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Agua Fresca Citrus Cedro by Adolfo Domínguez

Esta fragancia del año 2018 se agrega a la serie Agua Fresca de la marca del diseñador español Adolfo Domínguez, ubicándose después de las ediciones Agua Fresca Vetiver y Agua Fresca Extreme, donde Citrus Cedro sigue con una inspiración limpia en la naturaleza apoyando conceptos de frescor, naturalidad, fortaleza y libertad dentro de una estructura cítrica, especiada y amaderada. El envase se basa en el diseño de botella de Agua Fresca de 1993 de base cuadrada y caras rectangulares con hombreras que se curvan hacia un gollete con tapón de madera, con el caso de Citrus Cedro teniendo un tapón de madera pálida con un vidrio de color azul turquesa. En el sitio de Adolfo Domínguez describen el aroma con las siguientes notas: pomelo, verbena, jengibre, pimienta rosada, cedro y ámbar.

En partida el perfume comienza con una veta principal de limón natural con un ligero picor que avanza hacia una pimienta y que es acompañada a los 5 minutos por puntos dulces de naranja sobre madera neutra, volviendo a los 10 minutos a un limón más fragante y tibio con referencias a pimienta pero con una carga extra de musk, comenzando a los 15 minutos con un ciclo de oscilaciones a la naranja con desarrollo de un fondo de cedro que incluye aportes especiados al cardamomo y que se desvía a los 20 minutos a un pomelo y jengibre con un tinte sucio que recuerda vagamente algunas vetas de Déclaration de Cartier. En fase media a los 30 minutos la fragancia sigue sobre una línea de pomelo al cardamomo con puntos de menta que tienden a verbena y que incluye desarrollos de vetiver fresco acuático que se hacen más notorios a 1 hora de la partida, teniendo puntos de cercanía con Terre d'Hermès en unas referencias tenues a picores de cedro Atlas con naranjas secas y tibios ambarados al ládano. A las 2 horas la fragancia se mueve sobre una línea más seca y menos alimonada de vetiver fresco con naranjas en cáscara y sensaciones de interior amargo de cáscara de limón donde se siente un vestigio de jengibre que resume las referencias anteriores a cedro Atlas y cardamomo, potenciando a las 3 horas los rasgos de vetiver que incluyen una componente cítrica con características de pimienta sobre una base mejor definida al cedro pero teniendo desvíos hacia un tono herbal fresco, aumentando a las 4 horas el picor de la nota de vetiver que vuelve de pimienta a jengibre. Sobre las 6 horas el perfume mantiene una línea de desarrollo en torno a un centro de vetiver fresco con picores más bajos que vuelven a pimienta reincorporando tonos cítricos al limón con una carga verde asociada a limas, manteniendo a las 9 horas un tono principal a la madera donde el vetiver queda contenido en una nota de pomelo en ascenso con referencias dulces a mandarina y naranja al jengibre, tomando a las 12 horas un matiz más especiado donde los tintes de vetiver se desvían a cardamomo con un fondo tibio de naranjas al ámbar y variaciones de la nota de cedro a cuero. En fase final a las 24 horas el perfume posee un rasgo principal de vetiver que gradualmente se descompone en aportes de pomelo y madera con un picor focalizado en jengibre, existiendo en el fondo residuos de naranja y pimienta con una mejor precisión de la madera en cedro fresco cruzada con amargos de interior de cáscara de limón.

La fragancia se mantiene alineada con una filosofía de aromas de la marca Adolfo Domínguez que gira en conceptos de naturaleza y pureza, con Citrus Cedro teniendo un comportamiento de base especiada con una evolución cítrica a madera, a nivel de diario destacando un comportamiento atemporal que acepta actividades deportiva mesuradas. En oficina la fragancia posee rasgos clásicos limpios, pudiendo tener un posible efecto intrusivo a altas dosis sobre su fase media cuando destaca el tono picante de vetiver al jengibre, moviéndose bajo condiciones normales en un segmento informal y semiformal con un efecto memoria bueno que se sustenta en una línea inicial cítrica natural y luego en un vetiver amaderado picante. A nivel nocturno el aroma puede no alinearse con un carácter dinámico juvenil, manteniendo un rasgo informal de mayor pulcritud a mayor edad que se aproxima al verano en salidas en general con amigos e idas a pubs de mediana contaminación, teniendo una presencia más rígida y correcta en eventos semiformales pudiendo llegar a un nivel formal relajado con aires artesanales. En lo romántico el perfume bajo dosis controladas muestra una imagen sincera que tiene una buena recepción en salidas con pareja conocida, pudiendo no conseguir un matiz sensual o de conquista en conversaciones desde cero. Rango de edad entre 25 y 60 años.