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Kenzo Homme Eau de Parfum by Kenzo

Esta fragancia del año 2016 se muestra como una reinterpretación más intensa y con mayor cuerpo marino del primer perfume de la línea de Kenzo Homme aparecido en 1991, proponiéndose como el aroma de un hombre libre que comienza una travesía por el mar. El envase mantiene la forma de botella planteada por primera vez en Kenzo Homme Eau de Toilette con forma de un tronco de bambú curvado con un grabado frontal de 2 hojas de bambú, cambiando el colorido del vidrio que asume un gradiente en azul oscuro que baja a transparente en la base. En el sitio de Kenzo Parfums destacan en la descripción del producto las siguientes notas: menta, cardamomo, notas marinas y maderas.

En partida la fragancia se mueve en torno a un cuerpo acuático que tiene un comportamiento parecido al de la versión original pero colocando un foco en una nota de bambú mucha más notoria, sumando a los 5 minutos aportes de limón con madera que equiparan a la nota de bambú y precisando a los 10 minutos la nota de limón en una línea verde de limas más marcada, continuando el perfume a los 15 minutos con una persistencia de la nota de bambú pero que pronto son equiparados por elementos marinos salados con un dejo de yodo como en mariscos y productos del mar, aumentando a los 20 minutos la sensación de yodo y recordando a nivel de perfumería la propuesta de caviar de Womanity de Thierry Mugler. En fase media a los 30 minutos la fragancia se siente más amarga conservando la mayoría de los rasgos marinos salados pero incorporando una nota de salvia con un punto dulce que se aproxima a vainilla y que se desarrolla con más notoriedad en torno a 1 hora del inicio agregando variaciones dulces que recuerdan vagamente el aroma de un vino tinto. A las 2 horas la fragancia vuelve a líneas terrestres centrándose en un bambú más verde y amaderado que contiene aportes de menta y enebro que superan el amargo de la salvia, la cual es reemplazada por una cáscara de pomelo montada sobre tonos frescos de vetiver qué ocasionalmente saltan a acuáticos de calone y lavanda, destacando las 3 horas una combinación amarga de calone con pomelo amarillo que trae recuerdos de la nota de salvia pero que deriva a cuero y vetiver con un residuo especiado polvoso poco preciso que va por menta, lavanda y madera como en un cardamomo, alcanzando a las 4 horas una presencia más limpia en enebro y menta con lavanda y vetiver al cardamomo que se proyecta con un cuerpo acuático que se asemeja a las características principales de la versión original excepto por un punto seco que está entre bambú y geranios. A las 6 horas el aroma se siente más fresco reteniendo algunos rasgos que evocan al primer Eau de Toilette de esta línea pero sumando notas de canela con pomelo amarillo que abarcan un rango más amplio de similitudes y que van desde un dejo floral tipo Cool Water de Davidoff a mezclas especiadas cítricas como las de Burberry Sport for Men, incluyendo en el fondo un nuevo efecto que pasa por cuero e incienso y decanta en un vetiver, con la nota de pomelo teniendo mayor protagonismo a las 9 horas sosteniéndose sobre especiados al jengibre donde persisten puntos verdes acuáticos al calone y menta de enebro, tomando una apariencia más fría a las 12 horas al incluir las notas de menta dentro de la línea principal de pomelo y colocar en paralelo una versión más limpia de la veta salada del comienzo. En fase final a las 24 horas la fragancia tiene una apariencia más atalcada y menos marina destacando un foco más terrestre en fríos de pomelo medianamente amargo y menta, complementado con secciones herbales y amaderadas de lavanda proveniente de un cardamomo.

La fragancia toma algunos rasgos de la versión original en formato Eau de Toilette como las referencias a salvia y los efectos marinos salados, realzando la potencia de la línea marina a niveles que por momentos se sienten sintéticos y agregando una nueva nota verde de bambú similar a la usada por Bambú de Adolfo Domínguez y con mayor cercanía a Green Tea Bamboo de Elizabeth Arden, con la mezcla bajando con el tiempo y adquiriendo un cuerpo más fresco que a nivel de diario encaja en un uso de primavera y verano que puede soportar algunas actividades deportivas ligeras. En oficina el aroma puede molestar durante sus primeras horas en espacios cerrados y mal ventilados, desarrollando con el tiempo una línea clásica y fresca de corte acuático que recuerda ocasionalmente a una variante suavizada de Cool Water de Davidoff pero teniendo una nota de salvia con pomelo que reduce su presencia profesional y la orienta a un aroma limpio de corte personal en segmentos informales y semiformales, logrando un efecto memoria bueno en lo particular de las notas marinas y las vetas amargas de salvia y pomelo. En el escenario nocturno el aroma se siente joven y agresivo, perdiendo algo de la soltura que tenía la versión original en eventos de pubs y reuniones con amigos y con la nota de salvia amarga recordando algunas propuestas juveniles más sencillas o masificadas, consiguiendo un buen desplante en fiestas adolescentes informales y eventos semiformales que no están apegados a un protocolo estricto, sin alcanzar a llegar al nivel formal. En lo romántico la fragancia repite el problema de las notas marinas yodadas de Kenzo pour Homme Eau de Toilette, que no se sienten del todo atractivas bajo un marco sensual y elevan la posibilidad de rechazo al aumentar los tonos salados y sumar un bambú potente, entendiéndose como una fragancia de disfrute personal. Rango de edad entre 20 y 65 años.