Alien Flora Futura by Thierry Mugler
Esta fragancia del 2018 continúa con la serie de ediciones que la marca Mugler ha preparado con una periodicidad casi anual desde la aparición del primer Alien en el año 2005, con Flora Futura planteando una nueva interpretación al concepto de talismán de energía solar celebrando la belleza de ser uno mismo, diferente y original en torno a la imagen de una flor futurista que crece en el desierto en un mundo de luz. El envase repite el diseño de botella preparado para Alien con formal de talismán extraterrestre, pero cambiando el color morado por un tono rosado anaranjado que representa el amanecer de un nuevo día recordando el paso de la oscuridad a un mundo de luz optimista y lleno de energía. En el sitio de Mugler destacan de manera general al perfume señalando 3 notas principales: naranjas, jazmín y ámbar.
En partida la fragancia presenta rasgos de picor de anís asociado a flores alimonadas que apuntan a los 5 minutos a una evolución de corte clásico a polen de jazmín que resalta a los 10 minutos secciones verdes de tallos que vuelve a asociarse a los 15 minutos con jazmines que poseen una presencia fría, apareciendo a los 20 minutos tonos escapados de lavanda y madreselva que insinúan de manera vaga el punto plástico de flor de azahar de la versión original de Alien. En fase media a los 30 minutos el perfume mantiene una línea floral clásica fresca donde aumenta la presencia de tallos que adquieren un matiz de madera y recuperando el punto de anís del inicio que se vuelve tosco desplazándose a lavanda y luego a ajenjo, apareciendo a 1 hora variantes densas y depuradas de una traza de jazmín limpia con alimonados al jabón donde la sensación de flor de azahar de la versión original tiene rasgos de naranja seca. Sobre las 2 horas el aroma presenta variaciones sobre la nota de jazmín, por un lado destacando un matiz sintético lineal y concentrado como el usado en Imagina de Ágatha Ruiz de la Prada pero incluyendo variantes más naturales que se desplazan a ylang-ylang y verdes de lirios del valle recordando propuestas suavizadas de Amarige de Givenchy, pasando a las 3 horas por líneas ligeramente plásticas y más compactas de flores que combinan jazmín y lirios del valle con una variante de la flor de azahar original que tiende a violetas secas con tallos fragantes a la almendra y pistacho, mostrando a las 4 horas un acabado todavía limpio pero más compacto y plástico donde se eleva la presencia de madera de tallos. Al pasar de las 6 horas la fragancia se mantiene sobre una línea floral compacta donde destaca un punto principal de jazmín limpio con características plásticas diferentes a la de una flor de azahar pero que contiene matices cítricos como en un lirio del valle o una fresia por una impresión adicional verde en el fondo, continuando con este mismo estilo a las 9 horas pero con variaciones en la composición que recuerdan tonos de magnolias en oposición a fresias y un hilo de naranja en cáscara que ocasionalmente produce impresiones de loto, con el aroma compactándose a las 12 horas con una reducción de la nota de jazmín que favorece tintes parecidos a la flor de azahar y que se inclinan a naranjas al agua con un fondo polvoso que ronda gardenias y magnolias. En fase final a las 24 horas el perfume vuelve a aplicar el punto de anís del inicio pero que se siente integrado a grupos florales al jazmín y flores de azahar, lentamente abriéndose en el fondo a nuevos aportes de fresias y peonias al loto con fondos dulces a la almendra y pistacho.
La fragancia presenta un acabado limpio y sencillo a la vez, apelando a conceptos clásicos como en el primer Alien pero en un formato más ligero y joven que se interpreta con una versión potenciada y sin musk de la familiar minimalista de Noa de Cacharel, a nivel de diario mostrando una preferencia de uso primaveral y veraniega no deportiva. En oficina la fragancia destaca por una presencia correcta que se mantiene al límite de una presencia intrusiva, cubriendo el segmento informal y semiformal con un efecto memoria que ronda lo mediano al hacer un balance entre notas lineales que se sostienen a nivel ambiental pero que también tienen una simpleza que la hacen propensa a confusión con otros perfumes, en especial con el segmento de perfumería limpia de finales de los años 80 y comienzos de los 90. En el caso nocturno la fragancia consigue un buen desplante en ambientes contaminados sin recurrir a notas densas u oscuras, favoreciendo una presencia ligera y optimista en públicos de edad amplia en situaciones informales y semiformales, teniendo tonos que se sienten sencillos o asociados a jardines que frenan un desplante formal. En lo romántico el estilo floral tiene potencial atractivo con un aire inocente, pero necesitando de dosis controladas para no molestar en salidas con una pareja conocida. Rango de edad entre 15 y 60 años.
