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Sì by Giorgio Armani

Este perfume de mediados del 2013 aparece en el mercado como una fragancia nueva que no corresponde a una edición especial o variante de otro producto, con una separación de 4 años con Idole d'Armani y a 3 años de Acqua di Gioia, con "Sì" proponiendo una reinvención del estilo clásico del chiprés que tradicionalmente ha consistido en un inicio de frutales o cítricos con florales que deriva a un acabado más seco de maderas, verdes o especias, con el nombre escrito con una tilde invertida pudiendo tener diferentes significados al traducir del italiano y que van desde una afirmación hasta una forma de referencia a uno mismo. El envase sigue líneas rectangulares con una base de vidrio grueso transparente que se adelgaza hacia la parte superior y que contiene un líquido en tono rosado anaranjado, con un tapón negro que recuerda la piedra de las botellas de la colección Armani Privé pero aquí teniendo una posición vertical. En el sitio de Armany Beauty destacan que las notas principales del perfume son: casís, maderas rubias, fresias y rosa de Mayo.

En partida la fragancia tiene una evolución de notas rápida, con un tono de vainilla delicada que pasa a sensaciones de duraznos y damascos delicados con impresión de un origen floral cercano a gardenias, con el punto frutal variando lentamente hacia una rosa ligera pero más ácida antes de los 5 minutos, agregando en este punto un tinte de la familia de las moras y las grosellas oscuras no ácidas de dulzor mesurado que también se mantienen hasta los 10 minutos cuando se incorpora un acabado polvoso cercano a fresias levemente alimonadas, sosteniendo esta tendencia hasta los 20 minutos. En fase media a 30 minutos el grupo de moras y grosellas oscuras da un paso hacia el floral, con una impresión que parte en orquídeas pero que luego se afina en un tono similar a una flor de la pasión o maracuyá y que da una aproximación similar a la de Hypnôse de Lancôme pero más suave, aumentando a los 45 minutos la densidad del frutal que toma un matiz de néctar más concentrado y agregando en este punto nuevas capas afines con un confitado de pachulí no verde que se abre a 1 hora a acabados de madera aromática complementada con fresias y rosas delicadas con un dejo amielado. A las 2 horas la fragancia todavía mantiene un tono frutal dulce que se combina con flor de maracuyá y con confitados de pachulí más notorios que aportan tintes momentáneos más polvosos y secos en la base, reduciendo la presencia de fresias y rosas que quedan relegadas al fondo y aumentando a las 3 horas el dominio de pachulí que combina confitados tibios y dulces con vetas de madera que guardan cercanía con tallos de rosas, con la flor de maracuyá pasando a un acabado frutal que se acerca a grosellas rojas no ácidas con puntos de duraznos y damascos maduros, retornando a las 4 horas el efecto de flor de maracuyá con grosellas oscuras que solapan al pachulí. A partir de las 6 horas el balance entre pachulí y frutales con aspecto más tropical ácido da una impresión de cruce entre una variante de verano de Angel de Thierry Mugler con aportes de Hypnôse, tendiendo a las 8 horas hacia un enfoque más atalcado que va seguido de una baja de intensidad y una presencia más notoria de vainilla suave que se mezcla con variantes breves de fruta roja que evoluciona a mango con ámbar, confundiéndose a las 10 horas esta vainilla con el pachulí confitado y terminando la similitud con Angel, llegando a las 12 horas a un nuevo efecto más verde que recuerda un arbusto de moras con sus hojas y una apertura del pachulí a vetas verdes, con las frutas sosteniendo un tinte ácido tropical más inclinado al jugo que aporta una sensación de estilo más joven. En fase final después de 24 horas de aplicado el aroma reduce su intensidad conservando una estela aromática volátil todavía perceptible a distancia de conversación y que pasa de un estilo elegante a uno más relajado y joven, con un centro de pachulí fresco por el lado confitado que se combina con frutales ácidos secundarios que van entre mango, maracuyá, damascos y grosellas rojas y oscuras, con un aire menor de vainilla que se confunde con las frutas manejando un desplante más fresco que todavía guarda cercanía con una edición de verano de Angel de Mugler, sumando capas limpias de flores elegantes tipo fresias polvosas no alimonadas con peonías blancas que se mantienen al fondo junto con un acabado de madera suave.

La fragancia busca recuperar un estilo clásico apoyándose en un concepto de nuevo chiprés, consiguiendo líneas que se sienten llamativas y elegantes al comienzo pero que con el tiempo se estabilizan en un pachulí más constante, dando una impresión que en el escenario de diario cubre tanto la época primaveral veraniega como la invernal, con una tendencia en ambos casos a moverse en situaciones de interiores y bajo techo alejándose de situaciones de alto dinamismo deportivo. En oficina la fragancia destaca por su enfoque elegante y no intrusivo, moviéndose en un rango semiformal que resalta un potencial profesional y que es perceptible en reuniones, con un efecto memoria bueno en su punto inicial y al momento de estabilizar el efecto tipo flor de maracuyá con el que se diferencia de otros perfumes que se encuentren presentes en el mismo lugar, sintiéndose más relajado dentro del marco semiformal a mayor edad y pudiendo endurecer la imagen de alguien más joven en su punto medio. A nivel nocturno el perfume se aleja de escenarios adolescentes tipo fiestas informales, apuntando a situaciones más calmadas y que requieren de cierta pulcritud en el vestuario o que fomentan un ambiente no contaminado como cenas y reuniones en casa por compromiso o con un trasfondo social, pudiendo llegar a un uso formal de matrimonios en épocas primaverales. En lo romántico el aroma funciona mejor a nivel de pareja conocida aprovechando un desplante elegante para salidas especiales en conjunto y proyectando una sensualidad no obvia que demora en establecerse, sintiéndose rígido a nivel adolescente o muy serio con alguien desconocido. Rango de edad entre 25 y 60 años.