Realiza una Búsqueda

Let's Fly by Benetton

Esta fragancia del 2013 se agrega a la serie Let's del año 2012 conformada por Let's Move de hombre y Let's Love de mujer, con Let's Fly manteniendo un enfoque en una generación joven y siempre activa dando un paso más allá de su predecesor que invitaba a moverse y apuntando a buscar más acción y aventura en la ciudad. El envase difiere del diseño de los primeros Let's al proponer una botella de líneas más tradicionales con forma de bloque rectangular de esquinas redondeadas y tapón opaco sin acabado plateado, con el líquido adquiriendo una tonalidad amarilla con letras verdes que se aleja del aspecto transparente de Let's Move. Al momento de la revisión el sitio de Benetton no contenía información sobre esta fragancia, por lo que no se cuenta con un listado de notas oficial.

En partida la fragancia presenta aromas de lavanda bastante aromáticas, cruzando impresiones de praderas y talco o tela impregnada en esta esencia que recuerda algunos tipos de aromatizadores de automóvil, mostrando a los 5 minutos una aparición repentina de un pachulí confitado de corta duración que baja antes de 1 minuto, marcando en este momento la aparición de un nuevo grupo de notas que desplaza a nivel de base a la lavanda destacando vetas de alimonados vegetales y herbales que incluyen una menta, reenfocándose el aroma hacia un pachulí suave sobre los 15 minutos con cruces de madera y tonos suaves de cuero que recuerdan la base de algunas fragancias de los años noventa. En fase media a los 30 minutos la fragancia mantiene un aroma cercano a madera con pachulí e inclinaciones a vainilla, con la porción alimonada tomando más cuerpo y acercándose a bergamota y mandarinas, con parte de la capa de cuero yendo hacia una idea de tono amaderado marino fresco que comienza a incluir capas especiadas suaves al acercarse a 1 hora de aplicado y que producen un efecto de picor en nariz que se confunde con sal de mar, conservando una base donde vuelve a presentarse la lavanda. A las 2 horas el grupo marino presenta una baja notoria siendo reemplazado por tonos de resina fresca que se mueven entre pachulí y vainilla, teniendo momentos de alza en una línea de enebro alineada con lavanda que se confunde con un calone más frutal y con porciones de pomelo, adquiriendo mayor frescura y aumentando su intensidad aromática, resaltando a la vez porciones polvosas que van entre madera y cuero fresco, mostrando a las 3 horas una mayor cantidad de picores a la menta provenientes de las bayas de enebro que incluyen un fondo licoroso que resume las ideas de madera, resina breve y vainilla que terminan por enfocarse en una línea de pachulí de bosque de corte más estándar a las 4 horas pero que es matizado por pequeños puntos de anís suave al jengibre que retoma la idea de maderas frescas mezcladas con un dejo de tonka y confitado de pachulí. A partir de las 6 horas el aroma toma una nueva inclinación clásica, reuniendo puntos comunes con Azzaro pour Homme en el lado de un anís suave con lavanda y ámbar tibio pero en un formato ligero y más joven con poca complejidad y profundidad, diferenciándose con este perfume en un pachulí con rasgos de vainilla que absorbe al ámbar y da una idea de resinas orientales cercanas a incienso, dando un paso breve por chocolate pero volviendo a un verde de enebro con un frío más marino a las 9 horas, relegando a las 12 horas varias de las notas tibias de pachulí al fondo para beneficiar una capa limpia de agua de lavanda con resina plástica y sándalo tenue. En fase final a las 24 horas la línea cercana a Azzaro pour Homme se diluye dando un paso rápido por ideas de Presence de Montblanc en el punto de anís con resina, decayendo esta línea al oler por más tiempo y conservando una capa de madera licorosa dominante que contiene partes polvosas de lavanda y residuos verdes de bosque de enebro y pachulí.

El perfume presenta una estructura con aires más clásicos que se aleja del estándar manejado usualmente por Benetton y que suele girar en torno a pimienta con verdes y limones, presentando una nota inicial de lavanda fresca que evoluciona en una capa marina que remata en enebros frescos en su punto medio, teniendo hasta la fase media un comportamiento fresco que encaja en un uso de diario veraniego y pasando a líneas atemporales más indiferentes a la época del año en la fase final, apegado a un uso tanto cotidiano como social y aprovechando los grupos verdes para actividades de corte deportivo. En oficina la mezcla de familias aromáticas se siente grata a corta distancia sin tener puntos chocantes o intrusivos, tal vez por momentos dando impresiones clásicas o algo cotidianas y presentando un efecto memoria que oscila entre el mediano y el bajo por una sensación de confusión con otras fragancias, privilegiando una imagen limpia al interactuar con colegas. En el caso nocturno la fragancia tiene un apego a salidas con amigos con vestimenta pulcra, pudiendo necesitar de aplicaciones extras si se asiste a un lugar con contaminación ambiental como un pub o una fiesta, sintiéndose más simple al aumentar la exigencia de formalidad. En lo romántico el perfume demora en presentar una capa aromática atractiva de aspecto más tibio y acogedor, teniendo a nivel general un desplante clásico que se acerca más al de disfrute personal que al de aroma de conquista. Rango de edad entre 25 y 45 años.