L'Eau par Kenzo Eau Indigo pour Femme by Kenzo
Esta fragancia corresponde a la edición del año 2009 que Kenzo realiza ya casi en forma anual sobre sus perfumes "L'Eau par Kenzo" tanto masculino como femenino, tal como hizo el año anterior con la edición de verano "Ice". En esta ocasión la fragancia muestra una veta más introvertida y no tan veraniega en torno al color índigo que en Kenzo lo definen como el color del atardecer sobre la superficie del agua, en un punto muy particular cuando mar y cielo muestran tonos entre azul y púrpura, como el aroma íntimo de una pareja que disfruta observando este momento. La composición del perfume cambia con respecto al original, esta vez sin la nota dominante de loto (aunque la flor de loto sigue apareciendo como es tradicional en la ilustración de la caja) e incorporando tonos más ambarados tibios. En el sitio de Kenzo dedicado a sus perfumes declaran las siguientes notas principales: bergamota, mandarina, jazmín sambac, flor de azahar, ylang-ylang, granos de tonka y ámbar.
En la partida la fragancia presenta un tono ligeramente polvoso, en parte recordando a violetas e iris pero luego variando a una mezcla tipo colonia clásica donde la flor de azahar se comporta como nerolí y acompañado de flores, posiblemente un jazmín fresco y al agua. En fase media perdura el tono floral al agua como colonia de niños, pero agregando un pequeño dejo ambarado a la resina mezclado con vainilla polvosa levemente a la cumarina y presentando una intensidad que tiende a quedarse a ras de piel. La vainilla tiende a dominar por momentos, inclinándose a un estilo tibio y más frutal como los granos de tonka y dando un polvoso que recuerda aromas de tibieza de piel, dentro del marco de colonia floral clásica infantil o talco de bebés. La tendencia sigue hasta la fase final donde el tono polvoso baja en intensidad quedando un floral clásico sumado al nerolí, de corte algo inocente e incluso algo minimalista. El jazmín reaparece junto a unos puntos tibios que se pueden atribuir a una nota en la línea de la vainilla, con algo de iris. Por momentos la flor de azahar se desliga del aroma de nerolí dando un tono más plástico, que sumado al polvoso da la idea del cabello sintético de las muñecas de niñas e incluso a cuna de bebé.
La mezcla de florales tipo colonia tradicional con los tonos polvosos tipo talco da una impresión bastante íntima y personal de esta fragancia, como un aroma tibio para sentirse a ras de piel más que un aroma para ser olido por multitudes. El floral es atemporal, casi como una colonia de niños para usar en forma cotidiana de diario en solitario en vacaciones o en ciudad en días no muy fríos. En oficina no se siente como un aroma extremadamente social o para destacar, acercándose demasiado al estilo de diario si se piensa en un aroma cotidiano de relajo... es como si fuese un aroma para olvidarse del trabajo. Vuelve a destacar como aroma nocturno pero cercano al verano en playas o paseos por la costa a pocas horas después del atardecer cuando todavía se siente el aire tibio, de semiformal a informal en grupos sociales pequeños sin llegar al extremo de una fiesta o una pista de baile. Por el lado romántico vuelve a explotar una veta íntima y grata sin llegar al extremo sensual, como aroma neutro y común propio de una pareja más que un tono individual que destaque una imagen femenina. Rango de edad entre 25 y 60 años.