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Mitos del perfume (Parte 3: El Uso)

Esta es la tercera parte de mitos que se han tejido sobre los perfumes y que se han repetido de persona a persona sin detenerse a pensar si se está haciendo algo de la forma correcta. La selección de hoy tiene que ver con la forma en que se usa una fragancia:

"El perfume se aplica en los puntos cálidos de la piel": existe una tradición que sugiere aplicar los perfumes en las zonas más cálidas de cuerpo como las muñecas, interior de los codos, interior de las rodillas y el cuello, que se pueden distinguir porque es más fácil sentir el pulso en esos lugares. No sé si habrá una prueba científica que lo sustente, pero también hay que abrirse a otros lugares que no presentan latidos como el cabello o que se caracterizan por una mayor grasitud de piel como la nuca y los pliegues entre el cuello y el hombro que retienen mejor los aceites del perfume.

"El perfume se debe usar en cantidades para que todos lo sientan": no es necesario bañarse en perfume para que una fragancia se sienta a distancia, lo que realmente importa es el placer personal y el tener un aura agradable a distancia de conversación. Véanlo desde la vereda opuesta: están tranquilos disfrutando del sabor y aroma de un bizcocho o teniendo una conversación grata con alguien por teléfono, ¿les gustaría sentirse inundados por el perfume de alguien más que está a 10 metros de distancia y que no necesariamente es de u estilo y agrado?

"Si el perfume no te dura todo el día no es de calidad": más de una vez debe haber ocurrido que te aplicas fragancia y al par de horas ya no la sientes. No es que se haya volatilizado por completo, se trata de un mecanismo que tiene el cuerpo para mantenerse siempre alerta y que mentalmente apaga los estímulos constantes en favor de otros que puedan estar asociados a una señal de alerta. Por saturación uno puede inconscientemente olvidarse de aromas, sonidos, sabores y sensaciones táctiles no dolorosas después de mucho tiempo de exposición, pero la gente alrededor sigue sintiéndolas. Ante la duda de condenar o reaplicar, frota un par de dedos en el lugar donde estaba el perfume y huele, o pregunta a alguien de confianza alrededor. De manera preventiva escoge sectores que no estén directamente bajo la nariz, como los hombros, nuca y costados del cuello para no saturar tan rápido.

"No los guardes en el baño, usa el refrigerador": los enemigos de un perfume son la luz solar y el calor. Si vives en una zona demasiado calurosa o tienes tus botellas sin caja y expuestas a la luz en un estante abierto en el baño, puede que un refrigerador sea una opción para evitar que una fragancia se descomponga antes de tiempo. En caso contrario, un armario, un cajón o el botiquín del baño son resguardo suficiente, en especial si mantienes la caja original que puede proteger de caídas accidentales.