Quatre Pour Homme by Boucheron
Este perfume, lanzado durante el 2015, corresponde a la versión masculina de Quatre de mujer aparecida en el mercado un par de meses antes, repitiendo el concepto en torno al anillo Quatre creado en el 2004, siendo esta fragancia la tercera que desarrolla Boucheron para un público masculino y la primera en este grupo después de una pausa de 17 años desde Jaïpur Homme de 1998. El envase se basa en el diseño de botella creado para Quatre de mujer pero más alto, con una botella cilíndrica con un grabado en la base y un disco en acabado metálico en la zona de las hombreras más la forma del anillo Quatre en el tapón, cambiando el uso de color dorado por plateado y con el líquido tomando una tonalidad azul. En el sitio de Boucheron no aparecen referencias a esta nueva fragancia, sin que se cuente con un listado oficial de notas aromáticas.
En partida la fragancia tiene un inicio frío y serio, con aportes de tonos de bosque que van por especiados amaderados que se sienten solapados por una presencia verde húmeda de musgo y cuero con apariciones acotadas de pomelo amargo, sumando a 5 minutos aromas de helechos con cardamomo que mantienen un centro verde, agregando a 10 minutos impresiones ásperas dentro de la tendencia verde y que resaltan una nota de cuero que está en un punto medio entre la usada por Trussardi Inside for Men y Jazz de YSL, destacando a 15 minutos un fondo de lavanda al agua que tiene una componente de hojas que va apegada con las notas de musgo y madera, sintiéndose a 20 minutos un aroma de la familia de la menta que parece venir de pachulí y enebro. En fase media al pasar de los 30 minutos la fragancia muestra un descenso en la nota de menta manteniendo un centro de lavanda sobre musgo que se vuelve más ligero y atalcado permitiendo aportes de pachulí confitado suave con ámbar y sensaciones de caramelo turbio, teniendo el aroma una baja de intensidad manteniendo esta estructura a 1 hora de aplicado. Sobre las 2 horas el perfume reduce las impresiones oscuras apegándose a un pachulí menos verde y con dejos confitados que ocasionalmente pasa a cuero, bajando su intensidad de manera notoria en favor de cálidos de madera con un dejo de tabaco con trazas de ámbar y miel, dejando atrás los matices verdes a las 3 horas en favor de maderas y ámbar amielado con un centro en pachulí confitado de baja potencia y aproximaciones a molécula de Cashmerán de rasgos tibios a la madera con un dejo de miel, centrándose a las 4 horas en un pachulí muy calmado y de baja estela al ámbar con variaciones de la nota de cuero hacia talco de lavanda. Al pasar de las 6 horas el perfume asume un centro aromático de pachulí con rasgos confitados y aportes de maderas cálidas, en un formato muy suave con baja proyección y que contiene vestigios de cuero húmedo, volviéndose más atalcada la fragancia a las 9 horas con combinaciones mucho más compactas de lavanda y violetas que reducen la presencia del pachulí, elevando a 12 horas el aroma de talco de lavanda combinado con porciones herbales secas de romero y madera al musgo que recuerdan el acabado central de Palio de Lorenzo Siena. En fase final al pasar de las 24 horas el perfume posee una intensidad baja que mantiene un centro en talco de lavanda, pero agregando aportes de ámbar amaderado y tabaco en reemplazo del pachulí.
La fragancia presenta un perfil de evolución muy lenta que puede descolocar por una apariencia seria e introvertida si se compara con la imagen que proyecta la versión femenina de Quatre en sus primeros minutos y que carece de puntos aromáticos distintivos que se proyecten hacia el público, logrando sólo sobre las 3 horas un aroma cálido en maderas con miel que por presencia se apegan a un disfrute personal, mostrándose a nivel de diario como una fragancia atemporal lejana a actividades deportivas. En oficina la fragancia se mueve de manera discreta pero correcta apegada a una imagen semiformal no juvenil, de vestuario semiformal que pasa a informal a mayor edad, con un efecto memoria que se sostiene en mediano pero que cae a bajo al alejarse de la distancia de conversación. En el campo nocturno la fragancia necesariamente requiere de sobreaplicación para destacar al mantener un perfil calmado y no extrovertido, sin ir por el lado adolescente de fiestas y manteniendo una línea correcta de reuniones protocolares y cenas sociales, nuevamente faltándole fuerza en eventos de gala y matrimonios donde predomina la idea de un aroma profesional de oficina. A nivel romántico las líneas del perfume siguen un perfil frío y serio que no alcanza a desarrollar una componente sensual, enfocándose como un perfume de disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 60 años.