Green Tea Exotic by Elizabeth Arden
Esta fragancia corresponde a la edición limitada del año 2009 de Green Tea, una tendencia que se ha estado repitiendo en forma periódica y que ahora va aproximadamente en su sexta o séptima versión. En esta ocasión el centro de inspiración son las flores exóticas de características muy locales repartidas en el mundo, destacando algunas de color violeta que predominan en el decorado de la caja y en el color de la botella. Las notas declaradas para este perfume en el sitio de Elizabeth Arden son: bergamota, té negro de Ceylan, menta, limón, lima Kaffir (un limón verde de tamaño pequeño y cáscara rugosa, usado en la cocina oriental), enredaderas púrpuras procedentes de la zona de Rangún en Birmania (ahora Myanmar), orquídea Brassavola (una orquídea sudamericana con aromas cítricos), plumeria (un género que incluye a flores como el frangipani), hibiscos, té verde, azucena de mar (o "Pancratium Lily"), jazmín sambac, madera de caoba, madera de jacarandá, musk, semillas de ambrette (o almizclillo, pariente del hibisco) y narciso blanco.
En partida tienen un aire floral del Green Tea original pero muy poca cantidad de cítricos y tonos alimonados, sintiéndose el té verde como una nota vegetal tenue que aparece mezclada con jazmín. La fase media viene marcada por una mezcla de florales de jardín algo polvosos montados sobre el dejo de un té verde de veta fresca y una sensación de té negro en la misma familia. Con el tiempo los tonos florales polvosos aumentan y la mezcla se siente como flores de jardín, con una pequeña veta ambarada ocasional. El aroma es suave sin escaparse a extremos densos y con algo de recuerdo de un loto amargo como en Sea & Sun in Cadaques de Salvador Dalí. Al descansar y volver a oler después de un tiempo destacan nuevamente unos florales más intensos pero bastante naturales y con un dejo polvoso, difíciles de describir pero cercanos a la idea de jardín y de loto. De fondo por momentos reaparece el jazmín que era el cuerpo central de muchas de las ediciones anteriores del perfume, con una nota femenina que por momentos sobrepasa al polvoso, volviendo al poco tiempo a la idea de flores de naturaleza con algo de té negro. Ya en fase final a unas 18 horas el perfume sigue dando un tono floral con puntos amargos, agregando algunas notas de jardín tipo lirios. Pero revisando el papel de muestra a más de 48 horas de aplicado se siente como fondo la presencia de tonos de madera no tradicional, algo como palosanto u otras maderas resinosas aromáticas, acompañado de musk polvoso y las mismas trazas florales dominantes de la fase media.
Esta versión de Green Tea se separa de la idea de agua cítrica y refrescante de salida de ducha en verano que proponía su antecesor original, cambiando por un tono de flores más cercano a la ciudad y a la época primaveral y veranos más discretos. El estilo de la fragancia sigue siendo de diario al igual que casi todas las ediciones de Green Tea, con un corte limpio no denso ni extremadamente sofisticado, calzando en prácticamente cualquier actividad cotidiana social o en solitario. En oficina la veta del jazmín aporta la imagen limpia y femenina, mientras que el resto de las flores y los residuales de té dan una imagen que se integra bien a nivel social, bastante correcta sin irse a extremos extravagantes o intrusivos. Como aroma nocturno pierde algo de su atractivo y tiende a quedarse corto en comparación con otras fragancias, recordando la primera impresión que da que es la de un perfume para usar en el día. Por el lado romántico la idea de aroma femenino correcto no aporta notas especiales atractivas ni seductoras, también quedándose corto en este terreno. Rango de edad amplio y sin restricciones entre 20 y 60 años.