Must de Cartier by Cartier
Este perfume de 1981 fue la primera fragancia femenina creada por Cartier, lanzada casi a la par con Santos para hombre. Ambos productos son parte de un renacimiento de la casa Cartier que se produjo en los años sesenta tras la muerte del último nieto del fundador de la casa a cargo de la empresa, y que se vio plasmada a comienzos de la década del setenta con una serie de nuevos productos de lujo más funcionales y con mayor publicidad, denominados "Les Must de Cartier", como el encendedor retráctil Must de líneas ovaladas y los trabajos en cuero caracterizados por un tinte rojo burdeos conocido después como "rojo Cartier". En particular, la primera versión de este perfume correspondía a una botella recargable de color rojo forrada en metal de joyería que repetía las formas del encendedor Must, apegándose al concepto que era imposible que un producto Cartier fuera desechable. El formato actual ya no incluye metal, pero conserva las mismas líneas lisas con el perfil superior ovalado. Con respecto a las notas declaradas, el tester de prueba señalaba más componentes que la página web de Cartier, destacando como principales: resina de gálbano, jazmín, rosas, madera y vainilla.
En partida la fragancia presenta unas trazas que parecen recordar cierto aire de su sucesor Must pour Homme, con un dejo a vainilla levemente especiada con tonos frescos secundarios de mandarina, sin que el especiado tienda a un anís como en la versión masculina. Con el tiempo, alrededor de 3 minutos de aplicado se aleja del estilo de Must pour Homme con una variante del especiado que se define como un resinoso floral, dulce en algunos puntos y con vetas polvosas florales clásicas. En fase media a unos 15 minutos de aplicado se siente el jazmín bastante floral y no jabonoso, bien estructurado y acompañado de los que parecen ser frutales maduros en la línea de las grosellas o el durazno, sobre una base de vainilla polvosa dulce y algo de extracto de rosas clásicas de corte antiguo bastante concentradas y lejos de la idea de agua de rosas. El gálbano parece presentarse como representante de los ambarados en un estilo poco común para las resinas, con un cruce entre bronceador a la vainilla con granos de tonka, frutales y madera fresca, con un fondo seco que está entre el cuero y el iris. Con el tiempo la vainilla tiende a destacar más en un tono frutal inclinado a los granos de tonka y con más presencia de iris con un leve tono de violetas. Los florales tienden a mezclarse, bajando el jazmín y las rosas y dando la impresión que aparecen nuevos tonos de flores tipo jardín, mientras que los frutales maduros se funden en el dulzor de la vainilla con un dejo turbio de ámbar. En notas finales tiendea a quedarse en una vainilla oriental acompañada de una resina también de corte oriental, sin tonos densos y con trazas notorias de madera aromática, retomando cierto aire a la versión masculina de Must por el gálbano que se comporta con una línea tipo anís. A 24 horas de aplicado domina la resina por encima de la vainilla, en un tono levemente inciensado.
El perfume llama bastante la atención ya que no sigue la línea clásica chiprés terrosa de las fragancias de los años setenta y ochenta e incluso el aroma se siente mucho más actual y fresco comparado con la primera impresión que da el frasco de tonos marrones, parecida a una botella de vidrio envejecido, presentando un pequeño grado de similitud con Coco de Chanel pero sin ahondar en los especiados. Tiene unos frutales gratos dulces que dan una línea de diario agradable, tal vez no veraniega extrema pero sí moviéndose bien dentro del rango de los frescos invernales. En oficina el aroma destaca como clásico sin avejentar, de línea pulcra más profesional que femenina y con madera que da el toque de presencia jerárquica. Como aroma nocturno toma tonos íntimos elegantes, sin tanta potencia como otros perfumes nocturnos de gran estela pero bastante apropiado para calzar en un evento formal con un aroma de corte elegante de mediano rango o como perfume semiformal de reuniones sociales. Sin ser un aroma seductor se siente grato como fragancia romántica, en parte por el dulce de la vainilla, el iris atalcado y la resina frutal que dan la idea de perfume elegante para ocasiones especiales en una pareja más madura. Rango de edad entre 35 y 60 años.