Let's Travel to New York for Man by Mandarina Duck
Esta fragancia del 2018 corresponde a una nueva colección de perfumes de la marca italiana de equipajes Mandarina Duck llamada "Let's Travel" o "Viajemos" que está asociada a los destinos de Nueva York y París donde el aroma describe las características y estilo de vida de cada ciudad en un formato pareado para hombre y mujer, con el caso masculino de New York planteando una estructura vibrante y seductora que refleja la energía de una ciudad que nunca duerme, agregando una faceta floral elegante que representa al lado Upper East Side de la ciudad. El envase consiste en una forma de botella común para hombre, mujer y ciudad que sigue lineas curvas rematadas por un tapón plástico con un borde plateado donde el color del líquido, del centro del tapón y de las letras identifica de forma única a cada fragancia, con la versión masculina de New York teniendo un líquido celeste con detalles en naranja. En el sitio de Mandarina Duck Let's Travel creado para esta línea de perfumes describen a la fragancia con las siguientes notas: bergamota, lavanda, semillas de zanahoria, iris, fresias, cedro, sándalo y cumarina.
En partida la fragancia comienza con tonos frescos que combinan un agua especiada ligera con cítricos que se abren a los 5 minutos a un cremoso de iris con vainilla de bronceador que tiene insinuaciones de zanahoria dulce, logrando a los 10 minutos un acabado acuático que tiene un centro de tonka y que vuelve a los 15 minutos a un cremoso suavizado de iris, afinando a los 20 minutos una nota de vainilla secundaria seca y cremosa a la vez con aires de zanahoria. En fase media a los 30 minutos el aroma se siente más tibio y amaderado, siguiendo con una línea de vainilla densa con tonos dulces que van de la zanahoria al ámbar junto con una ligera turbiedad vegetal intercalada que pasa por una nota amarga y luego deriva a un acabado de iris graso, mostrando a 1 hora una versión más amaderada del iris que produce una sensación de cuero con pachulí. Sobre las 2 horas el perfume toma una variante del centro de iris hacia un atalcado dulce de violetas con puntos mentolados de hojas de lavanda, continuando con un fondo cálido de la familia de la vainilla pero que tiene un acabado diferente que tampoco tiene similitudes con un grano de tonka y que se acerca a un ámbar, adquiriendo a las 3 horas una textura más polvosa parecida a cuero húmedo con una variación del mentol de lavanda a verdes de pachulí con inclinación a granos de tonka con caramelo frutal sobre una base dulce de estilo terroso mediterráneo en bergamotas con ámbar que vuelve a tender a un iris dulce, afinando a las 4 horas la línea dulce que se azucara y pasa de ámbar a mandarinas montadas sobre un fondo de polvo menos intenso. Al pasar de las 6 horas el aroma presenta una apariencia turbia donde se combinan aportes de iris, musgo, cedro, pachulí y una tonalidad dulce de ámbar con un residual marino centrado en talco clásico de lavanda y violetas con vainilla que recuerdan porciones de Palio de Lorenzo Siena, siguiendo a las 9 horas con un desarrollo más húmedo de lavanda con musgo y fondos de bosques donde resalta un punto dulce de ámbar con especiados compactos, llegando a las 12 horas con un cuerpo inclinado a fruta madura de granos de tonka con una interferencia secundaria y solapada de lavanda mezclada con cáscaras de naranja medianamente amarga. En fase final a las 24 horas la fragancia une las líneas de iris y lavanda en un talco de violetas que contiene interferencias herbales, colocando en la base nuevas notas de madera al cedro y ámbar con apariciones especiadas imprecisas que retienen características de pachulí con sándalo.
El aroma tiene un inicio fresco que luego asume variantes más tibias y acarameladas con un centro constante de iris como nota elegante o distinguida, a nivel de diario teniendo un desplante atemporal como un aporte fresco frutal de verano y primavera, aprovechando las secciones dulces y acarameladas en torno a tonka y vainilla con un fondo más opaco de violetas e iris que encaja en situaciones de invierno bajo techo, pudiendo ser un aporte funcional deportivo en actividades de baja intensidad. En oficina el perfume evita ir a un extremo denso o demasiado serio como las propuestas de iris de Dior Homme, compensando esta nota con cítricos frescos a la vainilla que cubren un segmento informal y semiformal con un efecto memoria que está levemente sobre el promedio. A nivel nocturno la fragancia tiene un desplante mixto ya que debe compensar la presencia de grupos dulces más vivos con un fondo verde terroso y floral, pudiendo ser aprovechado por un público joven informal que busca una apariencia pulcra pero teniendo mayor notoriedad en el segmento semiformal por las líneas particulares de lavanda, tanto de cenas y reuniones como eventos en lugares más contaminados como un bar o pub, teniendo una presencia fresca y compensada que no alcanza a llegar al lado formal. En lo romántico el perfume tiene una presencia particular que se siente atractiva y no agresiva en climas fríos con un iris que está bien planteado y mesurado por aportes secundarios acogedores, siendo una opción para salidas con pareja conocida. Rango de edad entre 25 y 60 años.
