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L'Eau2Kenzo pour Femme by Kenzo

Esta fragancia del año 2012, junto con una versión simultanea masculina, corresponden a una reinvención con enfoque más urbano del perfume clásico de los años noventa L'Eau par Kenzo y L'Eau par Kenzo pour Homme, con la nueva edición reemplazando los aires de inspiración oriental con enfoque de naturaleza y casi introspectivos en un aroma mucho más vital en línea con la energía que brota de una ciudad vibrante. El envase se apega al diseño de botella del primer L'Eau par Kenzo con un rectángulo de vidrio transparente y bordes ondulados que recuerdan un trozo o bloque de agua, con la válvula del spray llamando la atención con un color rosado casi magenta que se repite en el nombre del perfume grabado en el frente del envase. En el sitio de Kenzo Parfums señalan que las notas principales del perfume son: néctar de pera, pulpa de limón, rosas, fresias, loto, cedro y musk.

En partida la fragancia muestra líneas intensas de pulpa de pera fragante seguidas de inserciones graduales de peonías que arrastran trazas de frutos rojos ligeramente ácidos, con una evolución hacia florales un poco más ásperos con fondos alimonados que traen ideas de fresias rústicas. En fase media a 30 minutos el aroma baja la presencia de peras y de los tonos frutales rojos en favor de florales que continúan con una sensación rústica y algo áspera, con la peonía acercándose a rosas de jardín neutras seguidas de alimonados de fresias, desarrollándose el punto áspero hacia un loto que alcanza mayor presencia al acercarse a 1 hora de aplicado el perfume, con oscilaciones de limón en la base que le dan un carácter de colonia artesanal que reúne algunos puntos clásicos de 4711. A las 2 horas las notas de fresias se funden con las rosas ampliándose nuevamente el aroma hacia peonías con puntos frutales rojos ácidos, con las rosas tomando un aspecto que está al medio entre una flor clásica y una fresca, manteniendo un dejo de peras al fondo que da una tibieza extra a la mezcla cercana a bergamotas y bajando la presencia de loto que toma ahora un aspecto de aporte chiprés de tallos, con la fragancia rebalanceándose a las 3 horas con una caída de la veta chiprés y con las rosas con peonías absorbiendo a la pera, manteniendo un aroma frutal derivado de flores con un aspecto áspero al fondo que combina las características de una pulpa de pera con poco jugo y los aportes del loto menos presente y actuando como factor de complemento. A 6 horas la fragancia retoma las líneas de fresia alimonada mezcladas con rosas también ácidas que son mesuradas por la pera que ahora es menos áspera y se mantiene como un aire complementario dulce alineado con el limón de la fresia y que deja paso a nuevos puntos frutales breves que rozan el durazno a las 9 horas y que provienen de las rosas y peonías, con el grupo frutal superando al ácido de las rosas con un efecto fresco que se abre a musk con alimonados y con la pera retornando a niveles dominantes a la 12 horas sin rasgos pulposos, con una intensidad baja apegada a la piel que privilegia un efecto de aire fresco a corta distancia. En fase final a 24 horas el aroma se aleja de las rosas hacia tonos que se mantienen dentro de florales ácidos que retienen rasgos de pera y traen retornos del áspero de loto, con más presencia de fresias con pétalos polvosos que arrastran aires de grosellas rojas con dejos de damascos.

El aroma mantiene las ideas de rosas con loto de la versión original de 1996, dando un repunte más joven al incorporar líneas de pera más jóvenes y con mayor desplante, alejándose de las ideas de agua relajada con influencia de jardín japonés y tomando más protagonismo como perfume urbano, sintiéndose más chispeante como aroma de diario veraniego y primaveral de exteriores e interiores, con la rosa dando un estilo pulcro medianamente clásico que frena su uso en situaciones deportivas. En oficina la fragancia aprovecha la capa floral centrada en rosas para dar una idea correcta a nivel laboral dentro del informal y semiformal sin llegar a un estilo clásico estricto y manteniendo un ácido joven que requiere de mesura en su aplicación ya que puede volverse intrusivo en espacios cerrados, con un efecto memoria mediano al confundirse el punto de rosas con otras fragancias frutales de corte rojo. En el campo nocturno la fragancia destaca a nivel ambiental en situaciones informales y semiformales que van desde fiestas hasta reuniones relajadas con amigos, manteniendo un carácter algo lineal que le resta presencia al exigirlo en situaciones más formales. En lo romántico el aroma mantiene líneas empáticas y correctas por el lado frutal sin ahondar en una intención sensual y mejor enfocado en situaciones con pareja conocida, con el perfume siendo sensible a las sobreaplicaciones y con el punto de rosas pudiendo molestar a corta distancia. Rango de edad entre 25 y 50 años.