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Gentlemen Only Parisian Break by Givenchy

Esta fragancia de comienzos del 2016 aparece como una edición de lanzamiento limitado dentro de la serie de perfumes Gentlemen Only de Givenchy, tomando una inspiración de elegancia en la ciudad de París en un paseo por el borde del río Sena, siguiendo un formato de Eau de Toilette Fraîche con un enfoque más refrescante que las versiones original, Intense y Absolute, teniendo un grado de cercanía con Casual Chic en el uso de cítricos con una base al ambroxán. El envase usa la botella estándar de la línea Gentlemen Only, el cual a su vez es un formato estándar para los perfumes masculinos clásicos de Givenchy consistente en un frasco de cara plana y bordes redondeados con hombreras curvadas y un anillo en la zona baja del spray, destacando un decorado a lápiz celeste de la rivera del río Sena sobre un vidrio transparente. En el sitio de Givenchy Beauty destacan el uso de las siguientes notas: limón, menta de Nepal, salvia, vetiver y ambroxán.

En partida el aroma se sostiene en una nota central de pomelo rosado y ácido ubicado sobre tonos verdes que también contienen una componente cítrica con una cercanía a vetiver, variando esta impresión a los 5 minutos hacia un dominante frío de pimienta a la lima que vuelve a cambiar a los 10 minutos con la pimienta yendo hacia un enebro con naranja, surgiendo a los 15 minutos una nueva propuesta de tonos marinos amargos que superan a los cítricos y que se define de mejor manera a los 20 minutos en un ámbar gris. En fase media a los 30 minutos la fragancia mantiene un acabado marino basado en ámbar gris, con un tinte más salado y opaco sostenido sobre una base verde turbia y levemente amarga al enebro que facilita el retorno de la nota de pomelo al cabo de 1 hora. A las 2 horas el perfume regresa a un tono de pomelo con cítricos verdes, aligerando la capa de ámbar gris que se siente tibia y con apariencia de fruta madura de granos de tonka con persistencia de enebro en el fondo, depurando a las 3 horas la nota de pomelo que se siente más viva e independiente al superar los tonos de tonka y ámbar gris conservando una referencia a verdes que pasan de enebro a menta, bajando en parte la intensidad del aroma a las 4 horas favoreciendo un retorno de tonos marinos cercanos a madera salada y algas con un aire de salvia que potencia la sección amarga del pomelo en una variante amarilla, resaltando tonos de perfumería clásica masculina de los años 80 y 90 en bergamota con sándalo y nuez moscada. Al pasar de las 6 horas el perfume se mantiene sobre un pomelo central con aportes verdes a la lima y un fondo de madera al sándalo, teniendo el perfume un momento limpio a las 9 horas donde el enebro se separa de la capa marina llegando a niveles de lavanda sostenido sobre un pomelo verde más seco, estabilizándose el aroma a las 12 horas con una nota central de pomelo fragante más suave y menos ácido unido a un verde de menta sobre una capa secundaria menos precisa que contiene puntos de naranja, pimienta y sándalo. En fase final después de 24 horas la fragancia conserva un centro basado en pomelo amarillo pero rodeado de un cuerpo verde que va más allá del enebro y se aproxima a pimienta, colocando en la base una capa clásica de ámbar tibio a la naranja más dulce que un ámbar gris.

La fragancia en el comienzo posee algunos rasgos frescos en común con Casual Chic, cambiando el centro de limón por un pomelo más potente, diferenciándose al poco tiempo por un aporte de ámbar gris oscilante que crea impresiones de perfumería marina más áspera, con esta combinación aromática favoreciendo a nivel de diario un uso primaveral y veraniego de exteriores que acepta un uso deportivo mesurado. En oficina el aroma combina dos líneas diferentes, una de ellas más dinámica y extrovertida al pomelo y una segunda capa marina más oscura y reservada de bajo perfil, cubriendo en ambos casos un segmento profesional informal y semiformal que no llega a niveles formales, con un efecto memoria oscilante dentro de lo mediano. En el caso nocturno la nota cítrica restringe el uso de la fragancia a épocas de clima cálido, apuntando a situaciones dinámicas y con pocas restricciones protocolares como salidas con amigos y fiestas en general, sosteniéndose con una imagen limpia en el caso semiformal pero faltándole complejidad si pretende acercarse al extremo formal. A nivel romántico tanto la veta marina como la cítrica presentan momentos amargos o muy ácidos que desincentivan una pretensión sensual o de conquista en favor de un frescor de verano para disfrutar de manera personal. Rango de edad entre 20 y 60 años.