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J'adore Infinissime by Christian Dior

Esta fragancia del año 2020 es una nueva edición que se suma a la serie J'adore de la casa Dior iniciada en 1999 y donde se mantienen actualmente en producción las versiones Eau de Toilette, Eau de Parfum, In Joy, Absolu, L'or, Touché de Parfum y Extrait de Parfum, con Infinissime incorporando una nueva nota de tuberosas maceradas artesanalmente en Grasse como símbolo de una feminidad poderosa y confiada. El envase mantene la forma de botella de los lanzamientos anteriores con un frasco con forma de gota con un tapón esférico y líquido de tonos amarillo dorado, agregando como nuevo detalle un collar dorado que se muestra más suelto en su parte inferior. En el sitio de Dior destacan que las notas principales del perfume son: bergamota, naranja roja, rosa centifolia, jazmín sambac, ylang-ylang, tuberosas y sándalo

En partida la fragancia se siente dominada por una nota de tuberosas delicada y bien controlada, sin escapes frutales de durazno y con una sensación de profundidad oscilante que agrega a los 5 minutos un complemento más verde y alimonado que ronda unas fresias con lirios del valle pero que se acerca a los 10 minutos a un atalcado dulce de rosas, surgiendo ideas a los 15 minutos de un amielado de ylang-ylang con desarrollos cremosos en la base que se asumen de la tuberosa pero que también tienen una aproximación a gardenias con madera al cabo de 20 minutos. En fase media a los 30 minutos el perfume tiene un desplazamiento más oriental a tonos de resina que rondan un palo santo mezclados con un floral alimonado con dejos de iris y con persistencia de un dulzor que compacta las ideas de tuberosas con ylang-ylang sobre una base atalcada de polen limpio de flores blancas y neutras al jazmín que apagan la presencia de las rosas, incrementando a 1 horas los aportes de polen. Al llegar a las 2 horas la fragancia posee una alta presencia de polen limpio que se basa en ylang-ylang pero con un giro a madreselvas como en Anaïs Anaïs de Cacharel distinguiendo un fondo de talco que incluye referencias secas amaderadas y variaciones del la tuberosa a gardenias que recuerdan el punto de durazno del primer J'adore pero con un picor secundario de un especiado que está entre pimienta rosada y vetas de vetiver o cedro por una cercanía a aromas de lápiz grafito, con el aroma profundizando a las 3 horas el acabado cremoso de las tuberosas que se eleva a nivel ambiental unido a un atalcado de madreselvas con puntos dulces vestigiales de ylang-ylang que apagan a la mayoría de las otras notas florales que quedan contenidas en un punto jabonoso de madera de tallos, mostrando a las 4 horas aproximaciones al tono cremoso de fresias de Romance de Ralph Lauren con fondos dulces similares a ámbar donde la mezcla en general se comporta como un aroma floral clásico con un mínimo de madera en la base. Sobre las 6 horas la fragancia baja su potencia manteniendo una buena presencia ambiental sobre una línea más compacta de tibios florales todavía cremosos pero que incluyen una mayor proporción de alimonados verdes que reducen el acabado de jabón, compactándose el aroma a las 9 horas en un floral cremoso que se aleja de las características de una tuberosa o gardenia y centrándose en una flor alimonada con características de lirios del valle y fresias que mantienen una base ligera de tallos amaderados en descenso, apareciendo a las 12 horas algunos rasgos de durazno asociados a la nota de tuberosas pero predominando un estilo floral cremoso y fragante que toma algunos matices de Lou Lou de Cacharel. En fase final a las 24 horas la fragancia se siente más atalcada reduciendo su presencia ambiental que todavía es destacada a distancia de conversación, teniendo una nueva distribución floral donde la tuberosa se siente más dulce y almendrada con pequeños aportes de durazno y limón sumando una nueva línea de jazmín que refuerza algunos conceptos clásicos en el estilo de Lou Lou de Cacharel.

El perfume presenta un perfil diferente al de las ediciones anteriores de J'adore al resaltar un tono floral más cremoso y de acabado más clásico que se inclina a propuestas limpias femeninas de los años noventa sin resaltar la combinación de rosas con duraznos que es el patrón común de la colección, a nivel de diario presentando un dinamismo por momentos calmado y que se relaja al final con un comportamiento atemporal que no apunta a situaciones deportivas. En oficina el aroma se siente elegante, siendo menos potente y menos agresivo que otras propuestas basadas en una nota densa de tuberosas al durazno pero todavía con una posibilidad de ser intrusivo en espacios mal ventilados, cubriendo el segmento informal, semiformal e incluso formal con un efecto memoria que está sobre la media al sostener una nota constante de flores cremosas fácil de retener aunque en cierto grado similar a otros perfumes de la década de los 80 y 90 con un aire a Lou Lou de Cacharel. A nivel nocturno la fragancia muestra una preferencia por eventos semiformales tipo cenas, dejando una impresión seria en ocasiones informales que puede frenar un desempeño juvenil de fiestas, adaptándose a situaciones elegantes más formales de verano. En lo romántico el aroma se siente atractivo y llamativo a nivel social, siendo una buena alternativa en salidas con pareja conocida pero dejando una sensación más bien inocente y poco sensual a baja edad. Rango de edad entre 25 y 60 años.