En partida la fragancia presenta rasgos de picor de anís asociado a flores alimonadas que apuntan a los 5 minutos a una evolución de corte clásico a polen de jazmín que resalta a los 10 minutos secciones verdes de tallos que vuelve a asociarse a los 15 minutos con jazmines que poseen una presencia fría, apareciendo a los 20 minutos tonos escapados de lavanda y madreselva que insinúan de manera vaga el punto plástico de flor de azahar de la versión original de Alien. En fase media a los 30 minutos el perfume mantiene una línea floral clásica fresca donde aumenta la presencia de tallos que adquieren un matiz de madera y recuperando el punto de anís del inicio que se vuelve tosco desplazándose a lavanda y luego a ajenjo, apareciendo a 1 hora variantes densas y depuradas de una traza de jazmín limpia con alimonados al jabón donde la sensación de flor de azahar de la versión original tiene rasgos de naranja seca. Sobre las 2 horas el aroma presenta variaciones sobre la nota de jazmín, por un lado destacando un matiz sintético lineal y concentrado como el usado en Imagina de Ágatha Ruiz de la Prada pero incluyendo variantes más naturales que se desplazan a ylang-ylang y verdes de lirios del valle recordando propuestas suavizadas de Amarige de Givenchy, pasando a las 3 horas por líneas ligeramente plásticas y más compactas de flores que combinan jazmín y lirios del valle con una variante de la flor de azahar original que tiende a violetas secas con tallos fragantes a la almendra y pistacho, mostrando a las 4 horas un acabado todavía limpio pero más compacto y plástico donde se eleva la presencia de madera de tallos. Al pasar de las 6 horas la fragancia se mantiene sobre una línea floral compacta donde destaca un punto principal de jazmín limpio con características plásticas diferentes a la de una flor de azahar pero que contiene matices cítricos como en un lirio del valle o una fresia por una impresión adicional verde en el fondo, continuando con este mismo estilo a las 9 horas pero con variaciones en la composición que recuerdan tonos de magnolias en oposición a fresias y un hilo de naranja en cáscara que ocasionalmente produce impresiones de loto, con el aroma compactándose a las 12 horas con una reducción de la nota de jazmín que favorece tintes parecidos a la flor de azahar y que se inclinan a naranjas al agua con un fondo polvoso que ronda gardenias y magnolias. En fase final a las 24 horas el perfume vuelve a aplicar el punto de anís del inicio pero que se siente integrado a grupos florales al jazmín y flores de azahar, lentamente abriéndose en el fondo a nuevos aportes de fresias y peonias al loto con fondos dulces a la almendra y pistacho.
La fragancia presenta un acabado limpio y sencillo a la vez, apelando a conceptos clásicos como en el primer Alien pero en un formato más ligero y joven que se interpreta con una versión potenciada y sin musk de la familiar minimalista de Noa de Cacharel, a nivel de diario mostrando una preferencia de uso primaveral y veraniega no deportiva. En oficina la fragancia destaca por una presencia correcta que se mantiene al límite de una presencia intrusiva, cubriendo el segmento informal y semiformal con un efecto memoria que ronda lo mediano al hacer un balance entre notas lineales que se sostienen a nivel ambiental pero que también tienen una simpleza que la hacen propensa a confusión con otros perfumes, en especial con el segmento de perfumería limpia de finales de los años 80 y comienzos de los 90. En el caso nocturno la fragancia consigue un buen desplante en ambientes contaminados sin recurrir a notas densas u oscuras, favoreciendo una presencia ligera y optimista en públicos de edad amplia en situaciones informales y semiformales, teniendo tonos que se sienten sencillos o asociados a jardines que frenan un desplante formal. En lo romántico el estilo floral tiene potencial atractivo con un aire inocente, pero necesitando de dosis controladas para no molestar en salidas con una pareja conocida. Rango de edad entre 15 y 60 años.