Sirène by Vicky Tiel

Este perfume del año 1994 es la segunda fragancia editada por boutique con sede en París de Vicky Tiel, quien como diseñadora tuvo sus orígenes en el diseño de vestuario para cine, innovó con uno de los primeros prototipos de minifalda antes que apareciera de manera oficial en los circuitos de la moda y que formó su carrera de la mano de la actriz Elizabeth Taylor, proponiendo con Sirène un aroma complejo y de gran profundidad que mantiene el estilo vigente en los años ochenta en torno a florales densos con intervención de vetas verdes y aldehídicos, con el envase siguiendo las líneas de diseño del primer perfume de Vicky Tiel creado en 1990 y que se inspiraba en líneas griegas antiguas como canon de belleza clásica, con la botella llevando grabados de esculturas de mujeres en su alrededor contra un vidrio esmerilado y con un tapón que recuerda una concha marina como una referencia vaga a la pintura "El Nacimiento de Venus" de Botticeli. En el sitio de Vicky Tiel no se hace referencia a la descripción de sus fragancias, por lo que no se cuentas con las notas oficiales de este perfume.

La partida de la fragancia se siente compleja, con una estructura floral, frutal, especiada y resinosa que recuerda a los perfumes de la década del ochenta, con un aroma que se mueve entre ciruelas con rosas seguida de aportes de un alimonado seco parecido al de Paloma Picasso, sumando inciensos al fondo y mostrando también grupos florales de jardín entremezclados, con la mezcla teniendo presencia a nivel ambiental como una masa aromática pero todavía sin llegar a individualizar líneas aromáticas precisas. En fase media a los 20 minutos comienzan las primeras definiciones florales, con un atalcado de ylang-ylang que se ve complementado por un jazmín clásico y porciones de fruta oscura que siguen la línea de la ciruela y el damasco, con los inciensos dando tonos de talco que se funden con el alimonado como una variante más moderna de un aldehídico y que da impresiones de jabón, evolucionando esta línea polvosa en intensidad hasta volverse dominante a las 3 horas, momento en que las rosas tienden a un agua de flores alineada con el jazmín y con los inciensos quedando a la par con el ylang-ylang, los cuales se sostienen como la flor dominante de esta etapa. Hacia las 6 horas se mantiene la presencia de flores clásicas densas, con el ylang-ylang abriéndose hacia tuberosas y con el jazmín tendiendo a un jabón de rosas, conservando el fondo de resinas inciensadas que se afinan hacia un estilo de corte limpio sin ahumados. A las 12 horas la fragancia todavía mantiene la misma intensidad de las etapas anteriores, estabilizándose en una mezcla que que se balancea entre frutas oscuras maduras, flores clásicas distribuidas entre jazmines y rosas con un dejo de tuberosa, inciensos frescos y restos polvosos cercanos a aldehídicos. En fase final a más de 24 horas la fragancia sigue con una buena intensidad conservando una mezcla que gira en torno a una idea de rosas, con frutales secundarios densos por el lado de los berries oscuros y las ciruelas, seguido de grupos especiados suaves de canela y nuez moscada que absorben los restos de aldehídicos y florales paralelos de tuberosa, ylang-ylang y jazmines que hacen un aporte adicional de duraznos y damascos maduros con vainilla inciensada y madera.

La fragancia por su estructura floral intensa se siente elegante y con recuerdos de la época de los años ochenta, con un desplante distinguido en un uso de diario de preferencia invernal que da una tendencia de uso social lejano a actividades deportivas, dinámicas o en un uso en solitario. En oficina la fragancia marca un punto fuerte de uso manteniendo las líneas elegantes y clásicas, posiblemente algo madura e inclinado hacia inviernos en interiores por desplante e intensidad, con un buen efecto memoria al asociarse el aroma con ideas clásicas de los años ochenta, teniendo puntos de riesgo por densidad en espacios muy cerrados. En situaciones nocturnas el aroma mantiene elegancia aunque sintiéndose algo simple para eventos formales, volviendo a destacar en reuniones semiformales sociales con conocidos e incluso en cenas asociadas con negocios, evitando el extremo joven e informal de fiestas por una idea de rigidez y poco dinamismo. Por el lado romántico el perfume se apega a la idea clásica de la vieja escuela, tardando en atraer y seducir por la primera idea de jabón floral pero luego sintiéndose más atractivo a medida que el entorno se acostumbra al aroma. Rango de edad entre 30 y 60 años.