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Luna Floral by Natura

Este perfume del año 2017, de la marca brasileña Natura, corresponde a una edición derivada de Luna del 2014 y que sigue a Luna Rosé del 2015, con Luna Floral proponiéndose como un aroma orientado a mujeres llenas de vida y de belleza espontánea que valoran su sensualidad natural siguiendo un estilo denominado chiprés brasileño que combina notas cítricas, florales y amaderadas. El envase usa la misma botella asimétrica de base gruesa diseñada para la primera versión de Luna, usando un colorido en gradiente que comienza en la parte baja en rosado y llega a un tapón cercano a marrón. En el sitio de Natura Brasil presentan para el perfume las siguientes notas: pimienta rosada, bergamota, frutas rojas, violetas, lirios del valle, aliso de mar (Lobularia maritima, en portugués Flor de Mel, una flor pequeña y perenne que es capaz de cubrir superficies produciendo un aroma dulce), musk, pachulí y cedro.

En partida la fragancia posee un cuerpo aromático más clásico que la versión original y que está centrado en jazmín y violetas polvosas, agregando a los 5 minutos un picor breve de pimentón y colocando a los 10 minutos un foco en violetas oscuras con un punto de mora de bajo dulzor que llega a los 15 minutos a un tono atacado de polen con miel, bajando en intensidad el aroma a niveles delicados permitiendo a los 20 minutos una notoriedad del tono picante de pimentón que reaparece con un desplazamiento a madera. En fase media a los 30 minutos el perfume adquiere una apariencia más ácida que combina lirios del valle con jazmín, reapareciendo a 1 hora el punto de polen con miel junto con un fondo verde de tallos levemente especiados. A las 2 horas la fragancia mantiene un centro floral con vetas polvosas de violetas a la mora, agregando secciones paralelas que siguen en la misma línea en torno a iris y loto, teniendo a las 3 horas una presencia delicada al talco donde las violetas y el jazmín caen a un segundo plano privilegiando tonos dulces silvestres de polen con dejos verdes, proyectando a nivel ambiental a las 4 horas una idea de lirios del valle de presencia femenina correcta más amielada de lo habitual. Al pasar de las 6 horas el perfume deja una apariencia polvosa similar al aroma de maquillaje producido por una nota de iris o jazmín con secciones ácidas verdes que mantienen un origen floral, reforzando a las 9 horas un concepto de florales verdes al combinar jazmines y violetas levemente metálicos con un tinte de lirio del valle con características volátiles de calone donde se cruza un punto más amargo de pachulí, igualando en este punto algunas fases sobre la segunda mitad de Luna en los que tiene un parecido con Love Love Love de Ágatha Ruiz de la Prada pero con una base de madera, destacando a las 12 horas una pequeña alza dulce de polen y grosellas rojas que se sostiene sobre una base estable floral de corte tradicional. En fase final a las 24 horas la fragancia se oscurece siguiendo una línea floral que tiene rasgos de rosas al incluir aportes de frutas rojas ácidas, colocando en la base una línea paralela dulce de ámbar con un polen que posee impresiones de vainilla amaderada.

La fragancia sigue una línea diferente a la propuesta por la primera versión de Luna, rebajando el aporte frutal y optando por capas florales atalcadas más elegantes con cruces de picores de madera sin llegar a un estilo chiprés tradicional, a nivel de diario sintiéndose como una opción para exteriores y eventos bajo techo de primavera y verano sin seguir una línea deportiva. En oficina la fragancia se siente más apegada a lineamientos laborales tradicionales dentro de lo informal y semiformal, evitando tener momentos intrusivos si se falla en la cantidad aplicada y sintiéndose como una opción correcta de reuniones que evita las frutas potentes de su predecesor Luna, teniendo como consecuencia un efecto memoria menor que está dentro del promedio al carecer de notas punzantes que lo hagan recordar o notar al caminar por pasillos. En el escenario nocturno el perfume tiende a alejarse del público adolescente que prefiere aromas extrovertidos o dinámicos, cubriendo todavía situaciones informales a edad mediana y teniendo mayor soltura en eventos semiformales de espacios limpios como cenas o reuniones protocolares, con el aroma apreciándose tenue y delicado sin alcanzar a proyectarse con fuerza en ocasiones formales. En el caso romántico el perfume puede dejar una impresión seria y clásica dentro de lo floral sin insinuaciones sensuales explícitas, entendiéndose como una propuesta de disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 60 años.