Realiza una Búsqueda

Polo by Ralph Lauren

Esta fragancia del año 1978 fue la primera fragancia creada por Ralph Lauren para hombre, aprovechando el nombre Polo de su línea de vestuario lanzada a comienzos de los 70 y popularizada en los años 80, basada en la camiseta de tejido de algodón en piqué, mangas cortas y cuello blando utilizada por los jugadores de polo (que de paso había sido creada por René Lacoste en los años 30 para el tenis), la que daba cierta sensación de sofisticación y estatus al ser hasta ese entonces una prenda exclusiva de un deporte de elite. La fragancia se apega a la idea del deporte de polo con un aroma clásico, tradicional e incluso verde como el pasto y los árboles que suelen rodear al campo de juego de polo, con un estilo notorio tipo club privado selecto. De las notas declaradas en el sitio de Ralph Lauren, destacan que las principales son: tabaco, madera y cuero, junto a algunas hierbas seleccionadas.

En partida es extremadamente intenso y aromático, con mezclas terrosas y verdes cargadas al pino, mentol, resinas (que puede ser una propiedad de pino), tierra, tabaco y cuero, más tonos volátiles herbales que recuerdan a un tipo de infusión. La estela que deja es muy fuerte, de las más intensas que he sentido con una pequeña cantidad aplicada en papel y con una mezcla de notas bastante recargada. En fase media la fragancia sigue muy intensa y sin señas de haber disminuido su intensidad, con el pino ocultando varias de las notas secundarias. Al oler por más tiempo para conseguir saturación del pino se sienten tonos terrosos opacos tipo vetiver con vetas resinosas bastante aromáticas. De fondo se sienten notas herbales no mediterráneas, algo florales y con puntos de tierra especiada que podrían ser canela, clavos de olor o cardamomo. Parece haber cuero con maderas oscuras tipo bosque y con musgo de roble, más un dejo áspero mentolado que se siente en la garganta al oler directamente el papel. Al terminar la saturación, el aroma ambiental queda en pino con vetiver terroso y tabaco (del usado en habanos, no el tabaco acuático fresco de fragancias más modernas). Ya en la fase final a unas 7 horas de aplicado el aroma baja bastante, aunque en papel se mantiene al nivel de un perfume normal, manteniendo el pino menos resinoso y destacando mezclas terrosas verdes tipo aliño de cocina, capas de clavo de olor, cardamomo mentolado, tabaco apagado, musgo de roble húmedo, una mezcla entre vetiver o pachulí, y muy al fondo una veta fría más al agua que parece ser enebro con algo de madera. A nivel ambiental mejora bastante con tonos oscuros de cuero, tabaco y madera en un estilo ochentero e intensidad mesurada con respecto a la partida, pero al volver a oler de cerca reflotan las notas más antiguas de pino con vetiver.

La fragancia tiene una personalidad destacable ya que, al menos en papel, baja a niveles normales solo en la fase final dejando una gran estela al caminar en las fases inicial y media. Al respecto, me inclino por la idea de una fragancia que en su momento fue creada para mostrar estatus, para denotar de golpe su presencia con un aroma bastante clásico... detalles que a nivel social pueden jugar en contra ya que el pino suele ser intrusivo y el vetiver en concentraciones altas resulta molesto. La mezcla verde que maneja este perfume es bastante tradicional, de intensidad ochentera pero con una composición que se remonta a fragancias más antiguas como el Agua Brava de finales de los sesenta y lociones al vetiver con pino y mentol de los 40, y aunque su aroma es fácil de reconocer también lo son varias fragancias que desde finales de los setenta hasta ahora lo han usado de inspiración, dando un estilo que se siente conocido y algo antiguo. A pesar de lo intenso, funciona como fragancia de diario para un hombre que se desenvuelve en diferentes escenarios y requiere de actividad social para no perder la fragancia, de preferencia en invierno para no ahogar en ambientes calurosos. Por el estilo intrusivo que tiene, puede resultar chocante en oficina... tal vez funcione en alguien con imagen de autoridad en su oficina privada, pero al interactuar con gente en espacios cerrados el aroma molesta. De noche vuelve a tener potencial, de preferencia en espacios abiertos semiformales tradicionales, donde no sea necesario innovar tanto a nivel de vestimenta o imagen. Nuevamente por intensidad la fragancia resulta molesta a nivel romántico por exceso de pino con mentol, dando una impresión algo vieja, parecida a la de colonias muy antiguas o de alguien demasiado maduro, sin notas que resulten atractivas o adictivas. Rango de edad mayor, sobre los 45 años, en alguien que no le moleste mostrar una imagen adulta madura.