18 La Lune by Dolce & Gabbana
Esta fragancia es la última de la colección "antología de fragancias de D&G", compuesta por 5 aromas lanzados al mercado en forma simultanea a mediados del 2009 en ediciones para hombre o para mujer. Este perfume, al igual que sus 4 pares de la colección, se inspira en una carta del tarot... en este caso en la carta 18 que representa a la Luna. El aroma según D&G está hecho para representar a una mujer soñadora, declarando en su sitio web las siguientes notas principales: lirios, tuberosa, sándalo, musk, orrís y cuero blanco.
El perfume en su partida se siente floral y bastante femenino, con una tuberosa joven y ligera al agua que gradualmente se vuelve jabonosa, con un tono dulce entre fruta y flor. En fase media la tuberosa sigue presente pero da la idea que pasa a un plano secundario por unas notas extras de flor de jardín paralelas y un dejo a violetas polvosas apagadas. Por momentos la tuberosa reaparece pero más densa y cercana a una resina con algunos dejos vegetales pertenecientes a flores. Se sienten también unos terrosos vagos y secos, que podrían ser atribuidos al cuero o una evolución de las violetas apagadas hacia un iris. En fase final reflota la tuberosa como en un esbozo de una fragancia floral de los años ochenta y noventa, pero en menor densidad y con un dejo de tierra húmeda al final que también lo deja al borde de un chiprés.
Esta integrante de la colección de 5 aromas se siente como la más femenina del grupo y la que está mejor estructurada en términos de cantidad de notas perceptibles, sacrificando retención y memorización del aroma a favor de un disfrute al percibirlo. Se siente como un floral de diario para espacios cerrados con presencia atemporal, en principio primaveral pero también tendiendo a épocas frías por unos florales más densos y tradicionales. En oficina da una buena imagen femenina y profesional, distinguida en un rango joven y llamativa en grupos de gente como reuniones. En el lado nocturno no tiene mucha proyección ya que tiene ciertas vetas que recuerdan más una idea de uso de día, algo fresco para matrimonios formales y recordando la idea de oficina en situaciones semiformales e informales. En el lado romántico las flores tienen un buen desempeño, no exactamente como una fragancia sensual pero sí como un aroma capaz de establecer un aroma grato con una pareja conocida. Rango de edad entre 25 y 60 años.