Aqua Frost by Azzaro
Esta fragancia del año 2013, de la marca de vestuario francesa Azzaro, forma parte de una colección llamada Aqua que comenzó el 2009 y que incluyó otras ediciones como Aqua Verde y Aqua Cèdre Blanc, con Aqua Frost destacando la intención de entregar un efecto de agua refrescante que enfríe la piel basada en un centro de composición mayoritariamente cítrica. El envase sigue un perfil simple en un frasco rectangular cuyas caras se curvan hacia adentro en la base y en la parte superior, apegado a un diseño ya usado por las otras fragancias de la serie Aqua y que también había sido usado por la colección Pure de comienzos del 2000, cambiando el acabado del vidrio a un esmerilado blanco. En el sitio de Azzaro no aparecen menciones a este perfume, pudiendo tratarse de una serie limitada o ya descontinuada.
En partida la fragancia se mueve en un rango de alimonados fríos y de base acuática, con un primer nivel de cáscaras de limón no ácidas que se combinan con variantes más aromáticas de cidro y nerolí de colonia que incluyen porciones dulces de bergamota, estableciendo sobre los 5 minutos un ascenso de pomelo amarillo que crea un efecto de agua que roza la lavanda e incluye apariciones esporádicas de calone y vetas marinas clásicas acotadas a los 10 minutos, incorporando de manera lenta a los 15 minutos aportes verdes mesurados que comienzan en helechos ligero y llegan a los 20 minutos a un tono de albahaca que queda ubicado como capa secundaria bajo el pomelo. En fase media a los 30 minutos la fragancia afina la porción verde que contiene características de pomelo y verbena pero se orienta de manera más notoria hacia herbales tipo hojas de lavanda y romero dentro de un marco acuático, retomando la línea de helechos que aporta un punto de menta de enebro apegado a cáscaras de lima no ácida, llegando a 1 hora con una presencia ambiental en menta y agua de lavanda con un frío levemente picante de pomelo. A las 2 horas la fragancia mantiene un carácter frío más cercano a un acabado marino pero basado en menta mezclada con pomelo, incluyendo tonos de naranja amarga e interior de cáscaras de naranja donde se siente una madera ligera que contiene un dejo de chocolate y musgo, volviendo a las 3 horas a un acabado de helechos limpio de la década del noventa que reduce la notoriedad de la menta y se asocia con nuevos acabados cercanos a musgo y sándalo, sumando un matiz alimonado a las 4 horas que se apega a pomelo pero también contiene referencias a un vetiver ligero. A las 6 horas el aroma comienza a presentar variaciones, dando un paso hacia turbios de calone que van más allá de un agua de lavanda y que contiene tibios discretos de ámbar, reapareciendo el pomelo en un formato cercano a un especiado a la canela con picores mesurados que están alineados con el ámbar, volviendo a orientarse a las 9 horas hacia helechos limpios y acuáticos que funden el calone con el enebro, dando un paso breve por manzana verde pero rematando a las 12 horas en un ámbar gris que contiene lavanda y se encuentra bajo la capa de helechos. En fase final después de 24 horas la fragancia comienza con una aproximación a cascaras de limas verdes que sostienen el acabado frío en combinación con un pomelo secundario que crea impresiones y picor parecidas a una pimienta elevándose lentamente desde el fondo una tonalidad de helechos basado en enebro pero que contiene terrosos bajos de musgo.
La fragancia posee un enfoque funcional refrescante que calza en el escenario de diario en épocas de verano como un agua de colonia no clásica ni densa que acepta reaplicaciones, en especial en situaciones deportivas dinámicas como actividades en el exterior e idas al gimnasio. En oficina el aroma sostiene un aspecto limpio y pulcro, asociado a un agua fresca de épocas o zonas calurosas que tiene una base limpia verde cercana a un estilo clásico pero sin caer en el segmento antiguo, obteniendo un efecto memoria que llega a mediano y teniendo dificultad en diferenciarse de otras fragancias que se apegan a la misma línea aromática. En lo nocturno el perfume se sostiene en actividades semiformales propias del verano, como salidas dinámicas con amigos en casa o en exteriores dentro de un marco informal a semiformal no estricto, perdiéndose en ambientes muy contaminados y sin encajar en el segmento formal. A nivel romántico la fragancia sigue una línea más bien personal que beneficia una sensación de frescura clásica en lugar de gastar recursos en intenciones de conquista. Rango de edad entre 25 y 60 años.