En partida la fragancia comienza con tonos frescos que combinan un agua especiada ligera con cítricos que se abren a los 5 minutos a un cremoso de iris con vainilla de bronceador que tiene insinuaciones de zanahoria dulce, logrando a los 10 minutos un acabado acuático que tiene un centro de tonka y que vuelve a los 15 minutos a un cremoso suavizado de iris, afinando a los 20 minutos una nota de vainilla secundaria seca y cremosa a la vez con aires de zanahoria. En fase media a los 30 minutos el aroma se siente más tibio y amaderado, siguiendo con una línea de vainilla densa con tonos dulces que van de la zanahoria al ámbar junto con una ligera turbiedad vegetal intercalada que pasa por una nota amarga y luego deriva a un acabado de iris graso, mostrando a 1 hora una versión más amaderada del iris que produce una sensación de cuero con pachulí. Sobre las 2 horas el perfume toma una variante del centro de iris hacia un atalcado dulce de violetas con puntos mentolados de hojas de lavanda, continuando con un fondo cálido de la familia de la vainilla pero que tiene un acabado diferente que tampoco tiene similitudes con un grano de tonka y que se acerca a un ámbar, adquiriendo a las 3 horas una textura más polvosa parecida a cuero húmedo con una variación del mentol de lavanda a verdes de pachulí con inclinación a granos de tonka con caramelo frutal sobre una base dulce de estilo terroso mediterráneo en bergamotas con ámbar que vuelve a tender a un iris dulce, afinando a las 4 horas la línea dulce que se azucara y pasa de ámbar a mandarinas montadas sobre un fondo de polvo menos intenso. Al pasar de las 6 horas el aroma presenta una apariencia turbia donde se combinan aportes de iris, musgo, cedro, pachulí y una tonalidad dulce de ámbar con un residual marino centrado en talco clásico de lavanda y violetas con vainilla que recuerdan porciones de Palio de Lorenzo Siena, siguiendo a las 9 horas con un desarrollo más húmedo de lavanda con musgo y fondos de bosques donde resalta un punto dulce de ámbar con especiados compactos, llegando a las 12 horas con un cuerpo inclinado a fruta madura de granos de tonka con una interferencia secundaria y solapada de lavanda mezclada con cáscaras de naranja medianamente amarga. En fase final a las 24 horas la fragancia une las líneas de iris y lavanda en un talco de violetas que contiene interferencias herbales, colocando en la base nuevas notas de madera al cedro y ámbar con apariciones especiadas imprecisas que retienen características de pachulí con sándalo.
El aroma tiene un inicio fresco que luego asume variantes más tibias y acarameladas con un centro constante de iris como nota elegante o distinguida, a nivel de diario teniendo un desplante atemporal como un aporte fresco frutal de verano y primavera, aprovechando las secciones dulces y acarameladas en torno a tonka y vainilla con un fondo más opaco de violetas e iris que encaja en situaciones de invierno bajo techo, pudiendo ser un aporte funcional deportivo en actividades de baja intensidad. En oficina el perfume evita ir a un extremo denso o demasiado serio como las propuestas de iris de Dior Homme, compensando esta nota con cítricos frescos a la vainilla que cubren un segmento informal y semiformal con un efecto memoria que está levemente sobre el promedio. A nivel nocturno la fragancia tiene un desplante mixto ya que debe compensar la presencia de grupos dulces más vivos con un fondo verde terroso y floral, pudiendo ser aprovechado por un público joven informal que busca una apariencia pulcra pero teniendo mayor notoriedad en el segmento semiformal por las líneas particulares de lavanda, tanto de cenas y reuniones como eventos en lugares más contaminados como un bar o pub, teniendo una presencia fresca y compensada que no alcanza a llegar al lado formal. En lo romántico el perfume tiene una presencia particular que se siente atractiva y no agresiva en climas fríos con un iris que está bien planteado y mesurado por aportes secundarios acogedores, siendo una opción para salidas con pareja conocida. Rango de edad entre 25 y 60 años.