Kalos Black by Ésika

Esta fragancia del año 2011 es la primera edición que se produce desde el lanzamiento de Kalos Sport alrededor de finales de la década del noventa, mostrando en esta ocasión una combinación de notas más oscura que se identifica con la ciudad en lugar de un campo competitivo oceánico, conservando un espíritu vanguardista y audaz. El envase se basa en la botella diseñada para Kalos Sport de rasgos rectangulares con apariciones de facetas a los costados y bajo el tapón, con esta última faceta teniendo un color plateado igual que el tapón y con el resto de la botella asumiendo un color negro. En el sitio de Ésika describen de manera muy general la estructura del perfume, destacando las siguientes notas: maderas y especias.

En partida el perfume determina un centro de mentol de cedro con vetas de vetiver que se enfoca a los 5 minutos en una nota de ciprés, teniendo desplazamientos a los 10 minutos en torno a cedro y sándalo con tibios de ámbar y dando un paso a los 15 minutos un tabaco amielado, destacando a los 20 minutos un tabaco más dulce y clásico con ámbar acaramelado. En fase media a los 30 minutos la fragancia establece un foco en confitado de pachulí dominante al caramelo que se mantiene estable como centro principal a 1 hora de aplicado, incluyendo matices secundarios más dulces en cuero con canela donde reaparece un verde de ciprés. Al pasar de las 2 horas el perfume combina tabaco y miel con confitados de pachulí, ocurriendo una reducción del caramelo que favorece el retorno de secciones verdes al ciprés con vetiver y ocasionalmente sintiéndose aromas de café que se hacen más notorios a las 3 horas como un residual del caramelo y tabaco al combinarse con el pachulí y el vetiver, los que tienden a compactarse y volverse más frescos apagando los puntos secos de madera y musgo, reapareciendo a las 4 horas la nota de ciprés pero inserta en un especiado amaderado verde tipo cardamomo con aportes de vetiver. Sobre las 6 horas la fragancia comienza a mostrar una baja en su intensidad cambiando el caramelo por un tabaco tostado donde el pachulí se acerca a canela y ámbar, conservando a las 9 horas un hilo central de tabaco con miel donde el punto de caramelo reaparece pero más tostado y con picores especiados que se acercan la pimienta, suavizándose a las 12 horas en un pachulí con florales a la vainilla y musk que se siente más femenino. En fase final a las 24 horas el perfume vuelve un nivel oscuro más cercano a perfumería masculina pero que todavía guarda cercanía con el tono denso de Angel de Thierry Mugler de mujer, destacando un pachulí confitado con pocos tintes verdes y cercano a chocolate junto con picores especiados discretos y un dejo de café.

La fragancia muestra un cambio de estilo con respecto a su predecesor Kalos Sport, mostrándose más oscuro y menos dinámico al variar el enfoque deportivo dinámico por uno urbano, destacando un centro de pachulí con caramelo al tabaco que a nivel de diario determina un uso en épocas de otoño e invierno, pudiendo aguantar algunas actividades deportivas como un gimnasio si se usa de manera mesurada. En oficina el perfume asume un perfil más profesional y agresivo, teniendo matices empáticos a nivel de colegas si se espera un par de horas a que desaparezcan las referencias a ciprés para conseguir aproximaciones a los acaramelados de A*Men de Thierry Mugler pero sin exagerar en la potencia y en los especiados, cubriendo el segmento informal y semiformal con un efecto memoria bueno que aprovecha lo llamativo de un puñado estable de notas. En lo nocturno la fragancia mantiene presencia en espacios contaminados de manera o densa, siendo la alternativa a la nota de licor de las fragancias adolescentes contemporáneas basadas en granos de tonka en el segmento juvenil informal, mostrándose más reposado y relajado dentro de un marco de pulcritud en eventos sociales semiformales, quedando corto en complejidad para hacerse notar en el caso formal. A nivel romántico el perfume presenta secciones precisas que se sienten gratas y atractivas, incluso con un pequeño nivel de adicción que consigue crear curiosidad a distancia de conversación, teniendo limitaciones en las apariciones de ciprés que lo acotan a salidas con pareja conocida donde existe más confianza sin que la variación de notas afecte el ambiente logrado. Rango de edad entre 20 y 60 años.