anís concentrado y con el grupo amaderado con vetiver yendo a la baja y quedándose en un segundo plano cercano al cuero. En fase final sobre las 24 horas ya existe estabilización de aromas, con el anís especiado como nota principal y dando una cercanía con Kenzo Air por la linealidad de la capa dominante, con las maderas y tonos de cuero casi de base de compañía y con intensidades mucho más bajas que al comienzo, pero conservando una densidad de notas alta a baja distancia, todavía sintiéndose el mentolado de ciprés como antecesor del anís y con el vetiver como una nota en punto medio entre verdes escasos y madera seca al cuero con un ligero recuerdo de un punto particular de Vetiver de Guerlain.
Si bien a esta fragancia se le suele destacar por la forma en que presenta el vetiver como nota principal, el protagonista por influencia y dominio en la mayoría de las fases parece ser el ciprés, en una tonalidad que determina el corte maderoso del perfume y en una profundidad alta que permite que se escape del estilo verde resinoso al mentol con el que se le conocía en Polo verde de 1978 y en Ferrari Passion, agregando tonos de cuero, tabaco e incluso incienso ahumado, con el vetiver destacando en fase media como una nota de descanso más relajada. Pensando en un uso de diario la fragancia se adapta bien a entornos sociales semiformales poco deportivos y más pulcros, aguantando un uso en solitario por la estructura algo lineal que tiene dentro del grupo de las maderas especiadas, relajándose un poco en estilo e intensidad a partir de la segunda mitad, aunque todavía con una preferencia de uso invernal. En oficina tienen un punto fuerte por las maderas y especies que siempre son bien apreciadas en esta ambiente, moviéndose dentro del formal de corbata y el semiformal pulcro, teniendo momentos de intrusividad que bajan después de 2 horas de aplicado, dando en general una impresión fuerte y autoritaria que se siente en pasillos y que consigue sobresalir del promedio a pesar de moverse dentro de un estilo aromático conocido. En el campo nocturno el aroma sigue moviéndose en el formal y semiformal, con ideas de pubs, ambientes enrarecidos y contaminados que puede superar con relativa facilidad, y en situaciones un poco más producidas como galas o matrimonio, nuevamente con preferencia invernal y escapando de situaciones dinámicas como fiestas con baile. En lo romántico el perfume proyecta una buena imagen masculina, sólida y con recuerdos de los años ochenta, atrayente sin recurrir a elementos empáticos y moviéndose dentro de lo tradicional, posiblemente con algunos problemas a corta distancia si se aplica en exceso o en las primeras horas de uso, cuando el picor es más agresivo. Rango de edad entre 30 y 60 años.