Jacomo de Jacomo by Jacomo
Este perfume del año 1980 fue la cuarta fragancia en la historia de la casa Jacomo, empresa que tuvo sus orígenes en 1968 en la Qunta Avenida de Nueva York como una tienda de productos exclusivos de cuero fundada por el estadounidense James Kaplan y el francés Gérard Courtin (con el nombre Jacomo formado por las iniciales de sus nombres más la sílaba "mo" sólo para darle al nombre un sonido más musical) y que en 1970 se aventuró con un par de de perfumes que se vendía sólo en sus tiendas, llamando la atención del mercado con una segunda partida de fragancias a finales de la década: Silence de mujer y este Jacomo de Jacomo. Actualmente la línea de perfumes es el centro de negocios de la marca, que fue comprada en 1995 por la empresa francesa Laboratoires Sarbec que estaba interesada en entrar al segmento de perfumes de lujo. Las notas aromáticas declaradas en el sitio web de Jacomo son: gálbano, lavanda, cardamomo, lima, pomelo, salvia, palisandro (o jacarandá, como traducción de "rosewood"), geranio, canela, clavo de olor, comino, ciclamén, pachulí, musgo de roble, ciprés, cedro, iris y musk.
La partida es bastante ochentera con un golpe aromático de tonos mentolados tipo cardamomo con dejos de resina, comino, maderas verdes parecidas al pino y también cercanas al mentol y dejos secos parecidos al cuero, como un cruce entre Polo de 1978 y Lapidus pour Homme por un dejo jabonoso. En fase media el mentolado tiende a la baja siendo reemplazado por unas resinas mucho más intensas y oscuras, como resina fresca extraída de árboles aromáticos de la familia del pino y que domina esta fase por aproximadamente una hora desde su primera aplicación, momento en que se incorporan notas tipo pasto y verdes adicionales. Se asume una presencia entre alimonada con herbales y unos especiados cruzados mínimos, característicos de perfumes de este estilo y de esta época, con bastante cercanía a la parte resinosa de Polo pero sin caer al extremo del eucalipto y con una intensidad mucho más mesurada. Al cabo de 3 horas y media de aplicado la nota dominante siguen siendo las resinas verdes fragantes con un toque de mentol con pino y un dejo a vetiver fresco, con la diferencia que oliendo por mucho tiempo en forma constante, aproximadamente unos 2 minutos hasta conseguir saturación de las notas dominantes, se sienten tonos más suaves de canela como representante especiado de las maderas junto con una veta limpia y clásica de lavanda, volviendo luego al nivel de las resinas y del comino. A unas 6 horas de aplicado se mantienen las resinas aromáticas pero con una tendencia a la baja general y con un aspecto más seco, sintiéndose algunos tonos verdes extras tipo loción clásica en la línea del vetiver con especiados más picantes. En fase final los resinosos verdes y el comino siguen a la cabeza dando la primera impresión olfativa pero ceden espacio a los pocos segundos a notas de madera suave y mas ligadas a la canela, con dejos vagos de bergamota o pomelo y un poco de presencia floral neutra y especiados de cocina tipo cardamomo. Parece haber pachulí por una veta dulce levemente acaramelada como en A*Men pero mucho más rústica y más cercana al vetiver. También hay residuales de vainilla ligada a madera suave tipo sándalo y con nula presencia de pino o mentol.
La fragancia se siente muy ochentera, con muchas referencias a otras fragancias de la época y acercándose bastante al estilo de Polo incluso pareciendo en la partida como un clon por sus notas de resina verde al comino y pino, con la ventaja que consigue moderar su intensidad sin sentirse extremadamente densa o concentrada (lo que deja la duda si sufrió alguna reformulación desde su creación, tal vez el 2002 cuando cambio el diseño de su frasco). Como fragancia de diario se siente clásica atemporal, con una imagen semiformal elegante un poco madura, de alguien que se desplaza mucho en automóvil y que maneja un roce social considerable. En oficina el aroma también se siente maduro y asociado a la idea de experiencia o de autoridad, no tan dinámico como otras fragancias del mismo estilo principalmente por las vetas verdes dominantes que dan la faceta clásica tradicional. Como aroma nocturno el tono de partida concentrado y de corte más denso que tiene da una buena imagen formal en eventos tipo matrimonio, quedándose en ese rango y sintiéndose algo estático y rígido si baja a una situación más informal. Como fragancia romántica se siente como un icono ochentero que proyecta masculinidad a nivel imponente, pero con el paso de los años esa idea de masculinidad ha tendido a una imagen más paternal y menos conquistadora. Rango de edad entre 35 y 60 años.