Lady Emblem Elixir by Montblanc
Esta fragancia de finales del 2016 aparece en el mercado a 1 año del lanzamiento de Lady Emblem, el cual a su vez era la versión femenina de Emblem para hombre del 2014, con la variante Elixir sosteniendo una imagen de mujer única, sofisticada y fuerte combinando un centro de rosas con una base a la vainilla. El envase tiene la misma forma de estrella de 6 puntas en vidrio de Lady Emblem, cambiando el color del líquido en el interior por un tono ámbar más oscuro que su predecesor. En el sitio de Montblanc destacan el uso de las siguientes notas: rosa damascena, miel, especias, madera, pachulí y vainilla.
En partida la fragancia considera notas iniciales de frambuesas y piña que tienen una evolución rápida dentro del segmento frutal dando un giro rápido a duraznos y agregando a los 5 minutos un hilo de plátano o banana que se sostiene sobre una vainilla amaderada, apareciendo a los 10 minutos una nota separada de acetona de rosas con polen dulce que es acompañada de duraznos y tonka a los 15 minutos, conservando a 20 minutos un centro de duraznos y vainilla con tintes de peonías. En fase media a los 30 minutos el perfume suaviza la nota de acetona cambiándola por rosas frescas que tienen escapes ácidos a magnolias con duraznos sobre manzanas, aumentando la tibieza del perfume que pasa por una fase de ámbar con cruces verdes al pachulí de presencia acotada, llegando a 1 hora con un brillo solapado de rosas por debajo de un frutal maduro tibio de granos de tonka y vainilla con ácidos a la peonía y magnolia, incluyendo dejos de miel que no llegan a ylang-ylang y que se mantienen en un cuerpo floral clásico neutro indefinido. A las 2 horas la fragancia desvía la acidez de las magnolias hacia duraznos que contienen un aporte menor de rosas frescas, bajando su intensidad y sosteniendo una mezcla de madera con vainilla menos dulce, oscureciéndose el aroma a las 3 horas hacia maderas tostadas que elevan tintes secundarios de pachulí y reemplazan la vainilla por un caramelo frutal que absorbe el ámbar y la miel, continuando el aroma en un desarrollo compacto a las 4 horas que deja ver combinaciones de vainilla con un hilo de pachulí con tintes de mora que insinúan un ácido de piña en desarrollo que vuelve a empujara las rosas a niveles superiores. A las 6 horas el perfume sigue una evolución frutal que toma como base una nota de mora y se desplaza hacia frambuesas secas solapadas por verdes de pachulí con madera donde desaparece el aporte de caramelo y miel acercándose a ásperos de pimienta rosada, simplificándose el aroma a las 9 horas en una combinación de rosas y frambuesas que se siente seca y ligeramente sintética con residuos frutales ácidos menores, enfocándose a las 12 horas en una vainilla acaramelada que contiene turbiedades de rosas. En fase final a las 24 horas la fragancia establece un centro de moras con frambuesas más brillantes y que tienen una interferencia de pachulí, colocando una vainilla en la base que mantiene una evolución hacia madera que reduce la proyección del perfume.
La fragancia muestra un desarrollo particular, teniendo matices vivos y profundos con una alta tasa de evolución que se estanca a partir de las 2 horas en un aroma mas compacto y con más secciones oscuras, reduciendo la participación de las rosas y el brillo de los frutales asociados que presentaba la primera versión de Lady Emblem, siguiendo un perfil que a nivel de diario privilegia tonos tibios de otoño e invierno repitiendo una tendencia de evitar las actividades deportivas. En oficina el perfume se muestra más discreto que su predecesor y también más clásico, favoreciendo un cuerpo de menor proyección menos empático ante colegas y que beneficia una idea de elegancia más bien personal que profesional con tintes maduros, teniendo un efecto memoria que cae dentro de lo mediano al no tener notas precisas que se proyecten y salgan del promedio. En el caso nocturno el aroma se aclimata a situaciones semiformales de espacios limpios como cenas y reuniones sociales con una elegancia implícita que no necesita de gran proyección, sintiéndose rígido y maduro en el segmento informal joven y faltándole una estructura más compleja o viva en el caso formal. A nivel romántico la fragancia se siente apegada a tonos oscuros que restringen una empatía a nivel de pareja conocida y que no alcanzan a mostrar una intención de conquista con desconocidos. Rango de edad entre 25 y 60 años.