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A*Men by Thierry Mugler

Las fragancias de Thierry Mugler se caracterizan por marcar diferencia en estilos por lo general emocionales, donde en lugar de estructurar un perfume por capas, opta por diseñar una nube de aromas que traiga recuerdos... es el caso del Angel lanzado el año 1992 en que se busca un recuerdo de la infancia centrado en azúcar y confituras, o el Cologne donde prepara una fragancia unisex que gira en torno a recuerdos de una barra de jabón con que el diseñador era bañado por su abuela (esto me lo comentó un dependiente de la tienda LC del Mall Palmares en Mendoza, con quien tuve la suerte de conversar y que me dio una charla experta sobre esta marca). En general es una fragancia difícil de encontrar, ya que las tiendas donde se vende son seleccionadas bajo criterios como el exigir tener un punto de venta tipo boutique que muestre todos los productos de la línea y el no apuntar a un segmento masivo como multitiendas. En este sentido, Thierry Mugler prefiere vender un perfume como obra de arte más que como un producto... es así como uno de los formatos de venta del A*Men incluye un envase metálico (que requirió de años de investigación y un proceso de fabricación especial basado en cristal en vez de vidrio) y un paño de microfibra para limpiar y pulir el metal, junto con tarjetas con números de serie únicos que permiten formar parte de un "Círculo" y entregar realimentación y comentarios a Thierry Mugler. Se dio la casualidad que esta fragancia pude encontrarla en mis vacaciones cuando pasaba por un Duty Free... la fragancia tiene un estilo fácilmente reconocible y muy intenso, que se define en una frase: es una fragancia que, o gusta, o se odia... sin puntos medios.

La partida se siente muy intensa y directa, con notas casi puras de caramelo con vainilla, que recuerdan a confituras (como almendras confitadas o praliné). Al acostumbrarse al olor, se sienten de fondo otras notas algo terrosas como en jardín, de cilantro con menta, posiblemente tomillo y romero o lavanda, y un dejo a tabaco. Curiosamente al descansar un momento y volver a oler, las notas principales siguen siendo el caramelo, ocultando a las notas más bajas. En notas medias sigue persistendo el caramelo y las notas verdes aromáticas de fondo, agregándose café con sándalo, aportando una sensación de tostado al dulce confitado. Por momentos la nota de fondo no caramelosa oscila del verde terroso al terroso húmedo, como jardín recién regado o después de lluvia. En notas de base el caramelo se siente los primeros 5 segundos, luego pasa a terroso jardín con granos de café tostado y se queda con vainilla algo más polvosa atalcada, pero todavía en torno a la idea de confitura.

La fragancia tiene un estilo muy protagónico, está hecha para destacar y para dar que hablar... ya sea porque gusta o porque no gusta. Por la intensidad la fragancia calza bien en un evento nocturno, en estilo más vanguardista que formal, como en una disco. En oficina es llamativo y destaca, especial para ocasiones donde se busca ser recordado o hacer notar que se está presente (acá hago un paréntesis de estilo: al ser muy llamativa la fragancia, esa idea de protagonismo debe estar complementada con la vestimenta... el aroma se siente fuera de lugar en alguien que se vista tradicionalmente, hacia el gris; el aroma debe marcar estilo vanguardista o rupturista, como ropa con corte diferente al resto, corbatas que destaquen o tonos, colores o texturas que no use el promedio... y "destacar" no es lo mismo que vestirse como payaso). En el lado romántico es como jugar con una moneda, ya que la probabilidad que guste al sexo opuesto es de 50-50... si alguien compra este perfume con ese propósito, de seducir y atraer a alguien, es mejor no arriesgarse. Por lo llamativo, el uso diario queda descartado... se pierde si alguien lo usa solo para hacer deportes, ver televisión o comprar algo a la esquina sin un propósito social. Tiene una tendencia a invierno, pero como no se va a usar de diario calza para oficina y noche en verano. El rango de edad está entre los 25 y 45 años, pero beneficiando a una edad sobre los 30 años con personalidad más madura y mejor personalidad que compense el efecto llamativo que va a producir.

PD: hago una nota especial sobre esta fragancia, ya que la había olido también en un Duty Free hace más de 5 años y la había encontrado bastante mala y chocante. Sin embargo, en parte por años de oler diferentes fragancias y por un poco más de años de madurez, en esta ocasión no la encontré chocante... es el mismo efecto que me causó el Declaration de Cartier cuando comencé a trabajar, que me resultó chocante y fuera de lugar cuando tenía 25 años... pero con el tiempo terminé comprándola 3 años después, cuando manejaba un estilo de vestir más formal y sofisticado, y repetí la compra cuando se me acabó... incluso todavía tengo la última botella llena a un tercio para usarla en invierno cuando me tocan oficinas con aire acondicionado frío. Si alguien prueba el A*Men y le resulta malo, que lo vuelva a probar cuando considere que algún aspecto de su estilo haya cambiado, porque puede que en ese entonces le resulte agradable.