YSL Paris by Yves Saint Laurent
Este perfume fue diseñado en 1983, inspirado en la idea de Yves Saint Laurent de representar con esta fragancia el estilo romántico y elegante de la mujer parisina (en especial la que se viste con YSL) en torno a rosas clásicas de corte antiguo.
La partida se siente floral, no fresca, como flores de cosecha especial... intensas y bastante concentradas. Hay algo de cítricos, pero una nota de rosa tradicional (como la de los jabones de rosa antiguos) se siente dominante desde el comienzo. En notas medias persiste la rosa dominante, con presencia de otras notas florales como violetas. Al dejar pasar unos minutos se siente un tono ambarado de fondo, levemente dulce, más la presencia de otra flor bastante aromática y dulce, con aroma a jardín, que puede ser mimosa. Hacia el final de las notas medias aparece madera, como cedro o sándalo, intensa e intercalada con las flores. En las notas de base domina la mimosa con notas de rosa al fondo (o al menos la mimosa se siente más a primera impresión) y una presencia de maderas suave, no tan intensa como al final de la nota media. Hay tonos dulces ambarados, pero se confunden con la mimosa... si es que hay madera, es mínima o ensamblada con las flores en un segundo plano.
Comparada con Rive Gauche, que es un icono de los 70 con aromas aldehídicos, YSL Paris sigue un patrón que calza con la tendencia de los años 80, de fragancias muy intensas y de tendencia floral casi pura (como el Carolina Herrera de comienzos de los 90). De hecho, si se compara con las fragancias actuales que usan diferentes balances de flores y en general más exóticas o de menor intensidad, al olerla da la idea de una persona mayor o de otra época. Centrándose en el aroma de la fragancia, un floral intenso, produce mejor impacto en ambientes sociales donde llama la atención y se siente más dinámica, como en una oficina o en eventos nocturnos, en invierno o verano. La idea de madurez que proyecta estando estática juega en contra para un uso diario relajado o en privado. Para un uso romántico puede sentirse densa y demasiado llamativa, es más una fragancia para marcar presencia que para invitar a un círculo de intimidad. Rango de edad maduro, desde los 40 años.