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Zegna Forte by Ermenegildo Zegna

Esta fragancia de mediados del año 2010 aparece en el mercado 1 año después de Zegna Colonia y siguiendo una línea diferente a su predecesor directo, con un aroma que marca el encuentro de dos mundos representados por tonos de agua de colonia propios de la herencia italiana de la marca y por líneas de tabaco con miel y maderas más afines con el estilo moderno del hombre urbano. El envase repite la misma forma de botelal que ha sido usada por Essenza di Zegna, Zegna Intenso y Zegna Colonia, cambiando el colorido del vidrio a un degradado que va de un gris ahumado a transparente en la base. En el sitio de Zegna destacan las siguientes notas aromáticas para este perfume: pimienta rosada, jengibre, cáscara de limón, cáscara de pomelo, hojas de tabaco, miel y granos de tonka.

En partida la fragancia muestra líneas diferentes a los mediterráneos de sus predecesores, con puntos amaderados que llegan a ideas de chocolate y destacando puntos vegetales que incluso rozan los florales de jazmín con vetas de pachulí, con tonos vagos y muy imprecisos de cítricos de baja aromaticidad que se acercan a bergamotas. En fase media a 40 minutos la línea de chocolate con pachulí se afina en torno a tabaco dulce con incorporación de grupos terrosos que en principio se acercan a maderas con canela y dejos fríos de ámbar también dulce, afinando un punto especiado mesurado más ligero que una pimienta y cercano a cáscara de nuez moscada con jengibre, con oscilaciones de líneas verdes que se aproximan a salvia, aceite de pimienta o cáscara de pomelo amarga al llegar a 1 hora de aplicado, dando un recuerdo vago del concepto de aroma dual agresivo usado en Zegna Intenso, manteniendo tonos tibios de ámbar con una base más cercana a pimienta hacia el fondo y puntos confitados tipo garrapiñadas de maní o almendras a las 2 horas. A partir de las 4 horas parte de las vetas verdes da un giro hacia savia de plantas alejada de la idea de salvia y más cercanas a un jabón neutro, bajando el tono chispeante de jengibre que se apaga hacia las 6 horas en favor de tibios sucios de tonka que arrastran porciones de plástico quemado con resina, con la mezcla tomando un aspecto más atalcado parecido a violetas secas con lavanda e iris que favorece la aparición de pequeños alimonados alrededor de las 7 horas después de aplicado que complementan los tibios sucios casi sintéticos de tonka. Sobre las 9 horas el grano de tonka mantiene su evolución con rasgos plásticos intercalados que se abren primero hacia madera de arbustos y luego hacia tabaco dulce aromatizado con canela y miel, agregando puntos de hule con alimonados suaves al llegar a las 12 horas. En fase final a 24 horas la fragancia retorna hacia cítricos frescos ahora más marcados y que comparten espacio con resinas turbias que absorben la mayoría de las vetas adicionales, con los tonos de salvia pasando a plástico ahumado y los dejos de talco al iris cruzándose con licorosos de pachulí tipo hule.

La fragancia parece desligarse de las líneas de colonia clásica mediterránea establecida en perfumes anteriores, enfocándose ahora hacia una intención más urbana y personal con cierto grado de desenfado, donde la denominación Forte apunta más a personalidad que a intensidad, con una proyección que al menos en el escenario de diario todavía calza en gran parte de las épocas calurosas de la primavera y el verano y haciendo una apertura hacia épocas más frías del otoño pudiendo llegar a un invierno en interiores con un corte de tipo semiformal no deportivo, mostrando indiferencia si se usa en solitario o con intenciones sociales. En oficina la fragancia es capaz de mantener una cara seria y con una profundidad aromática suficiente en torno a las resinas, con un efecto memoria mediano debido a un aspecto general oscuro de las notas que disminuye parte de su desplante, tendiendo a aprovecharse mejor en épocas frías donde el punto de resina tiene menores posibilidades de ahogar, con una imagen semiformal sin corbata que se mantiene en un punto medio entre una personalidad dinámica y una reposada. Por el lado nocturno el aroma tiene puntos sucios afines con locales concurridos con bastante gente, tal vez optando por círculos sociales más pequeños e íntimos para que el aroma pueda se apreciado de mejor forma, evitando los extremos informales de fiesta y formales de gala por los cruces plásticos del grano de tonka que pueden sentirse fuera de lugar. En lo romántico la fragancia puede resultar chocante por momentos a corta distancia, sintiéndose como una opción de aroma personal para destacar pero sin concretar una conversación. Rango de edad entre 25 y 45 años.