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Ricci Club by Nina Ricci

Esta fragancia de 1989 es el cuarto perfume masculino de la marca Nina Ricci después de Signoricci de 1965, Signoricci 2 de 1976 y Phileas de 1984, destacando esta propuesta por tener una apariencia más alegre y colorida a nivel de empaque que se reflejaba en las propagandas de la época donde el frasco del perfume aparecía reemplazando una corbata, como una invitación a un relajo de las líneas más formales de sus predecesores. El envase considera una botella cilíndrica de vidrio transparente con franjas verticales que dan al frasco una apariencia facetada y rematada por un tapón negro octogonal removible, con una caja donde sus caras laterales contienen franjas horizontales, verticales y diagonales en colores amarillo, rojo, azul y gris, pasando la caja con el tiempo a un envase más sobrio y menos colorido en gris con franjas amarillas, existiendo algunas versiones de frascos donde el tapón sigue la línea vertical de la botella y tiene integrada la válvula del spray. En el sitio de Nina Ricci no aparecen referencias a esta fragancia al estar descontinuada, sin que se cuente con un detalles de sus notas aromáticas.

En partida el perfume presenta rasgos herbales con notoriedad en semillas de comino sobre una base tibia de resina con inclinación a ládano, destacando a los 5 minutos un punto dulce más graso con características de chocolate que vuelve a los 10 minutos a un ládano más amaderado y alimonado que incluye vetiver, siguiendo a los 15 minutos una línea de perfumería clásica profunda con presencia de varias notas simultáneas donde se mantiene en un nivel superior un limón de vetiver pero agregando tonos florales neutros limpios como en Brut donde el ládano se acerca a ylang-ylang, pasando a los 20 minutos a un cuerpo más herbal de pradera con presencia de lavanda que opaca el aporte de vetiver y cambia el ládano por un punto de miel. En fase media a los 30 minutos la fragancia toma un matiz más jabonoso a nivel ambiental que comienza en lavanda pero se acerca a los rasgos florales limpios de Brut con un dulzor de miel a la vainilla que recuerda la base de Wild Country de Avon, destacando a 1 hora tonos más terrosos a la madera que retienen un dulzor de miel, vainilla e ylang-ylang. A las 2 horas el perfume sigue con un acabado de jabón más alto y lineal en lavanda con madera y sensación de semillas terrosas en la base de comino y cilantro con notas más bajas de ylang-ylang y vainilla, surgiendo a las 3 horas aportes verdes que se originan en lavanda y pasan por menta, bergamota y sándalo con un regreso del ládano mezclado con vainilla, musk y granos de tonka ligeros con acercamientos a canela que crean una apariencia menos clásica y más contemporánea, enfocándose a las 4 horas en un sándalo con pimienta rosada que produce tonos de lápiz grafito, volviendo de manera secundaria los puntos florales neutros en la base con una inclinación a miel. Sobre las 6 horas el perfume se centra en una línea fresca pero con rasgos clásicos que incluye un ámbar de Azzaro pour Homme que deriva a miel con una madera ligera levemente picante a la canela y pimienta rosada que escapa a tabaco con resina y tonka sucia, adquiriendo a partir de las 9 horas un cuerpo amaderado acuático que combina pimienta rosada con un vetiver mesurado y flores al musk que reducen la vainilla y la tonka rescatando puntos cítricos apagados que aparecían solapados en las primeras etapas, mostrando a las 12 horas un comportamiento más apagado pero que también se acerca al estilo de perfumería actual en una nota suave de granos de tonka al musk con bergamota, volviendo a aparecer pequeños aportes de miel e ylang-ylang. En fase final a las 24 horas la fragancia se muestra más suave y tibio destacando matices orientales en torno a resinas donde el ládano tiende a mirra mezclada con residuos de tonka, sintiéndose en el fondo unos pequeños ecos especiados de la familia de la canela que se mezclan con musgo y musk dando una apariencia más polvosa al perfume.

La fragancia se siente como el último bastión del estilo de perfumería clásica de notas profundas antes de entrar a una década de los años noventa de aromas más directos y frescos, siendo el predecesor de Mémoire d'Homme del 2002 también descontinuado y de tendencia más joven y urbana que fue el último perfume masculino editado hasta ahora por Nina Ricci, moviéndose en el escenario de diario como un aroma atemporal que entrega una apariencia más social a algunas actividades deportivas mesuradas. En oficina por momentos el aroma se siente maduro y poco dinámico, evolucionando lentamente hacia un tono de jabón limpio menos complejo que va de un semiformal joven a un informal de mayor edad, teniendo un efecto memoria que cae en el promedio al combinar un aroma profundo con una proyección acotada que a rasgos generales se confunde con otras propuestas clásicas. A nivel nocturno el aroma se aparta de un público adolescente de fiestas y eventos informales, teniendo un carácter un poco más ceremonial pero con aires relajados dentro de lo semiformal, faltándole fuerza para llegar a un extremo formal. En lo romántico la mezcla de notas tiene matices tibios a la vainilla con madera que muestran una intención más discreta que conquistadora, entendiéndose como un perfume de disfrute personal. Rango de edad entre 30 y 60 años.