Trésor In Love by Lancôme
Este perfume del 2010 aparece en el mercado coincidiendo con el aniversario número 20 del primer Trésor aparecido en 1990, una fragancia clásica que fue uno de los perfumes mejor vendidos de Lancôme durante toda una década, asentándose como un clásico con una tendencia a un público sobre los 30 años de imagen muy elegante. Esta versión llamada Trésor in Love moderniza el aroma del original dándole un giro más juvenil y romántico, manteniendo las mismas rosas dulces y rebajando la intensidad y el cuerpo denso de la primera edición, en un frasco de líneas más alargadas adornado con una rosa negra en la zona del cuello de la botella. En el sitio de Lancôme dan diferentes versiones sobra las notas que lo componen, pero juntando ambos listados las notas resultantes son: rosa turca, rosa centifolia, lilas, lirios del valle, piel de durazno, nectarines, jazmín, heliotropo, ámbar, musk, cedro y sándalo.
En partida la fragancia muestra un grupo frutal dulce, cruce de una mandarina azucarada con un frutal neutro pero sin llegar a extremos de candy o algodón de azúcar, con buena estela e insinuando en el fondo una línea floral que se siente en línea con las frutas. Gradualmente destaca una rosa fresca bastante dulce que trae insinuaciones vagas del Trésor original, con pequeñas vetas especiadas ligeras que se sienten en forma más obvia en papel por el lado opuesto al que se aplicó el perfume. Al cabo de unos 20 minutos la nota de rosa toma fuerza, absorbiendo al grupo frutal y perfilándose como una rosa de tipo clásica cercana a la variedad amielada de Grasse (tomando como referencia la descripción de rosas de L'Occitane para Rose 4 Reines) por su elegancia, tal vez con la presencia de una segunda rosa por unos dejos esporádicos especiados cercanos a la madera. Al cabo de 1 hora la estela del perfume es alta y la rosa central queda en un estado bastante puro, recordando mucho a las rosas presentes en Trésor y en Magnifique, algo cercana a Very Irresistible de Givenchy pero más intensa y no tan natural como las cultivadas por L'Occitane. La sensación se mantiene por la siguiente hora, donde la rosa se descompone en varias líneas, destacando nuevos frutales que potencian la idea de clásico con insinuaciones de moras y más especiados picantes con fondo amaderado, aunque todavía en una línea joven no rosada por un fondo que oscila entre duraznos y damascos que aportan frescura pero en un estilo ligero, con especiados punzantes y sin vainilla si se compara con el primer Trésor. Pasadas 3 horas de aplicado la fragancia toma un aroma estable, quedando en rosas jóvenes con partes clásicas, con predominio de frambuesas y moras suaves con especies derivadas de las rosas y mostrándose estas rosas como una capa intensa y dominante. Bajo esta capa y oliendo por más tiempo para conseguir saturación se siente un jazmín que actúa como base limpia sin una participación protagónica y participando como un complemento para mesurar a las rosas, con algunos cruces extras de otras flores que recuerdan tintes discretos de jardín. A las 6 horas de la partida a nivel ambiental la fragancia sufre una baja de intensidad con respecto al inicio, recordando todavía a Trésor en un estilo rebajado un poco más especiado y aumentando un fondo neutro con musk y tintes jabonosos, por momentos desapareciendo completamente las rosas dulces. En fase final retoma su estela aromática intensa no recargada, con un tono floral complementado por notas tibias como en Trésor pero sin una vainilla obvia, dando la idea de musk o residuales frutales al durazno y con el dulce de la rosa al máximo, superando otros rasgos secundarios como moras o especies que son característicos de una rosa.
Si se revisa el centro de rosas dulces de este perfume parece tomar inspiraciones de diferentes fragancias, por un lado repite el mismo tipo de rosas del primer Trésor rebajando la carga de notas complementarias, apuntando a un estilo parecido al que proyectaría una versión ligera y de diario no especiada de Magnifique y con un comportamiento de ciudad parecido al de un Very Irresistible de Givenchy, con tintes inocentes de Miracle y una carga sensual limpia y profesional parecida a la de Allure, en un estilo que utiliza las rosas con el fin de proyectar una imagen joven romántica y desenvuelta, más que hacer un homenaje a la naturaleza como lo haría L'Occitane. Por el balance de florales primaverales y dulzor general marcado, el perfume muestra un estilo de diario atemporal bastante social y llamativo que aguanta un uso en solitario, grato para ser olido por quien lo usa pero que deja una sensación de estar desperdiciándose sin gente alrededor. En oficina comienza el primer escenario fuerte del perfume por su carga social no recargada ni intrusiva, un problema con el que se enfrentaba a seguido el primer Trésor, manejando bien un uso en ambientes calurosos o fríos sin ahogar y consiguiendo llamar la atención en colegas y clientes manteniendo una imagen sin edad, tal vez dando la impresión a la primera olida que se trata de un Trésor que se aplicó en forma mesurada pero evitando la idea de una mujer madura, un segmento en el que se asentó Trésor después de los años 90. En el escenario nocturno sigue destacando el perfume teniendo más chispa que el original y mostrando un desplante más flexible que aguanta un uso semiformal e incluso informal de fiestas pero bajo una imagen pulcra ya que las rosas llevan implícita la idea de elegancia. Por el lado romántico la mezcla consigue rescatar la carga sensual que ofrecía el original pero dando toques de informalidad que potencian una imagen más joven y menos rígida o estructurada, funcionando bien como perfume que atrae a distancia y que mantiene ese atractivo al oler a ras de piel. Rango de edad entre 20 y 60 años.