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Ungaro Silver by Emanuel Ungaro

Esta fragancia del 2017 es un lanzamiento de la marca del diseñador Emanuel Ungaro que se basa en las líneas de envase de Ungaro Man del 2008 y que sigue a otras propuestas que aparecen cada 2 a 3 años como Blue Ice, Masculin y Power, repitiendo una estrategia de aparecer en el mercado en compañía de una edición femenina que en este caso recibe el nombre de Gold. El envase usa una botella de frente rectangular y perfil curvado que corresponde al diseño creado para Ungaro Man, destacando el uso de un vidrio transparente en tonos gris suave con una banda de pintura gris plateada opaca en la sección inferior. En el sitio de Ungaro no aparecen referencias a este perfume, sin que se cuente con un listado oficial de sus notas.

En partida la fragancia presenta una combinación de lavanda, pomelo, ámbar gris y fondo de cuero que agrega a los 5 minutos una línea clásica cítrica con una nota principal de lavanda más fresca e incluye a los 10 minutos una veta de ámbar con anís que iguala el aroma de Azzaro pour Homme, ocurriendo en paralelo a los 15 minutos alzas de pomelo verde con lavanda especiada que se mantienen en segundo plano sin afectar la línea de lavanda, conservando 20 minutos el estilo de Azzaro con un fondo cremoso tibio. En fase media a los 30 minutos el perfume apaga la nota de ámbar perdiendo la relación con Azzado pour Homme y moviéndose hacia variantes de lavanda y violetas con un punto áspero que cambia el cuero a cardamomo, llegando a 1 hora con tonos de pomelo y anís sobre una base de lavanda clásica con ámbar. A las 2 horas el perfume aumenta la profundidad de la nota de ámbar que se mantiene ligada a la lavanda y el anís, pasando a niveles de ládano e incienso con una porción seca de madera al sándalo, incluyendo a las 3 horas un acabado suave de musgo al cuero de presencia fresca que produce un efecto similar de tibieza del ámbar dando una leve inclinación más verde al cuerpo anisado a la lavanda, suavizando su desplante a las 4 horas regresando a un estilo más seco y maduro que combina tonalidades de Azzaro pour Homme con Drakkar Noir de Guy Laroche más una nota de menta derivada de pomelo. Sobre las 6 horas el perfume recupera una tonalidad de ámbar gris que aporta un giro marino clásico y mesurado al grupo de lavanda con ámbar que desvía al aroma de las líneas especiadas aumentando la profundidad de las resinas que se sienten más ricas y oscuras dando ocasionalmente la idea de una composición de pomelo con vetiver, combinando a las 9 horas el ámbar gris con la lavanda produciendo un nuevo tipo de enfoque marino más herbal y con mayor notoriedad en especiados con resinas más frescas y atractivas que tienden a variantes dulces al elemí como en Presence de Montblanc con un punto frutal rojo que gira en pomelo, tomando a las 12 horas una apariencia más seca al musgo con anís sostenido sobre resinas más orientales y amaderadas que poseen matices a la pimienta más picantes en nariz. En fase final a las 24 horas el perfume baja su intensidad sintiéndose más seco y reduciendo los puntos dulces de resina con los que se asociaba a Azzaro y Presence, colocando un foco en maderas frescas con un punto oscuro de bosques donde se siente un residual de lavanda con cuero y cacao de pachulí.

La fragancia se mueve en torno a una inspiración clásica que se sustenta en notas emblemáticas de la perfumería masculina en lavanda con ámbar y cítricos más potentes que una bergamota, recordando con fuerza en su punto medio a Azzaro pour Homme y en menor grado a Drakkar Noir con un paso rápido de resinas de Presence, a nivel de diario adaptándose a climas templados como un perfume atemporal de exteriores e interiores que acepta algunas actividades deportivas mesuradas y con una orientación social. En oficina el perfume se siente pulcro y correcto, tal vez aproximándose a un estilo maduro al carecer de puntos propios de una perfumería juvenil y mantener un eco clásico, cruzando los niveles informal y semiformal con un efecto memoria levemente sobre el promedio. A nivel nocturno la fragancia tiende a asumir una personalidad seria, con la interpretación de Azzaro pour Homme pudiendo tener un matiz joven por encima del segmento adolescente en el rango informal y teniendo mayor soltura de movimiento en eventos semiformales atemporales, faltándole fuerza y complejidad para llegar al extremo formal. En lo romántico la forma en que se presenta la lavanda con el anís y las resinas es grata y atractiva, pero más cercana a un homenaje a la perfumería masculina de los años ochenta que a buscar un efecto sensual acogedor, entendiéndose como un aroma de disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 60 años.