La Nuit De L'Homme by Yves Saint Laurent
Esta fragancia del año 2009 se interpreta como la versión nocturna de L'Homme de la misma marca y creado el 2006, con un balance de notas cargado a las maderas y dejos dulces que parece apegarse a una nueva tendencia nostálgica de recordar estilos aromáticos de la década de los ochenta. El nombre del perfume se traduce como "la noche del hombre" como referencia directa a L'Homme ("el hombre" en francés) y repite la misma forma de frasco con tapa hexagonal tipo tuerca, pero cambiando el acabado plateado del tapón por un color negro y tiñendo el vidrio de la botella con tonos ahumados más oscuros. En el sitio de YSL solo destacan 3 notas principales: cardamomo, cedro y cumarina (presente en los granos de tonka).
La partida es fresca con dejos especiados maderosos suaves, con trazas del L'Homme original en una mezcla de bergamota con cuerpo acuático, dejos de canela y un floral fresco que está entre una violeta al agua o lavanda, pero agregando una nota nueva de cedro con dejos de tabaco que ronda en toda la fase. De fondo se percibe un dejo especiado terroso, algo áspero como el cardamomo pero sin despedir tonos mentolados. El aroma es bastante agradable, pero también deja la sensación de similitud con algún perfume conocido... mismo efecto que tenía L'Homme pero acá apunta a un perfume de los ochenta. En fase media destaca una nota de cedro bastante aromática y al agua, con un comportamiento parecido al tabaco y con recuerdo de fragancias de los ochenta pero en un cuerpo diluido al agua, fresco y no denso, algo como un Quorum o un Kouros. Se siente una nota fresca clásica que es la que da el cuerpo de agua por momentos jabonosa, más parecido a una lavanda que a un enebro y con un picante asociado con el cedro, lejos de la idea de una pimienta y más cercano al cardamomo. Ronda una capa aromática dulce, en principio parecida al cedro pero luego independizándose con dejos a vainilla de Must pour Homme de Cartier, con dejos dulces frutales que coinciden con un grano de tonka y con un comportamiento llamativo y bastante adictivo en una estela media. En fase final se sienten mezclas, por un lado un dejo de lavanda con tabaco y ámbar que recuerdan algo del Azzaro pour Homme, por otro el cedro con tonka que dan un dulce tibio con una línea fresca, y muy al fondo algo que parece entre ambargris, raíces de vetiver o el cardamomo de partida que presenta un dejo de tierra algo picante.
Es una efecto curioso, pero al igual que su antecesor L'Homme este perfume da la sensación de recordar alguna fragancia conocida, en este caso un aroma de los años ochenta pero sin quedar en claro a qué perfume imita o si es una copia... más bien parece una recopilación de aromas representativos de una época mezclados de manera que no se sientan viejos, tal vez como otro integrante de lo que parece ser un nuevo movimiento nostálgico que recuerda la década del ochenta con el uso de tonos de madera y tabaco. El aroma sin ser novedoso o vanguardista resulta grato y hasta familiar, fresco a nivel atemporal por un buen balance de maderas con cuerpo de agua y agradable para un uso de diario y con un fuerte en oficina, donde se siente elegante y distinguido de corbata sin amarrarse con un estilo formal. Fiel a su nombre, que se traduce como "la noche del hombre" la fragancia tiene una buena presencia nocturna sustentada en las maderas con el dejo a vainilla de la cumarina y el aire a tabaco, ideal nuevamente en corbata para un matrimonio o mostrando elegancia en una reunión social... incluso se siente algo informal con toques elegantes en una noche algo más fría. Por el lado romántico se siente atractivo y llamativo, con la cumarina aportando aromas adictivos y la madera mostrando una imagen masculina sólida y bien formada. El rango de edad va sobre los 25 años, acorde con la idea de un hombre joven no adolescente, y llegando hasta unos 50 años.