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Passport St. Moritz by Paris Hilton

Esta fragancia del año 2011 se agrega al trío inicial de perfumes de la colección Passport establecida el año anterior y que planteaba el concepto de una serie de viajes de lujos asociados al estilo de vida de la empresaria Paris Hilton en diferentes locaciones que daban nombre a cada perfume, comenzando con Paris, Tokyo y South Beach, agregando en esta ocasión al pueblo suizo de St. Moritz que albergó las olimpiadas de invierno de los años 1928 y 1948, y donde en la actualidad existen varios hoteles de lujo que lo han convertido en uno de los centros de ski más caros del mundo. El envase mantiene la forma de botella estándar de la colección, con un frasco cilíndrico en vidrio transparente con un tapón de color característico que en esta ocasión es azul, con todas las botellas teniendo un decorado en un estilo de caricatura japonesa donde aparece una chica rubia vestida de acuerdo al lugar y que en este caso tiene un vestuario de ski contra un fondo de montañas nevadas. En el sitio de Paris Hilton y de Perfumania Holdings, fabricante de la fragancia, no aparecen referencias a este perfume sin que se cuente con un listado oficial de sus notas.

En partida el perfume presenta una línea de limón tenue muy suave que se desplaza pronto hacia picores de anís ligero y que hacen un paso rápido por violetas e iris dulce para focalizarse en regaliz, dando la idea de una versión suave de la fragancia clásica de Lolita Lempicka, incluyendo a los 5 minutos un aporte breve de frutas rojas al agua y que se focaliza en cerezas que desaparecen al llegar a los 10 minutos dejando una sensación de flores polvosas y fragantes de manera delicada que apuntan a un guisante de olor sobre una base de talco, recuperando el perfume a los 15 minutos la línea inicial de limón pero en un formato más verde asociado a tallos vegetales de flores de la familia del lirio del valle y las fresias pero que no determinan un tono de madera, ocurriendo un retorno de notas a los 20 minutos que destacan la veta de regaliz pero con ascensos más notorios en la base de un iris cremoso que se basa en la línea de talco. En fase media a los 30 minutos la fragancia sigue sobre una línea más tibia y cremosa de violetas con iris combinadas con almendras que tienden a un licor de amaretto con tintes de cuero y musgo, persistiendo en el centro la línea de talco de iris con cruces de regaliz que mantienen un recuerdo del aroma del primer perfume de Lolita Lempicka e incluso con variaciones hacia la versión masculina de Lolita Lempicka au Masculin, surgiendo a 1 hora aportes de manzana y peras que no afectan la base de regaliz. A las 2 horas el perfume presenta una aromaticidad que se centra en tonos de musk limpio sin almendras que derivan del talco de iris, con un fondo de anís y violetas que recuerda el aroma de productos de limpieza con un corte sintético, con parte del residual de regaliz dando una idea de ajenjo depurado similar al usado por la línea Victorinox para representar una idea de aromas de pradera y montaña, por momentos volviéndose más denso el aroma a las 3 horas favoreciendo un cuerpo de iris y violetas que se inclina a ámbar en reemplazo del musk limpio reduciendo el aporte de anís y ajenjo, con el aroma volviéndose más ligero, frío y atalcado en torno a violetas de apariencia masculina sobre regaliz con ámbar a las 4 horas. Sobre las 6 horas la fragancia agrega características de vainilla a un centro tibio de iris y violetas donde el anís asciende a un nivel más ligero y volátil con características de plástico que insinúan presencias de flor de azahar y lirios del valle, conservando una apariencia tibia que vuelve a limpios de musk con anís y violetas a las 9 horas, aligerándose el aroma a las 12 horas en una línea de aspecto infantil como en Le Male de Jean Paul Gaultier al combinar violetas con vainilla y un tinte de nerolí. En fase final a 24 horas de aplicada la fragancia apunta a un cuerpo cálido y en parte plástico centrado en un musk limpio y levemente al anís como en White Musk de Monotheme y repitiendo ideas de ajenjo limpio con aspecto de erva-doce de algunos productos de Natura y Victorinox, sintiéndose en el fondo un tinte menor de violetas mezclado con vestigios de flor de azahar y lirios del valle.

La fragancia llama la atención por el uso inicial de tonos limpios, por momentos con una apariencia sintética pero también dando la idea de estar buscando la representación de un aroma de montañas como en la serie Victorinox, con la veta de violetas y anís siendo el centro característico alegre y con tintes juveniles del perfume y que en conjunto se muestran a nivel de diario como una fragancia atemporal, con momentos frescos y fríos en primavera y verano complementado por picores gratos de oler sobre una base tibia al musk en épocas frías, teniendo algunos matices limpios que se adaptan a actividades deportivas mesuradas. En oficina el aroma se hace notar a distancia de conversación siguiendo un patrón limpio que se adapta a conversaciones empáticas con colegas y teniendo una faceta profesional que cubre los segmentos informal y semiformal, con un efecto memoria que se ubica en lo mediano pero que tiene algunos momentos altos en las notas principales de musk, anís y violetas. En el caso nocturno la fragancia aprovecha una impresión más agresiva y atalcada tibia como la de Lolita Lempicka, destacando en situaciones más dinámicas y jóvenes como fiestas, idas a pubs y salidas con amigos en un ámbito informal con apariencia pulcra, pasando de manera natural a situaciones semiformales correctas sin una gran complejidad y con un enfoque sincero basado en un musk notorio, faltándole fuerza para llegar al nivel formal. En lo romántico el aroma se siente grato de oler y logrando despertar curiosidad, apuntando a salidas con pareja conocida y ocasionalmente creando un ambiente grato en conversaciones con desconocidos. Rango de edad entre 20 y 60 años.