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Charlie Gold by Revlon

Este perfume de 1995 se suma a la serie de fragancias y ediciones elaboradas a partir del lanzamiento de Charlie por Revlon en 1973, el cual destacaba por ser una propuesta dinámica para una mujer independiente de ciudad, surgiendo a finales de la siguiente década nuevas propuestas que comenzaron a aparecer de manera casi anual como Oriental de 1988 y Express de 1991, con Gold siendo parte de la colección con nombres de colores como Red, White, Silver y Silver Musk aparecidos a mediados de los años noventa donde Gold opta por un aroma relativamente más denso y dulce con aportes especiados más altos. El envase mantiene la forma de botella estándar creada para Charlie en su primera edición y que consiste en una botella de frente cuadrado con hombreras en diagonal donde se monta un tapón cilíndrico, con Gold teniendo un colorido en dorado en el tapón y en el líquido que es de un tono amarillo oscuro. En el sitio de Revlon no se encuentran menciones de la línea Charlie, sin que se cuente con un detalle oficial de sus notas.

En partida la fragancia posee una línea principal aldehídica floral como en el primer Charlie de 1973 y con referencias a jazmín que plantea a los 5 minutos el desarrollo de una nota solapada de durazno que aumenta a los 10 minutos a rosas amaderadas y especiados en el estilo de S. T. Dupont pour Femme pero con un acabado más frutal, afinándose el aroma a los 15 minutos en duraznos y gardenias polvosas con regreso de aldehídicos que incluyen a los 20 minutos la presencia de tonos de fruta madura junto con el desarrollo de una veta de agua especiada en la base que contiene un polvoso de rosas dulces y jóvenes. En fase media a los 30 minutos el perfume posee una mayor presencia de especiados dulces mezclados con florales limpios y clásicos, pasando por líneas de resinas jabonosas que llegan a 1 hora con una combinación de polen fresco al ámbar con tintes de clavo de olor y canela sobre rosas amieladas con aportes de naranja, violetas, duraznos y ciruela. A las 2 horas la fragancia combina florales con especiados y fruta madura al durazno y ciruela, focalizándose en un gardenia limpia y ligeramente cremosa al polen con violetas y clavo de olor de tallos de rosas con una veta escapada de vainilla, con el aroma volviéndose más dulce a las 3 horas reforzando la presencia de frutas con polen que van alineadas con una nota central de rosas con picores especiados que se acercan a cáscara de naranja con fondos de jabón al ámbar, reforzando a las 4 horas una variante chiprés dulce de ciruelas y duraznos con especiados de tallos amaderados que sigue en rosas con gardenias agregando un fondo ahumado de incienso y palisandro. A las 6 horas la fragancia se vuelve más densa centrándose en florales al jabón a la gardenia con una carga alta de ciruelas sostenida sobre un agua de canela con ecos de pimienta rosada como una evolución del clavo de olor, surgiendo puntos tostados de ámbar que pasan por vainilla y caramelo quemado de bajo dulzor, dando un paso breve por violetas y estabilizándose en vetas metálicas de claveles con miel de polen que rozan la idea de un ylang-ylang, regresando a las 9 horas los aportes de rosas frías con un fondo de miel con madera especiada más compacta y con residuos metálicos de clavo de olor y pétalos con vainilla, reforzando a las 12 horas derivadas dulces de la nota de miel que se abren a ciruelas maduras, ámbar tostado y maderas a la almendra que en conjunto rebajan a las flores a un segundo plano de apariencia polvosa y especiada. En fase final a las 24 horas el perfume asume una presencia mucho más oriental dominada por un tinte metálico que se intercala sobre una línea central de miel, resina y especiados con un aire masculino, con el aroma produciendo lentamente la idea de un licor de crema en un estilo Baileys con vainilla, canela y caramelo cruzado con polen que termina siendo absorbida por un cuerpo oscuro de incienso.

La fragancia marca un punto de inflexión dentro de la evolución de las versiones de Charlie, con Gold surgiendo dentro del grupo clásico que considera a Red de 1993, White de 1994 y Silver de 1997, aumentando el tono breve de canela de Red y mejorando la profundidad con que experimentó White de manera vanguardista, despidiéndose casi como un canto de cisne de una época antes de pasar al estilo más cotidiano de Silver, jugando con mezclas florales dulces al durazno propias de la perfumería más profunda de los años 80 y que se alcanza a apreciar en algunos perfumes contemporáneos de Gold de la década del 90 como Trésor de Lancôme, 5th Avenue de Elizabeth Arden y S.T. Dupont pour Femme, con la mezcla de especiados frutales con flores clásicas teniendo un inicio limpio al jabón que evoluciona a una vainilla que favorece a nivel de diario una preferencia invernal no deportiva. En oficina el perfume se siente atractivo aunque apegado a una línea clásica floral no moderna con ecos aldehídicos centrados en ciruela, miel, vainilla y clavo de olor que pueden volverse fácilmente intrusivos si se abusa en la dosis aplicada, dejando una impresión seria que se adapta a mayor edad a situaciones cotidianas abarcando el rango informal y semiformal, teniendo un efecto memoria bueno que en principio se asocia a un aroma antiguo pero con tiempo pudiendo identificarse sus notas a nivel ambiental. A nivel nocturno la fragancia se aparta del dinamismo requerido por el público adolescente, destacando en el rango informal maduro y semiformal invernal de edad amplia como un aroma tibio y de corte oriental con presencia amielada de estilo reservado y no extrovertido de cenas y reuniones sociales, faltándole sofisticación para llegar al lado formal. En lo romántico la mezcla de notas produce un efecto sucio y algo sórdido que llama la atención en salidas y eventos con pareja conocida, teniendo una interpretación sensual que puede ser captada en conversaciones con desconocidos pero que necesita de aplicaciones controladas y acotadas para no volverse denso y agresivo. Rango de edad entre 25 y 60 años.