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Mercedes-Benz Club by Mercedes-Benz

Esta fragancia de finales del 2013 es la primera propuesta paralela a la serie ya existente de perfumes de la marca de automóviles Mercedes-Benz que comenzó con Mercedes-Benz Perfume del 2012, con Club apuntando a un estilo de vida más social y nocturno que apunta a una generación más joven. El envase propone una forma de botella diferente a la usada por sus predecesores, con un frente rectangular que se encuentra curvado hacia atrás en su parte superior e inferior dando la idea de un rascacielos futurista o la vela de un velero, con un par de ventanas a los costados que permiten ver el nivel de líquido en su interior y con la válvula del spray contenida dentro de la botella, agregando el logo de la marca al frente y el nombre del perfume en la parte trasera. En el sitio de INCC Parfums, poseedor de la licencia de fabricación de la fragancia, mencionan las siguientes notas aromáticas: cítricos, ruibarbos, acordes acuáticos, enebro, cardamomo, pachulí, madera y granos de tonka.

En partida la fragancia gira en torno a capas oscuras de aspecto resinoso que incluyen un turbio breve parecido al hule de Fahrenheit de Dior que deriva a cuero en los primeros 5 minutos suavizándose por una presencia de naranjas secas con aires de cáscara de pomelo rosado, con parte del cuero oscureciéndose hacia madera oscura a los 10 minutos y luego acercándose a un tono clásico de pachulí acaramelado que cobra fuerza y se define con más notoriedad a los 20 minutos, recordando porciones de A*Men de Thierry Mugler con TL pour Lui de Ted Lapidus excepto por un picor de anís derivado de la resina inicial y que deja ideas de lavanda. En fase media a los 30 minutos el pachulí adquiere un carácter mucho más dulce y acaramelado que da la impresión de presencia de tonka, con variaciones leves que abren el aroma hacia menta fresca y naranjas secas de corta duración, llegando a 1 hora con un tono más avainillado que contiene una referencia a madera dulce concentrada parecida a la de una molécula de cashmerán. A las 2 horas el tono de pachulí se mantiene pero con un aspecto más azucarado y acaramelado similar al de azúcar tostada, con restos de fruta madura al durazno de bajo impacto que siguen insinuando la presencia de tonka y sosteniendo una madera tibia tipo cashmeran, sintiéndose oscilaciones de verdes de menta del pachulí que se abren a romero y lavanda, manteniendo a las 3 horas la presencia de pachulí que ahora baja a nivel de base tendiendo a un aire más vegetal y dulce que puede corresponder a los ruibarbos por una sensación de tallos de apio y pepino suave intercalados, con la madera bajando por momentos hacia tabaco suave y teniendo a las 4 horas un paso por praliné por un dejo a almendras tostadas. A las 6 horas el perfume tiene un aumento en una porción frutal que se enfoca en grosellas rojas y que cambian la impresión del pachulí dominante en un ruibarbo terroso y verde que aporta nueva capas alimonadas ácidas al pomelo, sosteniendo a las 9 horas una mezcla entre un frutal que recupera el grano de tonka inicial, un cítrico ácido más potente y acaramelados que tienden a tabaco y madera, presentando una línea que se siente clásica de algunos desodorantes de la década del ochenta y que va por canela con picores suaves, reenfocando a las 12 horas varias de las notas principales que ahora se sienten representadas por una esencia concentrada de naranja amarga con pomelo, canela con tabaco y caramelo con madera fragante que contiene al pachulí. En fase final a 24 horas de aplicado el aroma se siente menos verde y con una mayor proporción de tabaco, madera y tostados de almendra sobre cardamomo y canela en reemplazo del pachulí, desapareciendo los aportes de naranjas y cítricos.

La fragancia presenta una nota central de pachulí acaramelado que por momentos se interpreta como un ruibarbo ácido, con ambas notas complementándose y dominando la mayoría de las etapas principales del perfume, por densidad llevando a la fragancia en el escenario de diario hacia épocas invernales y frías de exteriores e interiores donde el aroma pueda expresarse sin ahogar o marear, teniendo en esta misma densidad una intención social que se aleja de las actividades deportivas. En oficina el aroma se siente notorio en el ambiente aunque con un comportamiento lineal y por momentos monótono, favoreciendo un buen efecto memoria por lo reconocible del tono de la familia del pachulí pero confundiéndose con otros perfumes que aprovechan la misma nota. A nivel nocturno el perfume ofrece una imagen más relajada pero con capacidad suficiente de superar la contaminación ambiental, orientándose a salidas con amigos pero restringiéndose en cenas donde el aroma puede interferir con los aromas más delicados de una comida elaborada, sintiéndose simple en un evento de mayor formalidad. En lo romántico la fragancia puede ahogar o molestar a corta distancia, con algunos de los picores impidiendo el desarrollo de una fase adictiva, focalizándose como perfume de disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 50 años.