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Trussardi Donna 2011 by Trussardi

Este perfume del 2011 es parte de un lanzamiento pareado que va acompañado de una versión masculina y ambos haciendo homenaje tanto a los 100 años de existencia de la casa de artículos de cuero de lujo italiana Trussardi como a los 2 primeros perfumes de la marca, Trussardi de mujer de 1982 y Trussardi Uomo de 1983, siendo a la vez los 2 primeros productos fabricados bajo la nueva licencia de perfumes a manos de ITF Corporate, con esta nueva serie conservando la imagen de opuesto de blanco y negro entre hombre y mujer. El envase considera una forma de botella igual a la de su par masculino, con un frente de aspecto rectangular con esquinas redondeadas y un borde dorado que pasa por todas sus caras laterales, junto con un tapón con forma de cúpula también en dorado. En el sitio de Trussardi y de ITF Cosmetics destacan las siguientes notas aromáticas: yuzú, cidro, frutos acuáticos, flor de azahar, te de jazmín, flor de Nymphaea (una familia que considera al loto y los nenúfares), pachulí blanco, cedro, sándalo y vainilla.

En partida la fragancia se siente grata y aromática, con un aroma que sale del promedio comercial y que combina impresiones clásicas de los años 90 en torno a un ylang-ylang dulce y ligeramente amielado que se enfoca a los 5 minutos en una flor de azahar fragante que conserva la base tipo miel con polen, incorporando especiados amaderados de bajo impacto que alteran la flor de azahar y separan parte de una tonalidad alimonada del azahar en fresias que conservan el acabado clásico tipo ylang-ylang, sumando a los 10 minutos un aire solapado de duraznos que se difunde en el grupo floral, comenzando a perfilar sobre los 20 minutos un nuevo acabado que tiene aires de pachulí de aromaterapia y que deja impresiones de la esencia usada en tabletas ahuyentadoras de mosquitos. En fase media a los 30 minutos el aroma se siente más áspero, con el tono de durazno levantando impresiones de pétalos que se alejan del aire de ylang-ylang, tomando más fuerza el pachulí que contiene una traza herbal rústica en torno a té verde, volviéndose más fragante el aroma al cabo de 1 hora destacando tonalidades florales más licorosas basadas en polen que se inclina a jazmín y fresias sobre una base del tipo gardenia, más un aire de resina que contiene características plásticas de la flor de azahar. A las 2 horas el aroma conserva los mismos rasgos básicos reduciendo la porción herbal y elevando un tono frutal que refuerza el aporte de fresias pero que también abre la posibilidad de una peonía o rosa delicada manteniendo la flor de azahar como nota central, bajando la presencia del acabado de pachulí de aromaterapia, teniendo la capa frutal un desarrollo más notorio a las 3 horas donde se aleja de la impresión de rosas en favor de un acabado de ciruelas y con la flor de azahar aumentando en complejidad al unirse con las fresias, mostrando una nueva variante a las 4 horas cuando el punto frutal aumenta en dulzor hacia el lado de una vainilla, rescatando el tono previo de duraznos e impactando a la flor de azahar que cae a la base. A partir de las 6 horas el perfume combina tonos de vainilla con gardenia sobre una base de aspecto ambarado con tintes de madera donde se siente una veta verde que está entre tallos de rosa, jazmín y flor de azahar, sintiéndose ecos vestigiales de fruta roja jugosa que se vuelven a mezclar con aportes alimonados de fresias que se vuelven más ácidos por el lado del yuzú y el pomelo amarillo a las 9 horas, con estos grupos ácidos volviendo a rosas que unidas al tono todavía presente de durazno apuntan a magnolias sobre musk, sumando a las 12 horas una vainilla a un centro basado en gardenias al durazno con fresias como evolución de la flor de azahar, agregando unos frutos rojos que recuerdan tonalidades presentes en Karl Lagerfeld for Her. En fase final a las 24 horas la fragancia sigue un estilo floral delicado con participación destacada de una flor de azahar ubicada en el centro y rodeada de tonos afines al musk de aspecto más polvoso que consideran fresias con gardenias dulces al durazno junto con una componente ácida roja cercana a magnolias.

El perfume presenta un aroma de estilo mucho más moderno que la primera versión de Trussardi de 1982 pero conservando un tono floral clásico con ecos de los años 90 que aporta duraznos junto con una veta mediterránea fresca alimonada que comienza en flor de azahar, enfocándose a nivel de diario como una fragancia de diario semiformal que se relaja en su punto medio admitiendo situaciones deportivas dinámicas. En oficina el aroma ofrece una faceta profesional más joven y flexible que evita caer en el segmento adolescente en al menos la primera mitad de su evolución, con el efecto memoria sintiéndose afectado por la línea de durazno y la de azahar que suele repetirse en otros productos. En el caso nocturno el aroma adquiere más presencia hacia el final cuando las porciones dulces tienen un momento de alza y apuntando a fiestas juveniles, con la primera etapa siguiendo un estilo limpio y correcto apegado al verano y de exteriores que permite llegar a cenas o reuniones semiformales pero quedando corto en eventos formales. En lo romántico la fragancia tiene momentos inocentes y receptivos que destacan en casos de salidas con pareja conocida, teniendo características un poco más sensuales a menor edad. Rango de edad entre 20 y 60 años.